8 consejos de novia recién casada que te serán útiles para la organización de tu boda

Cuando la boda pasa, solo quedan los recuerdos, la alegría y las ganas de revivir un día tan bonito aferrados a las fotografías, los vídeos y las conversaciones con los invitados. También, conforme pasa el tiempo, cada nuevo enlace al que te convidan es una ocasión para revivirlo todo, pero al mismo tiempo es una oportunidad para aconsejar a tus amigas y primas, a todos aquellos de tu entorno, que van a pasar por el altar. Desde que me casé hace un año, cada vez que una de mi círculo me pregunta, suelo darle ocho consejos que creo imprescindibles en la organización de una boda. Son detalles que yo misma llevé a la práctica, que funcionaron y que siempre suman puntos para que los asistentes al enlace disfruten, lo agradezcan y recuerden la jornada con mucho cariño. Te cases donde te cases y tengas el estilo que tengas.

Elabora un documento y compártelo con los proveedores

Si te preocupa poder tenerlo todo bajo control, para, respira y ponte a escribir. Puedes elaborar un documento que compartas con todos los proveedores en el que detalles cada elemento primordial en la organización de tu boda. En ese texto, que yo misma redacté para cada uno de los profesionales del equipo, se establece un timing (horario) para cada tarea y una serie de cuestiones imprescindibles a considerar, desde cómo se colocarán las flores de la ceremonia hasta los tiempos del aperitivo y el banquete, pasando por las alergias de los asistentes o la música de cada momento del día. Esto no garantizará que todo salga perfecto, pero sí permitirá que los proveedores estén en sintonía y que todo se refleje por escrito, para evitar dudas.

Aprovecha las rebajas para hacerte con accesorios

La organización de una boda comienza con varios meses (incluso años) de antelación y esto ofrece grandes ventajas. Cuando se trata de encontrar detalles para los invitados o accesorios para completar el look de novia, no hay que dejar pasar la oportunidad de adquirirlos en periodos de rebajas. Esto ofrecerá facilidades a los novios y les permitirá poder invertir ese ligero ahorro en otra partida de su presupuesto. Así lo hicimos nosotros, tanto en los regalos para nuestros convidados más especiales como, en mi caso, en los zapatos de novia.

Atrévete a hablar tú

Es una decisión solo apta para valientes, pero que produce algunas de las escenas más emotivas del día. Es habitual que en el enlace se esperen discursos de familiares y amigos, pero pocos aguardan unas palabras de los novios. En nuestro caso, durante la ceremonia religiosa, quisimos dirigirnos a nuestros invitados para hacer una acción de gracias pensando en ellos y recordando a los familiares y amigos que no pudieron acompañarnos en la boda. Fue un momento emocionante que nos hace mucha ilusión recordar y por eso recomiendo la experiencia de preparar un texto desde el corazón que los novios dirijan a todos los que les rodean en ese momento.

Utiliza la ceremonia para las fotos importantes

Para evitar esa terrible sensación de que una fotografía se te ha olvidado, recurre a un truco antiguo y eficaz. Las fotos de familia de las bodas de nuestros padres y abuelos siempre eran en la ceremonia. Este recurso antiguo sigue siendo útil, porque, conforme la celebración comience, será más complicado reunir a muchas personas y que todas salgan favorecidas. Por ello, suelo recomendar a mis amigas que todas esas imágenes de grupo o con invitados importantes se hagan al finalizar la ceremonia, para que más tarde no se lamente que haya retratos que no hayan podido tener lugar.

Escoge las flores la misma semana de la boda

Podría sonar como algo exagerado, pero tiene su sentido. Los meses previos a la boda toca buscar la mejor floristería para llevar a cabo los arreglos florales y el ramo de novia que nos ilusiona. Sobre eso, no hay duda. Sin embargo, mi consejo es que pienses siempre en varias alternativas en lo que a selección de variedades florales se refiere, porque no se trata de una ciencia exacta. Las flores son seres vivos y, en consecuencia, las condiciones climáticas van a determinar su disponibilidad en la fecha en la que sucederá el enlace. La misma semana del 'sí, quiero' es cuando los floristas adquieren el material y ahí tendrás que revisar qué opciones tienes. Quizá toca sustituir alguna de las flores que inicialmente querías y para agilizar el proceso conviene que tengas una alternativa ya pensada, dentro de las opciones propias de esa temporada.

Invierte en un buen menú

Ante la duda, la mejor inversión que puedes hacer es un buen menú. Quizá el invitado no se acordará de la canción que escogiste para el baile nupcial. Tampoco de aquello que se dijo en la ceremonia. Pero sí será capaz de recordar si la comida estuvo buena e incluso cuál fue su bocado favorito. Yo quise que lo más importante fuese el menú y lo cierto es que creo que acerté, porque muchos de mis invitados (eran 300) aún me siguen hablando de lo bien que comieron en nuestra boda y cómo se lo pasaron. La nuestra era una boda de día y pusimos un gran abanico de propuestas para el aperitivo y dos platos en mesa que (aconsejo) eran especialidad del catering, con productos de cercanía (ensalada de ternera maridada con aceite de avellana y sésamo negro, y arroz con langostinos de Sanlúcar, de Alfonso Catering). Y que tantas personas recuerden estos platos también es mérito de una buena cocina y un buen servicio.

No olvides la cesta del cuarto de baño

Podría pensarse que es algo superficial, pero una variada cesta de elementos de utilidad (tanto en el aseo femenino como en el masculino) siempre será un detalle que los invitados agradezcan. No olvidemos que pueden surgir todo tipo de imprevistos en una boda y esto ayudará a que nadie se sienta incómodo. Pero, ¿qué incluir en esos canastos del cuarto de baño? Para facilitar que nada se escape a la pareja o a su wedding planner, elaboré este práctico listado para mis amigas, que hoy comparto:

• Desodorante.

• Colonia.

• Toallitas de higiene íntima.

• Compresas o tampones.

• Horquillas.

• Pañuelos de papel.

• Imperdibles.

• Cepillos interdentales o cepillos de dientes con pasta incorporada.

• Laca.

• Tiritas.

• Kit de costura.

• Peines.

• Gomillas de pelo.

• Toallitas limpiagafas.

• Colutorio.

• Quitamanchas.

• Chicles.

• Quitaesmalte.

• Esmalte transparente (para roturas en las medias).

No te apartes de la pista de baile... ¡hasta el final!

A una boda hay que ir con actitud, mucho más cuando se trata de los novios. En nuestro caso, nos encanta bailar así que tanto en el aperitivo como en la posterior fiesta (con música en directo de Grupo Salea y F&B Music como djs) no nos sentamos ni un instante. En nuestras siete horas de barra libre lo dimos todo y lo disfrutamos más, pero no todas las parejas pueden aguantar ese ritmo. A mis amigas siempre les aconsejo que no paren de bailar, pero que si en algún momento no pueden más, al menos no se aparten de la pista. ¿Por qué? Porque he visto, en varios enlaces, como la pareja desaparecía y el ambiente decaía, la gente se iba a casa, la recena no servía para nada (porque se habían marchado ya muchos convidados) y, además, la inversión de la pareja no se había amortizado. El alma de la fiesta en estos casos siempre son los protagonistas del gran día, de ellos depende que todos los demás se vuelquen en pasarlo bien.