Amistad entre mujeres, una ventaja evolutiva

En el primer año de secundaria me ocurrieron dos cosas muy importantes: tuve mi primera menstruación y me uní al grupo de amigas que me acompaña hasta le fecha. Recuerdo que cuando nos fuimos juntas de vacaciones la primera vez, nos percatamos de que nuestro periodo menstrual coincidía. Me llamó tanto la atención que, como parte de mi proyecto final de biología, hice una pequeña investigación sobre el tema. Encontré que a través del sudor, la saliva, la respiración y las lágrimas nuestro cuerpo segrega hormonas, éstas son captadas por las mujeres que nos rodean y eso provoca que se sincronicen los periodos menstruales.

Las hormonas hacen perdurar la amistad entre mujeres - iStockphoto
Las hormonas hacen perdurar la amistad entre mujeres - iStockphoto

Los investigadores han interpretado este fenómeno como una ventaja evolutiva. Como ocurre en otras especies, si todas las hembras están fértiles en el mismo lapso de tiempo, existen mayores posibilididades de ser fecundadas por el macho dominante cuando llega el tiempo de la cópula. En la especie humana el fenómeno se ha reinterpretado a través del tiempo. Por ejemplo, se sabe que en las culturas premodernas la sangre menstrual era muy apreciada y se recolectaba para realizar rituales de fertilidad. Y en el Medio Oriente los jeques reagrupaban periódicamente a las mujeres de su harem para evitar que sus periodos menstruales se sincronizaran. Lo que resulta sorprendente, sin embargo, es que a pesar de los procesos de urbanización y los cambios en el comportamiento humano, ese rasgo se mantenga hasta hoy. Imagino que si en la oficina todas las chicas dejáramos de tomar anticonceptivos, nuestros ciclos recuperarían su ritmo natural y, muy probablemente, nuestros periodos iniciarían más o menos al mismo tiempo.

Si bien el fenómeno no es un asunto nuevo, lo que resulta interesante son las interpretaciones recientes. Hoy sabemos que además de ser una ventaja evolutiva, la sincronización de los ciclos hormonales en las mujeres representa una ventaja social, puesto que ayuda a fortalecer la amistad y a generar vínculos más sólidos en los grupos humanos. Los científicos de la Universidad de Los Ángeles, California, después de varias décadas de investigación, han mostrado que la amistad entre mujeres también es sinónimo de salud y longevidad. La clave está en el funcionamiento de la hormona oxitocina, también conocida como la hormona del amor.

En una situación de estrés las mujeres aumentan su producción de estrógenos y oxitocina. La oxitocina activa la necesidad de proteger a los hijos y de agruparse con otras mujeres. Uno pensaría que los niveles de oxitocina bajan cuando ya se han agrupado, pero ocurre justamente lo contrario ya que se produce una cantidad aún mayor para reducir el estrés colectivo y provocar un efecto calmante hasta que pase la situación de peligro. En los hombres, en cambio, el estrés detona la producción de testosterona, pero ésta neutraliza los efectos de la oxitocina. (Eso explicaría también por qué, ante una situación de peligro o estrés, el hombre es más propenso a pelear). En las mujeres, la producción de estrógenos favorece el efecto de la oxitocina y aumentan la agudeza olfativa para percibirla.

Otra de las interpretaciones de este estudio es que la oxitocina permite construir lazos emocionales más sólidos entre las mujeres, lo que se traduce en salud, longevidad y plenitud. Esta interpretación parte de dos indicadores. Primero los investigadores detectaron que las mujeres que no entablaban amistad con otras mujeres tienen más problemas de presión arterial y colesterol. Por otra parte, notaron que cuando las mujeres pasan por momentos críticos (como la muerte del cónyuge) aquellas que confían plenamente en sus amigas se recuperan en un menor lapso de tiempo y se mantienen saludables. La ecuación funcionaría de la siguiente forma: a más y mejores amigas, mayor probabilidad de vivir saludable y plenamente.

Twitter: @luzaenlinea

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