'Barbie' y la mina de oro detrás de una película que promete arrasar

Ryan Gosling como Ken y Margot Robbie como Barbie en 'Barbie', una película de Warner Bros. Pictures. Courtesy of Warner Bros. Pictures
Ryan Gosling como Ken y Margot Robbie como Barbie en 'Barbie', una película de Warner Bros. Pictures. Courtesy of Warner Bros. Pictures

Indiana Jones 5, Misión Imposible 7, Oppenheimer… y Barbie. No existe ninguna duda. Con títulos como estos, tan anticipados y con sabor a blockbuster, el mes de julio se avecina como la gran oportunidad que la industria estaba esperando para provocar el tipo de terremoto cinematográfico que no se vive desde antes de la pandemia. Ese que sacude al público en masa, arrastrándonos hasta las salas de cine con ansía de espectáculo en gran pantalla, generando conversación y millones para las arcas de Hollywood con diferentes películas y de forma consecutiva (y sin necesidad de repetirse con el cine de superhéroes que tanto han exprimido durante más de una década). Sin embargo, lo de Barbie está siendo descomunal.

Porque Warner Bros. y Mattel parecen ser conscientes de la mina de oro que tienen entre manos, como demuestra una campaña de marketing que nos recuerda a los ‘viejos’ tiempos prepandémicos, cuando el cine era una vía comercial inagotable que nos inundaba desde todos los frentes posibles. Y sin apelar al fan de turno, como es el caso de Disney, Marvel o Harry Potter, sino que parecen estar apelando a todos los espectadores en general, de los diferentes géneros y edades, como reflejo del poder de captación masivo que podría tener esta película.

Y es que no solo hablamos de muñecas de Barbie relacionadas con el estreno que reclaman a la espectadora nostálgica o a niños modernos, sino de mucho más. Como demuestra, por ejemplo, la consola de Xbox temática de Barbie, de color rosa y que simula la casa de la muñeca.

O los autos de Barbie y Ken que se incluyeron en el videojuego de conducción Forza 5, mientras la marca Hot Wheels lanzó un diseño del Corvette rosa de la protagonista.

Mientras la marca de zapatos Aldo diseñó un embalaje especial para su colección de zapatos que promociona el filme, mientras Mattel ha lanzado la línea de patines oficiales amarillos que aparecen en el tráiler de la película.

Además, se está poniendo de moda un estilo de decoración rosa que emula al personaje, se lanzó una línea de vasos y copas de cristal y el flotador con la ‘B’ del personaje, sin sumar a todo esto los esfuerzos de marketing del estudio. Como empapelar diferentes ciudades con los póster de la películas o pintar bancos de color rosa.

Sin olvidar la promocionada mansión de Malibú en California, llamada la ‘Barbie Dreamhouse’, que construyeron para la ocasión y estará disponible para alquiler por Airbnb a partir del 17 de julio.

En mi opinión, ver todo esto de golpe no hace otra cosa que reflejar la confianza que los ejecutivos responsables tienen sobre la película. Porque hace mucho tiempo que no veíamos una producción aprovechando esta capacidad para acaparar ganancias desde tantos frentes más allá de la taquilla, y que fuera ajena a marcas con fidelidad fan. Como es el caso del cine de superhéroes de Marvel, las películas animadas de Disney o la saga de Harry Potter que llevan muchos años cultivando la relación con el espectador como fenómeno de la cultura pop.

Es cierto que, de vez en cuando, aparecen películas o series que despiertan la pasión coleccionista, como nos pasa a los que nos encantan tener tazas de alguna producción en particular o los populares Funko. Sin embargo, más allá de Marvel, Disney o Harry Potter, no recuerdo una producción que tuviera tanto potencial para expandir su interés, provocándonos el deseo de poseer algo que nos recuerde la experiencia vivida en cines.

Y es que Barbie promete arrasar. De eso no hay duda. No solo por la curiosidad que genera la comedia sobre la famosa muñeca de Mattel gracias al equipo creativo que la compone, empezando por Greta Gerwig, una directora que siempre destaca por su visión femenina, original e intimista, así como la credibilidad artística de la que disfrutan Margot Robbie y Ryan Gosling. Sino también por los ángulos modernos que habrían incluido en la historia con una visión que rompe con la imposición superficial que arrastra la figura de Barbie. Así como las reacciones positivas que vemos en redes sociales o el factor nostálgico entre las diferentes generaciones que jugamos con Barbie y Ken.

Evidentemente, ni Mattel o Warner iban a desperdiciar la oportunidad de exprimir el poder de Barbie a través del merchandising. Sin embargo, en este caso, en lugar de apostar por la muñeca de turno y productos clásicos, parecen haberse expandido al máximo, reflejando la gran confianza que tienen a través de una campaña masivamente rosa, todo tipo de productos y para todo tipo de espectadores, mientras hacen desfilar a sus estrellas por diferentes rincones del mundo con Margot Robbie convertida en una Barbie de carne y hueso.

No sé si les pasa también, pero todo esto me recuerda a aquellos años en que Hollywood apostaba al máximo por sus blockbusteres, apelando a la relación con el espectador creando una conexión que continuaba después de salir del cine. Sin necesidad de superhéroes, sin Tom Cruise o Star Wars como imán de atracción. Sino apostando por una película son sabor a blockbuster de manera masiva.

Todavía es pronto para saber cómo va a reaccionar el público. Pero tanta confianza me produce incluso más ganas de verla. Barbie se estrena el 20 de julio.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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