Amor y literatura en Madrid: Christian Gálvez presenta su libro acompañado por Patricia Pardo y su hijo Luca
Christian Gálvez presentó el pasado viernes su nuevo libro en Madrid. El escritor madrileño, de 44 años, habló sobre Te he llamado por tu nombre ante un gran número de personas, entre las que se encontraba su familia y amigos cercanos, como los periodistas Antonio Rossi y Eduardo Inda.
Patricia Pardo ocupó un lugar privilegiado en la sala para no perderse ni una sola palabra de su marido. Junto a ella se encontraba su madre, Fina Burés, sus dos hijas mayores, Aurora y Sofía, de nueve y cinco años, y el pequeño Luca. La periodista gallega, de 41 años, era la viva imagen de la felicidad. Escuchó con admiración a su pareja y demostró una gran ternura con su hijo, un precioso niño rubio que cumplirá un año el próximo 22 de diciembre.
Finalizado el acto, Patricia besó apasionadamente a su marido y a la salida evitó hacer declaraciones a la prensa, concediendo así todo el protagonismo al escritor. "Ha sido un evento privado e íntimo, pero estoy muy feliz", dijo el gran protagonista de la jornada a Europa Press. "Significa presentar un proyecto que nace del amor, sobre todo, que nace acompañando a mi mujer y a mi peque recién nacido", añadió.
Christian dio las gracias a su familia y a sus amigos por acompañarle en una tarde tan especial para él en la que una vez más quiso dedicar su libro a las cuatro personas más importantes de su vida: "Mi mujer, las peques y mi hijo".
Esta novela, en palabras del madrileño, era el gran propósito de su existencia y se ha convertido en realidad gracias al apoyo incondicional de su esposa. "Lo hemos conseguido, porque al final es un trabajo en equipo", declaró con orgullo.
"Patricia es mi compañera, con la que siempre voy de la mano, es mi principal valedora y mi principal crítica, que eso es lo que admiro de ella también, esa transparencia, que sea capaz de decirte esas verdades que quizás otros no se atreven a decir", manifestó.
A pesar de su discreción, el escritor desveló que Luca, al que Patricia llevaba en brazos y muy abrigado, "estaba medio malito, con fiebre, por los dientes".
Además, confesó que espera con más ganas que nunca la llegada de la Navidad. "Hace tiempo era un tipo al que no le gustaba la Navidad porque siempre acababa echando de menos a alguien de la familia, pero ahora la casa se ha llenado de luz y de ilusión, asique la voy a vivir desde ya", señaló emocionado.