Ariel en su salsa: las claves detrás del éxito que lidera las mañanas en Telefe
Programas de cocina hubo cientos en la televisión, a través de los años, pero pocos son los cocineros o cocineras que se recuerdan en el tiempo. Desde Doña Petrona, pasando por el Gato Dumas, hasta las ecónomas de Utilísima, son algunas de las figuras que perduran en la memoria de todos.
Hace poco más de un mes, Telefe modificó de manera rotunda sus mañanas y, luego de un enroque de último momento, decidió apostar por Ariel Rodríguez Palacios y sus recetas para los mediodías de lunes a sábado. El cocinero, director académico del Instituto Argentino de Gastronomía, estuvo al frente por ocho temporadas de uno de los éxitos de El Nueve, ¡Qué Mañana!. Un formato sencillo con recetas, noticias en la dosis justa y buen humor; una de las claves del suceso de Rodríguez Palacios es la de cocinar cualquier tipo de plato que el televidente pueda realizar.
Pero, ¿qué tiene este hombre que logra cosechar índices de audiencia poco frecuentes para este horario? Esa es la pregunta que se hace gran parte de la industria televisiva, subestimando el poder que siempre tuvo un buen plato de comida a la hora del almuerzo. Dueño de un estilo propio, Rodríguez Palacio invita a cocinar los clásicos canelones o un budín de pan, pero también sorprende con un locro vegetariano. Lejos de la tendencia moderna de carne en tres cocciones con papas rotas de los restaurantes palermitanos, este cocinero logró conquistar al público con una fórmula simple: poner en valor los sabores de todos los días .
Este chef que descubrió su profesión de adulto reivindica la ceremonia de cocinar para los otros. “ Me encanta lo que hago, me gusta cocinar, pero más me gusta enseñar para que el televidente lo entienda, lo pueda hacer y le salga mejor que a mí ”, expresó Rodríguez Palacios en declaraciones a LA NACION. Él no es de los típicos cocineros que comenzó desde niño a conectarse con los alimentos, sino que su amor por la gastronomía fue madurando a través de los años: “No soy una persona que te pueda decir que en mi cochecito había una sartén colgada, no tengo esa historia, pero sí tuve una abuela tana que cocinaba todos los domingos y mi profesión me recuerda lo feliz que fui de chico con la familia entera reunida”.
Si bien se lo ve como una persona sencilla y, por sobre todas las cosas, como un perfeccionista en lo suyo, se formó en las mejores escuelas de gastronomía francesa y obtuvo los mayores diplomas de cada especialidad, como le Grand Diplôme Cordon Bleu, le Grand Diplôme de L’École Lenôtre y le Diplôme de Pâtissier de L’École Ritz Escoffier.
Su historia televisiva está íntimamente ligada a El Nueve: sus comienzos fueron en una columna dentro del noticiero en la que preparaba todo tipo de recetas, pero el gran salto lo dio cuando, en 2014, se puso al frente de ¡Qué mañana!, de 10 a 12 horas. “Quien lo convocó, en una primera instancia, fue el equipo de trabajo de TL9 en 2012, para realizar un micro dentro del informativo al amanecer y mediodía; en el primero hacía un plato y luego el postre”, contó Diego Toni, gerente de contenidos de la emisora. “Para fines del 2013 veíamos que la gente lo recibía muy bien y al año siguiente lo llevamos a magazine de cocina. Los resultados son obvios, siempre fue en crecimiento”.
Acompañado en cámara por su hijo Felipe, a quien “no le perdona una” en divertidos idas y vueltas, Rodríguez Palacios cuenta con un equipo de varios cocineros que tiene una rutina diaria súper estricta. “ Yo estoy tres horas antes del comienzo del programa, llego muy temprano para la preparación de todo. Hago una cocina abundante y rica, pero trato de alimentarme bien. Por eso creo que los cocineros tenemos una función social, que es que la gente se alimente mejor ”, afirmó el cocinero.
El chef que supo tener marcas históricas de rating en El Nueve, en el segmento de la mañana, muchas veces compitiendo cabeza a cabeza con Telefe y eltrece, también salió ileso de una denuncia de una de sus excompañeras de programa, Geraldine Neumann, quien lo acusó de “maltrato psicológico, acoso y abuso de poder”. Rodríguez Palacios hizo su descargo en esa ocasión, y desmintió los dichos de quien se desempeñaba como panelista en el ciclo matinal.
“ Mi función es aportar buena onda en un programa que nunca te va a hacer mal. Mis compañeros nunca van a decir algo que pueda dañar a una persona o una familia ”, afirmó Rodríguez Palacios sobre el objetivo de Ariel en su salsa y su estilo. Tiene carisma, una cualidad innata para la docencia y, por sobre todas las cosas, le da a la audiencia lo que está esperando.
Hace pocos días cumplió un mes en el aire y su promedio ronda los 6.9 puntos de rating, con una marca máxima de 8,2. Muchas cosas se podrían decir de este fenómeno que se está dando en los mediodías de Telefe. Julia Child, pionera en el mundo de la cocina en televisión, sostenía que no hay plato que una buena salsa no puede salvar; Ariel lo tiene claro y sabe que el secreto del éxito está en su propia salsa.