La muerte de Vicente Fernández deja un vacío en la música mexicana que ni sus hijos podrían llenar
No hay otra forma de decirlo más que directamente, como casi siempre solía expresarse él, las veces que hablaba en público: Vicente Fernández ha muerto.
Su deceso cerca de su hogar, el rancho de 500 hectáreas Los Tres Potrillos— cierra definitivamente un capítulo en la historia de la cultura popular en México. Se fue el último gran intérprete de la música vernácula mexicana.
Nacido en el pueblo de Huentitán el Alto, Jalisco, el 17 de febrero de 1940, hijo de Ramón Fernández Barba y Paula Gómez, quienes eran originarios de la población de Tepatitlán y en Huentitán se establecieron como rancheros.
La proximidad de la población a la metrópoli de Guadalajara —que en 1962 llegó al primer millón de habitantes— era una tentación muy grande para el joven 'Chente' (el apodo con el que se le conocería toda la vida) haciéndolo ir cada que le era posible para escuchar música mexicana y ver películas con los que consideraba sus ídolos, Jorge Negrete y (sobre todo) Pedro Infante, en los hoy desaparecidos palacios cinematográficos de la capital de Jalisco.
A partir de los 17 años, Fernández comenzó a trabajar como camarero, cantinero, garrotero y lavaplatos de un restaurante propiedad de un familiar. Esto lo ayudó a establecerse en Guadalajara, donde comenzó a participar de concursos como cantante amateur, auspiciados por radiodifusoras locales.
Vivir en la ciudad también lo llevó a conocer y comprometerse con Refugio Abarca, la formidable 'Cuca', quien en diciembre de 1963 se convirtió en su esposa, y es la madre de sus tres hijos varones, Vicente, Alejandro y Gerardo (Alejandra, su hija, es en realidad sobrina de Cuca, pero la adoptaron siendo una bebé y se crió como hija). Fue principalmente Abarca quien fungió como el motor que llevaría a Vicente a buscar de manera profesional una carrera en el canto.
De hecho, fue la relación con Abarca la más significativa, duradera y trascendente en la vida del charro, siendo ella quien tomó las riendas del hogar y quien trabajó esos primeros años, para que Vicente pudiera dar los primeros pasos en una carrera que al principio parecía algo incierta: la música vernácula había ido perdiendo algo de terreno ante la incursión del rock-and-roll, y los más grandes exponentes masculinos eran José Alfredo Jiménez y Javier Solís, y Vicente, aunque con una gran voz, no tenía el carisma de uno o la apostura del otro: no obstante, su tenacidad lo llevó a actuar en el cabaret "El Sarape", donde comenzó a hacerse de una audiencia, y también a participar en lo que en aquel entonces se conocían como 'Giras', patrocinadas por compañías cerveceras y eso fue el primer paso que cambió la vida profesional de Vicente.
Las famosas 'Giras', por lo regular iban encabezadas por dos o tres artistas de gran cartel —Lola Beltrán, el antes mencionado Solís, Angélica María, Enrique Guzmán, César Costa, Sonia López 'La chamaca de oro', Julissa, Flor Silvestre o Alberto Vázquez— y ellos eran acompañados por artistas más jóvenes y con menor experiencia, que eran los encargados de abrir los conciertos.
Así fue como Vicente recorrió de palmo a palmo todo el país y "pagó derecho de piso", en lo que era firmado por una disquera (Columbia), lo que sucedió en el verano de 1966. A partir de ese momento, su carrera comenzó a despuntar, sonó en la radio nacional y su vida cambió por completo.
En 1970 grabó el tema 'Volver, volver' de José Alfredo Jiménez, que fue un éxito internacional, y uno de los temas más emblemáticos de la primera parte de su carrera como lo fuera también 'La ley del monte', así como 'El Rey' y 'El hijo del pueblo', de la inspiración también de José Alfredo, quien al morir en 1973 le dejó el camino abierto para ser el intérprete masculino más representativo de su generación en el género, algo que ni su hijo Alejandro ni Pedro Fernández (que adoptó su apellido artístico en homenaje a él) han logrado emular.
En 1971 debutó en cine con la cinta 'Tacos al carbón' y a esta seguirían muchas más, como 'La ley del monte', 'El arracadas', 'Como México no hay dos', 'El sinvergüenza', 'Entre monjas anda el diablo', y 'El Coyote y la Bronca', siendo la última 'Mi querido viejo', en la que actuaría al lado de su hijo Alejandro, que en ese entonces iniciaba su carrera en el medio artístico (La película no tuvo éxito y marcó el punto final en la carrera cinematrográfica de 'Chente').
