Damas de honor: sal del dilema y elige con acierto

Texto: Verónica Ortega

Las damas de honor son mucho más que un grupo de mujeres que estarán a tu lado en el altar. Se trata de compañeras que recorrerán contigo el camino hacia la boda perfecta. Ayudantes, cómplices, consejeras y hasta mediadoras. Este equipo es inestimable, pero ¿cómo conformarlo a tu favor y sin dramas familiares? Te damos algunas pistas.

Pregúntate: ¿Qué espero de mis damas de honor? / Foto: Thinkstock
Pregúntate: ¿Qué espero de mis damas de honor? / Foto: Thinkstock

Tómate tu tiempo

Tan pronto pasa la emoción del anillo de compromiso, comienzas a imaginar la boda de tus sueños, y tus damas de honor entran a escena. Un grupo selecto de “doncellas” te viene a la mente y el impluso de llamarles para hacerles la propuesta es casi irresistible. ¡Detente! Si en verdad quieres contar con el clan ideal, algunas reflexiones son primordiales antes de decidir. Entérate de cuales…

Pregúntate: ¿Qué espero de mis damas de honor?

¿Deseas que te acompañen en cada paso de la planeación?, ¿valoras las opiniones de tus allegadas? o ¿eres una novia que prefiere tomar sus propias decisiones? Responder a estos cuestionamientos te dará una guía del perfil que debes buscar.

Si su compañía y puntos de vista son importantes para ti, entonces evalúa si quienes están en tu lista tienen la disponibilidad de tiempo y la voluntad de acudir contigo a las múltiples citas y actividades que te esperan. ¿Consideras que para alguna puede ser complicado, pero no quieres dejarla fuera? Invítala a ser parte, sin embargo, déjale saber que comprendes sus limitantes.

Valora la intimidad ¡y la sensatez!

La planeación de una boda puede despertar sentimientos y emociones intensos. Una dama de honor que te conozca en tus buenos y malos momentos, y que esté en contacto con tu estilo de vida, sabrá comprenderte, proponer o alejarse cuando sea necesario. Lo que nos lleva a otro atributo esencial en tus candidatas: elige damas prudentes, que sepan conciliar, mediar y que no tiendan a exaltarse. ¿Un plus? Que sean cercanas a tu familia ¡y a tu novio!

Los dilemas familiares

Dejarte llevar por el corazón y la intuición al elegir a tus damas de honor suena bien, pero también ¡hay que usar la cabeza! En la boda ideal, tendrías libertad absoluta para conformar a tu equipo, pero en la vida real, es muy probable que te enfrentes con “expectativas” de los tuyos y de tu familia política.

Antes de rebelarte, enojarte y descartar a esa prima o cuñada que tus padres o suegros te piden elegir, piensa dos cosas:

1. ¿Qué sería más infortunado, que se unan a tu comitiva o las fricciones que puede generar el que no sean parte de la misma? ¡Contempla el largo plazo!

2. ¿Puedes asignarles una función relevante en tu boda, sin que ello implique que sean damas de honor, pero que envíe el mensaje de que fueron tomadas en cuenta? Si es así, ¡hazlo! Quizá sea la solución al dilema y podrías tener el equipo de tu preferencia.

Y tú, ¿has estado frente a este dilema alguna vez? ¿Cómo lo resolviste? ¿Qué otros consejos puedes compartir con nosotros? ¡Escríbenos!

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