¿Qué veo? La vida electrizante de Louis Wain revela el esplendor interior de un artista

Benedict Cumberbatch y Claire Foy en La vida electrizante de Louis Wain, estreno directo a VOD en nuestro país
Benedict Cumberbatch y Claire Foy en La vida electrizante de Louis Wain, estreno directo a VOD en nuestro país

La vida electrizante de Louis Wain (The Electrical Life of Louis Wain, Reino Unido/2021). Dirección: Will Sharpe. Guion: Will Sharpe, Simon Stephenson. Fotografía: Erik Wilson. Edición: Selina Macarthur. Elenco: Benedict Cumberbatch, Claire Foy, Andrea Riseborough, Toby Jones, Sharon Rooney, Aimee Lou Wood, Hayley Squires. Duración: 111 minutos. Disponible en: Flow (alquiler), Apple TV+ y Google Play. Nuestra opinión: muy buena.

“A lo largo de la historia, los gatos han sido adorados como dioses místicos y calumniados como los malvados aliados de la brujería y el pecado. Creo que sos la primera persona que pudo advertir que son, en realidad, ridículos. Son tontos y mimosos. Y solitarios. Y temerosos y valientes. Como nosotros. Un día ya no será tan raro tener un gato en casa, como una pequeña mascota”. La voz de Emily Richardson (Claire Foy), apenas audible, reflexiona al recorrer con su mirada la página central del Ilustrated London News a fines del siglo XIX. Allí desfilan los gatos de su marido, Louis Wain (Benedict Cumberbatch), simpáticas criaturas dibujadas con el amor de un hombre y el talento de un artista. La vida electrizante de Louis Wain no es solo la historia de amor de Louis y Emily, el encuentro de ellos y el gato Peter, que fuera su peculiar mascota, sino la exploración del mundo interior de un artista, a contramano del funcionamiento social y sus reglas económicas, expresado en la plástica de sus creaciones, los colores de su imaginación, la belleza inagotable que sus ojos pueden captar.

Tras la muerte de su padre, Louis Wain ha quedado a cargo de su madre y sus cinco hermanas; en la rígida sociedad victoriana debe proveer a ese buen apellido de los medios para sostener su estirpe y dignidad. Mientras su hermana Caroline (Andrea Riseborough) asume con fusta la férrea conducción de la alborotada casa, Louis intenta sostener sus fantasías ante la impaciente presión de la realidad. Su sueño está prendido del descubrimiento reciente de la electricidad, así que alrededor de esa fascinante energía Louis diseña magnificas invenciones que guarda prolijas en su cuaderno de dibujos. Es que entre los entrenamientos de boxeo y el desfile por las ferias de inventores, Louis dibuja con asombrosa facilidad retratos y paisajes que acompañan las noticias del Ilustrated London News, periódico de Sir William Ingram (Toby Jones), mecenas de ese periodismo ilustrado seminal. A los tropezones, Louis aúna sus responsabilidades con su expansivo imaginario, lleno de sueños y colores.

Will Sharpe da el primer salto de emoción en el encuentro de Louis y Emily Richardson, institutriz de sus hermanas pequeñas. Con los destellos del amor fou y los colores de los crayones infantiles, el romance dibuja el corazón mismo de la película, nacido en el baño de caballeros de un teatro londinense, en contra de los mandatos sociales que separan a las clases. Sharpe imprime a la historia real de Wain la fuerza visual de sus ilustraciones, y filma el esplendor del romance con precisas pinceladas: sus cuerpos enlazados en el montaje mientras bailan en espacios separados –casi como un guiño a la inolvidable L’Atalante de Jean Vigo-, sus miradas inundadas de lágrimas y emociones. Cumberbatch y Foy consiguen una sintonía perfecta, afirmada en esa experiencia única que viven sus personajes, solitarios dotados de un impredecible y fugaz descubrimiento.

Benedict Cumberbatch y Claire Foy en La vida electrizante de Louis Wain.
Benedict Cumberbatch y Claire Foy en La vida electrizante de Louis Wain.


Benedict Cumberbatch y Claire Foy en La vida electrizante de Louis Wain.

La irrupción de Peter en la vida de los Wain abre para Louis la certeza de que los gatos ofrecen un recorrido inusual para la electricidad, energía vibrante que él parece sentir a cada paso. Sus dibujos expresan así esa convicción y el repertorio de escenas cotidianas que los muestran humanizados leyendo el diario y tomando el té, riendo con picardía y vistiendo de etiqueta, revela una observación aguda e inteligente de aquellas criaturas antes reservadas a la mitología y a las fabulas espeluznantes. La película se adhiere entonces menos al seguimiento exterior de la biografía de Wain, escrita en los libros de historia y en los diagnósticos médicos, que al efusivo imaginario que desplegó como dibujante, en contra de las modas y los valores de cambio.

El tono de la película escapa con astucia a toda solemnidad, e incluso en los momentos dolorosos y sombríos, la luz que baña el encuadre, el humor escondido en los diálogos y la expresión perpleja de Cumberbatch en la mirada de un mundo que no deja de asombrarlo esquivan los golpes bajos en virtud de los sentimientos más humanos. El mundo que rodea a Louis, desde su hermana Caroline que le demanda el ejercicio de una autoridad que a ella nadie le reconoce, hasta Sir William, intentando descifrar su inusual personalidad, lo envuelve con sus dolores y candores, entremezclados en ese viaje que Louis convierte en dibujos sobre el papel. “Por más difíciles que se pongan las cosas -le recuerda Emily-, el mundo está lleno de belleza. Tu mirada puede capturarla y compartirla con los demás”.