Entre las actrices que compartieron con él la pantalla se cuentan figuras como Lucía Méndez, Ana Martin, Patricia Aspíllaga, Maribel Guardia, Julieta Rosen, Angélica María, y la que sin lugar a dudas fue su favorita: Blanca Guerra (que además fue con quien más química tuvo).
Vicente se estableció, con el favor de los medios electrónicos, como una figura reconocida no solo a nivel república, sino mundial: gracias a sus numerosas intervenciones en 'Siempre en Domingo' el legendario show de variedades que conducía con mano de hierro Raúl Velasco, Fernández se consolidó como un auténtico ídolo de masas, haciendo que todos sus discos —y llegaba a sacar hasta tres LPs al año en sus mejores épocas, algo inaudito hoy en día— llegaran al tope de las listas de ventas.
Con el lema "Mientras ustedes no dejen de aplaudir yo no dejo de cantar", Vicente Fernández hizo una auténtica leyenda de sus conciertos en centros nocturnos, auditorios, palenques y teatros, que llegaban a tener hasta tres horas o más de duración, con el intérprete sin cansarse de recorrer su repertorio: esto lo hizo por décadas, hasta 2016, cuando se retiró de los escenarios (aunque no dejó de grabar). Su destacada carrera le dio dos premios Grammy, ocho Grammy Latinos, catorce premios Lo Nuestro y una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, en Los Ángeles.
En el aspecto personal, Fernández fue una celebridad muy cercana al público, que se identificaba con él. Posiblemente su escándalo más sonado fue durante los años 90, cuando reconoció como propio a Rodrigo, el hijo de la actriz Patricia Rivera, y Cuca permitió el contacto entre ambos, aunque a raíz de que su primogénito, Vicente, fue secuestrado, su esposa lo instó a contratar un seguro antisecuestro, y al hacerle una prueba de ADN al chico, se descubrió que no era hijo del cantante, por lo que Rodrigo fue echado de 'Los tres potrillos' sin miramientos, y nunca volvió a tener contacto con la familia, algo que para el joven fue una cosa traumática.
Nuevamente Fernández generó polémica luego de hacer unas declaraciones homofóbicas durante una entrevista en mayo de 2019 acerca de su salud. Afirmó que había sido internado en un hospital de Houston para someterse a una cirugía de trasplante de hígado, pero decidió rechazar un trasplante porque no "quería acostarse con [su] esposa mientras tenía el hígado de otro hombre, quien podría haber sido homosexual o drogadicto". Posteriormente se disculpó por lo dicho cuando fue duramente recriminado por la comunidad LGBTQI+ (por otra parte, mientras vivió hubo persistentes rumores, nunca probados, que lo señalaban como bisexual, aunque este tipo de señalamientos son habituales en celebridades de su envergadura: también Alejandro Fernández fue objeto de lo mismo en su momento).
Más recientemente, en enero de 2021, Fernández desató una nueva controversia tras aparecer imágenes en las que colocaba su mano sobre el busto de una fan mientras se tomaba una foto con ella y su familia. Unos días después, Fernández, en entrevista con su ex nuera Mara Patricia Castañeda —que fue sumamente criticada por su falta de objetividad— ofreció una disculpa a la familia de la mujer, manifestando que "admito que me equivoqué, no sé si estaba bromeando, tal vez fue una broma [...] No sé. No me acuerdo, había mucha gente (con la que tomé fotos), sinceramente les ofrezco una disculpa”, si bien agregó que dudaba de la honestidad de las víctimas, ya que las fotos databan de 2018 y Cuca (según él) había cuestionado por qué habían demorado tres años en hacer sus denuncias.
Apenas don Chente comenzaba a sacudirse esa polémica cuando a principios de febrero apareció la cantante de ranchero Lupita Castro y durante una entrevista a un programa de televisión en EE.UU. desveló que había sido abusada sexualmente por el ídolo del pueblo, cuando ella tenía 17 años de edad.
La denuncia pública de la cantante dijo que quedaría en un libro donde había trabajado y descargado sus traumas de vida y si bien dijo que no descartaba emprender acciones legales en contra de Vicente, no quería que él fuera a la cárcel. El "Charro de Huentitán" ya no habló de este caso en particular, sólo sus hijos retaron a la mujer a que pusiera su denuncia y presentara sus pruebas, dichos que se quedaron ahí y no fructificaron.
Tras sufrir una aparatosa caída en su residencia a principios de agosto, Fernández, que ya había tenido una serie de problemas de salud, fue sometido a una cirugía de vértebras: a consecuencia de esta intervención se dieron complicaciones, que finalmente cegaron su vida.
Se espera que Fernández reciba un homenaje nacional en el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México.