Acuerdos y desacuerdos en pareja (parte 1)

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Diana M. Resnicoff es licenciada en psicología, sexóloga clínica y secretaria científica de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (S.A.S.H.).


Todas las parejas coinciden en algunos puntos y en otros no, y esto también se ve en lo referente a sus encuentros sexuales. Éstos van más allá de las conductas tradicionales coitales y pueden involucrar a terceros; sexo manual, oral o anal; juegos sadomasoquistas; y variantes que algunas parejas se permiten y otras, no. Lo importante en cada pareja es acordar sobre lo que cada uno permite, en cuanto a conductas y fantasías sexuales.


¿Qué valor tienen las fantasías sexuales en pareja?

Las fantasías sexuales retroalimentan la sexualidad. En muchas parejas, a medida que pasa el tiempo, lo que era novedad ya no lo es, y si se le agregan las rutinas del trabajo, los niños, las deudas, no hay romanticismo ni pasión sexual que resista tanta presión y tanta familiaridad. Es ahí donde la aparición y el mantenimiento de las fantasías pueden ser una interesante manera de recuperar el erotismo.

La fantasía sexual sirve, a veces, como el más penetrante afrodisíacos, desencadenando en nuestras cabezas el deseo sexual. Las escenas fantaseadas, si bien solo son excursiones de la mente, ayudan a encontrar excitación, aventura, autoconfianza y placer. De esa manera se recrean escenas que pasaron y armamos otras con cosas que deseamos, pero que no hacemos por no atrevernos o porque nos asustan; o porque simplemente queremos que permanezcan como fantasías. Pero cuando se decide compartirlas y hacerlas realidad, es importante tener en cuenta que nunca va a ser lo mismo lo fantaseado a lo vivido y que, una vez llevadas a la realidad, pierden su carga erótica, su magia.


¿Cuáles son las preferencias sexuales más “conflictivas” en la pareja?

Sin duda las relaciones anales, preferidas por la mayoría de los hombres. Esta preferencia se debe al hecho de ser la mucosa anal, mucho más ceñida que la de la vagina, por lo cual, la sensación es más intensa y excitante. Además, tiene un sentido adjudicado desde la mitología machista, de sometimiento, por la postura y el hecho de estar en posición superior. En cambio, a la mayor parte de las mujeres, la relación anal no les produce placer.


¿Qué pasa con el sexo oral?

Muchas mujeres alcanzan el orgasmo mediante sexo oral. Algunos varones sienten rechazo por los genitales femeninos o por los fluidos y piensan que son para penetrar y no para besar; algunas mujeres también suelen tener reticencias a hacer sexo oral al varón. El rechazo puede ser con una persona, por falta de higiene o por una aversión a los fluidos corporales que se da más allá de una pareja en particular. Si alguno de los dos rechaza esta práctica, es importante hablar y explicarle al otro que no es un rechazo a la persona, sino al acto en sí.

Indudablemente, pedir, compartir e informar son soportes que permiten alcanzar altos grados de intimidad con el otro.

¡No te pierdas la segunda parte de los acuerdos y desacuerdos en pareja!


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