Aída y Carlos Cuevas: una rencilla que al parecer no tendrá final
Hubo un tiempo en que Aída Cuevas, una de las mayores representantes de la música ranchera en México, y su hermano Carlos Cuevas, máximo exponente del bolero, eran inseparables e incluso se les consideraba el dueto del siglo. Pero desde hace un par de años los hermanos viven enfrentados a tal punto que incluso uno de ellos ha considerado que entre ambos jamás habrá paz.
Carlos Cuevas, el rey del bolero, tiene más de 30 discos y varios de ellos han sido oro y platino por sus ventas. Aída Cuevas, la reina del mariachi, en más de cuatro décadas de carrera ha sumado varios reconocimientos, entre ellos varios Grammy. El gran talento solo se ha visto opacado por una enemistad que comenzó ocho años atrás.
"Llevábamos una muy buena relación, como siempre. La invité a mi casa para ver una pelea de box. Se enojó porque me reí por algo que ella dijo de su yerno", entonces novio de Valeria, le reveló Carlos al programa El minuto que cambió mi vida en 2018. La reacción del intérprete no le agradó a su hermana, a quien describió como una persona que cambia de la noche a la mañana, y los separó. Esa era la primera vez que se hablaba de la división entre la familia y que Carlos expuso en posteriores entrevistas.
Hacia 2020, los señalamientos mediáticos entre Carlos y Aída alcanzaron un punto sin retorno cuando la intérprete de "Tú no me conoces" habló en televisión sobre las presuntas agresiones psicológicas y físicas de su hermano, ocurridas en varios entornos. Las acusaciones de la artista parecían una respuesta a la confesión del cantante de "Cómo fue" sobre la separación familiar que vivían.
En aquella entrevista para Ventaneando, una emotiva Aída rompió en llanto al asegurar que su hermano la agredió físicamente cuando se abalanzó sobre ella en estado de ebriedad, golpeándola no solo a ella sino también a su padre. "¿Sabes qué me duele? Estar exhibiendo esto. Era privado. Mi mamá me enseñó a lavar la ropa sucia en casa. ¿Por qué hemos llegado hasta ahorita aquí? Por él. En tres meses ha dado 80 entrevistas. Entonces díganme ¿quién necesita el foco de atención?", dijo en su defensa.
Pero lo que terminó por separar a los hermanos Cuevas fue una declaración que hizo Joaquín Muñoz, exasistente de Juan Gabriel, quien dijo que 'El Divo de Juárez' le propuso matrimonio a Aída y hasta sería el padre biológico de su hijo Rodrigo Alatriste..
La intérprete negó los hechos y aseguró que demandará a Muñoz por difamación. Pero cuando la prensa buscó a Carlos para saber su opinión sobre el tema, el cantante dijo que eso no le constaba y a Aída no le pareció apropiado. "Me da mucha pena por él, porque somos hermanos de sangre, y porque le consta que por mí conoció a Juan Gabriel", dijo.
Desde entonces, cada vez que algún medio se acerca a Carlos y Aída para preguntarles por sus carreras y proyectos laborales, es casi imposible que su pleito no acapare el escrutinio de los medios para saber si entre ellos sería posible una reconciliación.
"No tengo que perdonar nada, no soy Dios. Ni va a haber acercamiento ni nada, eso no quiere decir que esté perdonado o no, no nos llevamos bien, no me puedo llevar con alguien que afecta a mi familia. Sea mi hermana, mi hija, quien sea, no voy a llevarme nunca con alguien que haya ofendido a mí o a mi familia", dijo el rey del bolero en una reciente entrevista.
Aunque una de las demandas por difamación fue retirada por Aída, las palabras de ella contra su hermano le han pesado y Carlos ha exigido una reparación, tanto monetaria, "porque cuestan los abogados", como pública, es decir, una disculpa de al menos 20 minutos —el tiempo que duró la entrevista con Ventaneando— "por todas las bajezas que dijo ella y sus amenazas constantes hacia mi familia y mi persona".
"Nadie tiene derecho a ir a denigrar a una persona, y más públicamente. Lo tiene que demostrar y no lo va poder demostrar", dijo el artista. Para él, la única solución que ve es que los abogados de ambos lleguen a un acuerdo. La reina del mariachi ha declarado que no volverá a hablar del tema por salud mental.
Lo único cierto que queda ahora es que mientras ninguno de los dos ceda, la dinastía Cuevas parece estar destinada a vivir resquebrajada, y sin la intención de volver a ver al dueto de nuevo juntos en el escenario.