Jennifer Lawrence rompe el mito más extendido de la comedia actual con su nueva película

El regreso de Jennifer Lawrence siempre es digno de celebrarse, sobre todo si ocurre con una comedia que explota su vertiente más carismática y divertida de la mejor manera posible. Y es que la estrella de Los juegos del hambre y ganadora del Óscar por Los juegos del destino acaba de estrenar en cines Hazme el favor, una historia romántica en la que no solo nos ofrece un cóctel de risas y amoríos, sino que se adentra en una trama tremendamente alocada que demuestra que uno de los mitos que asolan al género en la actualidad carece de toda lógica.

Con el paso de los años y con la sociedad tomando consciencia de cuestiones controvertidas, ha sido habitual mirar con malos ojos películas del pasado que no se adecúan a la visión actual, especialmente en géneros como la comedia, donde a la hora de buscar la diversión a veces se han sobrepasado extremos inimaginables. Por ello, llevamos tiempo escuchando expresiones como “esta película no podría hacerse hoy en día” o leyendo artículos o entrevistas donde hasta sus propios responsables o protagonistas hablan de la imposibilidad de replicar esquemas del pasado en títulos actuales, como bien podría ser el caso de sagas como American Pie.

Sin embargo, con Hazme el favor, donde Jennifer Lawrence también ha trabajado como productora, estamos ante un título que demuestra justo lo contrario, puesto que hablamos de una comedia que se adentra en lo más profundo de lo políticamente incorrecto, en un humor que roza lo burdo y que llevamos tiempo sin ver explotar en pantalla por el temor de Hollywood a adentrarse en terrenos escabrosos. Y lo mejor es que lo consigue sin ofensa de ningún tipo, sin hacernos pensar que estamos ante una comedia fuera de lo moralmente aceptable.

Para empezar, la trama de Hazme el favor está llena de detalles extremadamente controvertidos. Su argumento gira sobre una joven treintañera que, en su desesperación para conseguir dinero y pagar sus deudas, es contratada por unos padres ricachones para seducir y hacer perder la virginidad a su hijo de 19 años, lo que creen que le ayudará a desenvolverse socialmente cuando el próximo curso vaya a la universidad. Es decir, una propuesta que, a primera vista, se le podría reprochar la cosificación de su protagonista como mero objeto de placer sexual o el manipular a un adolescente para una relación con alguien mucho mayor que él, entre otras cosas.

Por suerte, en ningún momento sientes que estés viendo algo fuera de norma que no se adapte a los preceptos de la sociedad actual. La película es plenamente consciente de lo pasadas de rosca que están sus escenas y lo mucho que pueden chocar en los espectadores, y por ello, en vez de basar el humor en la situación en sí, ponen el foco en el impacto de lo tremendamente inmoral que es todo lo que pasa en pantalla, sabiendo pisar el freno en el momento justo y aportando dosis de cariño y sentimiento con los que marcar distancia y elevar la película más allá del sentido de la comedia.

Por ejemplo, no nos reímos de la cosificación o sexualización de un personaje como bien ocurría en muchas comedias de este estilo del pasado, sino de que lo surrealista de la situación después de que la propia historia te haya dejado claro lo terriblemente mal que está todo. Y lo mejor es que no lo hace desde un marcado discurso moralista, sino cuidando la relación entre sus dos protagonistas, llevándonos a sentir apego por sus situaciones y haciéndonos pensar de forma inconsciente en lo correcto o incorrecto de la deriva de sus amoríos.

Es una fórmula que funciona como un reloj y que demuestra que todo tipo de comedia aún tiene cabida hoy en día, que rompe el mito de que hay determinados enfoques cinematográficos que en la actualidad no podrían hacerse. Solo hay que saber posicionar su humor y darle la perspectiva adecuada dentro de la historia, sin necesidad de recalcar nada con palabrería pedante, como bien ha demostrado este último trabajo de Jennifer Lawrence.

Personalmente, hacía tiempo que no disfrutaba tanto de una comedia romántica en el cine. Primero, por el hecho de que en los últimos años el género se ha limitado al streaming y apenas hemos tenido ocasión de verlo en la gran pantalla, pero sobre todo por lo extremadamente divertida que es al perder el miedo a abordar lo políticamente incorrecto y ofrecer un humor que llevábamos tiempo sin catar en su más pura esencia. Además, también hablamos de una cinta muy entrañable donde es fácil enamorarse de la relación de su pareja protagonista, lo que sin duda posiciona a Hazme el Favor como una de las apuestas románticas y cómicas más refrescantes del 2023.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VÍDEO

Jennifer Lawrence está totalmente abierta a retomar el papel de 'Los Juegos del Hambre'

'Flash' expone la grieta que pone las cosas más dificiles al cine de superhéroes

Una serie de ciencia ficción muestra a la competencia cómo ganarle terreno a Netflix

Hollywood está haciendo desaparecer un tipo de cine romántico que nos encantaba