Los venezolanos que desafían la música con diversión
CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 20 (EL UNIVERSAL).- Antes del festival de Nuevas Bandas que se celebra en Venezuela, la banda Rawayana aún no concebía su organización. Fue hasta su presentación en este festival que comenzaron a ensayar y formalizar al grupo que hoy llega al Pepsi Center de la Ciudad de México.
Pero, en aquel momento, hace 14 años, la organización no era suficiente para un grupo independiente, pues las condiciones políticas no les permitieron encontrar autosuficiencia en su ciudad de origen, Caracas.
"La violencia que se vivía en aquel momento, la desestabilidad del Bolívar, fueron situaciones que no nos permitieron comenzar a presentarnos en venues del ambiente independiente de nuestro país, nos dimos cuenta de que no había nada, de que la industria musical estaba detenida por esa convulsión social, y tuvimos que hacerlo todo nosotros solos", cuenta Alberto Montenegro, vocalista y fundador de Rawayana en entrevista.
En aquellos años, eran entonces solo un grupo de amigos que se divertía haciendo música, contando chistes en sus letras, y experiencias que vivían en fiestas o con amores, iban a la playa y montaban sus propios espectáculos para presentar sus canciones, de ahí el nombre de su más reciente álbum, el quinto de su discografía "¿Quién trae las cornetas?".
"Queríamos contar cómo eran esos momentos para nosotros de irnos de viaje a la playa a divertirnos a componer a tocar, simplemente siendo un grupo de amigos que encontraba en la música un espacio para alejarse de la convulsión social que había en Venezuela, lo hacíamos todo nosotros solos, pero siempre surgía la duda de quién traería las cornetas (bocinas), porque era algo espontáneo, solo nos alejábamos un poco de nuestra realidad", recalca Beto.
Esa necesidad les hizo crear su propio sello discográfico llamado Brócoli Récords, y comenzar a encontrar tablas y experiencia en presentaciones en venues independientes de distintas ciudades del continente americano, y uno de los países fundamentales para su crecimiento fue México.
"Los festivales que nos invitaban y nos siguen invitando fueron vitales para nuestra difusión, pero además aquí el público consume música, aquí la industria vive del público que se vuelca a apoyar a bandas emergentes, bandas que vienen del ámbito independiente y eso fue fundamental", cuenta el vocalista.
En todos sus otros 4 discos está influencia está reflejada tanto a nivel musical incluyendo sonidos muy a lo mexicano como las trompetas, chistes, modismos o hasta colaboraciones como Natalia Lafourcade, pero aún más en su último álbum esto se vio reflejado, pero no solo de México sino de distintos países donde han cogido influencias importantes.
"Creo que lo que ha hecho que la industria ahora comience a tomarnos en serio es toda la gente talentosa que participó en este disco, músicos venezolanos, peruanos, mexicanos, hubo canciones que se hicieron en Miami, en México, otras en Venezuela a dónde regresamos ya bajo otras condiciones. Pero en realidad siempre hemos hecho lo mismo: divertirnos con la música", apunta.
Rawayana llega al Pepsi Center
Ahora Rawayana llega a uno de los recintos por donde han desfilado figuras que hoy son de talla internacional como Bad Bunny, J Balvin, Nicky Jam, hasta Karol G, o grandes bandas como Garbage Paramore hasta Deep Purple, un recinto íntimo que permite conciertos de gran escala.
Además, tienen una nominación al Latin Grammy por su canción "Feriado", en la categoría mejor canción pop del año, todo en medio nuevamente de otro momento de incertidumbre en su país de origen, que empata ahora con el reconocimiento de la industria a su música.
"Ahora no sabemos qué va a pasar post elecciones, se vive otro ambiente hay otras ideas en Venezuela, pero no sabemos, todo es una montaña rusa ahí. Afortunadamente ahora hay otro tipo de acercamientos para nosotros por parte de la industria ya nos ven de otra manera, también estamos en otra realidad como banda", concluye Montenegro.