Wenders: Si no fuera optimista, nunca me habría dedicado a hacer películas

Barcelona, 21 abr (EFE).- "Si no fuera un optimista eterno, nunca me habría dedicado a hacer películas", afirmó este viernes en Barcelona el cineasta alemán Wim Wenders en una conferencia de prensa, donde anunció su nuevo proyecto, que girará en torno a la paz.

"No sé cómo lo hace Woody Allen", añadió el director de "París, Texas": "Soy un optimista por el futuro del cine y por el de la sociedad, porque solo los optimistas pueden cambiar el mundo, los pesimistas esconden siempre la cabeza bajo el ala".

Y sobre su nuevo "gran proyecto", avanzó que "girará sobre la idea de la paz, pues sin paz no hay verdad y sin paz no hay un bien común".

Wenders se encuentra en la ciudad española, donde la víspera recibió el premio honorífico en el festival de cine BCN Film Fest.

El director alemán recordó que "el 11-S cambió el mundo, al igual que sucedió con la covid-19, el confinamiento y la pandemia", y donde más se nota esa incidencia es en "el sentimiento de la búsqueda de la verdad, una especie en vía de extinción, y el concepto del bien común, que para las nuevas generaciones ya no tiene ninguna importancia y continuará en declive".

Sin concesión a la nostalgia, Wenders, de 76 años, piensa que "aquellas buenas épocas pasadas han desaparecido totalmente" y ahora "debemos preguntarnos qué podemos hacer por esta verdad que buscamos y por el bien común", una reflexión que en los últimos cuatro días le ha llevado a pensar en el nuevo proyecto.

No oculta su satisfacción por volver este año al festival de Cannes, donde competirá con "Perfect days" y también presentará el documental en 3D "Anselm", sobre la figura del pintor neoexpresionista alemán Anselm Kiefer.

"Me encanta que nadie sepa nada de estas dos películas. No me da miedo competir, acaso un poco de miedo, pero no me preocupa, y puedo decir que son dos filmes que no se parecen en nada a mis películas anteriores", dijo.

Wenders confesó que hace cine porque un día descubrió que existía: "De pequeño quería ser pintor, arquitecto, sacerdote, escritor, músico y al final escogí la pintura, de hecho era pintor cuando hice mi primera película, y me di cuenta que las películas incluían todo lo que quería hacer en mi vida".

De su trabajo, lo que menos entusiasmo le produce es escribir el guion, "porque no me gusta pasar tiempo solo", y declara su admiración por esos directores que escriben sus propios guiones, algo que él solo ha hecho en dos ocasiones con poca satisfacción.

Tuvo palabras elogiosas para dos de sus guionistas, el austríaco Peter Handke, Nobel de Literatura, y el norteamericano Sam Shepard (ya fallecido), que "han sido y continúan siendo muy importantes en mi vida".

Para Wenders, Handke, con el que trabajó en cinco ocasiones, evolucionó al mismo tiempo que él, hasta el punto que "su primer éxito coincidió con el mío" y el caso de Shepard es distinto, pues lo conoció como dramaturgo en Nueva York y San Francisco, y le encantó la calidad del diálogo de sus obras.

"Cuando vi a Shepard me di cuenta que tenía una personalidad explosiva (...); era más grande que la propia vida y también era un escritor. Fue actor de una de mis películas y escribió dos de ellas. Fue uno de mis mejores amigos en los últimos veinte años", apuntó.

Tras asegurar que "la edad que uno tiene es irrelevante", Wenders aseguró que "lo que cuenta es quién eres y qué es lo que haces".

A los que comienzan en el cine, les aconseja que no escuchen cuando alguien les diga que las películas son un producto que forzosamente tienen que tener éxito.

"Es una gran mentira, y si crees que las películas son un producto, dedícate a diseñar coches, pero no al cine" y añade que "aunque te obliguen, ten presente que el cine es cultura y forma parte de la tradición europea más antigua como la literatura o la pintura".

Jose Oliva

(c) Agencia EFE