¿Cómo actuar con los niños en caso de accidentes?
Esta nota no es como hacer un curso de primeros auxilios. Ni siquiera la autora puede garantizar que evite algún inconveniente mayor en caso de accidente. Sabemos que en esas ocasiones no tenemos tiempo de buscar un libro o un texto que nos dé instrucciones. Pero es importante aprender a conocer cómo moverse, porque luego de leer y escuchar repetidas veces lo mismo alguna enseñanza queda. Al entenderlos bien cuando estamos tranquilos podremos reaccionar mejor en esas circunstancias.
Lo primero que tenemos que hacer es llamar a un médico o a una guardia de urgencia, de acuerdo a lo que requiera cada caso. Pero durante la espera se puede avanzar con algunos pasos que resultan fundamentales para el accidentado.
Fracturas: lo principal es que el accidentado no se mueva. Luego, mientras viene a socorrerlo el servicio de urgencia, el primer paso es inmovilizar la fractura colocando una tablilla o una superficie plana debajo o a los costados de la herida. Es importante cubrirla, para que el niño no se impresione, y vendarla moviéndola lo menos posible. Hay que tener cuidado de no apretar demasiado el vendaje para que no le corte la circulación. Aunque estará bastante dolorido, es importante que se mantenga lo más calmo posible. Atención: si la fractura es en la columna vertebral o en la cadera se recomienda no tocar al niño. En caso de tener que llevarlo a algún hospital, lo mejor es colocarlo en una superficie rígida (como una tabla de planchar) que cubra toda su altura, atarlo para que no se mueva y trasladarlo de esa manera.
Intoxicación: en estas circunstancias lo más importante es intentar descubrir lo que ha ingerido el niño y buscar el prospecto o etiqueta del producto para ver si indica qué hacer. Por otra parte, es fundamental entregárselo al médico para que sepa cómo medicarlo. Mientras tanto, afloje su ropa y si está desmayado acomódelo de lado.
No induzca el vómito, pero si no pudo evitar que lo haga, trate de juntarlo en un recipiente para que lo analicen el la clínica u hospital. Si observa que tiene quemaduras en la boca debe intentar limpiarlas con agua fría. Asimismo, para diluir el producto lo mejor es darle 3 vasos de agua, jamás leche. De todas maneras, lo mejor es llamar cuanto antes a un centro de intoxicaciones. Si la situación no es grave (el niño respira bien), se puede solucionar desde el hogar siguiendo las instrucciones del profesional.
Convulsiones febriles: este síntoma, que suele asustar mucho a los padres, se puede producir hasta alrededor de los 5 años. Pero en la mayoría de los casos no se trata de algo grave, sino simplemente de un brusco cambio de temperatura corporal. Asimismo, no deja secuelas en el niño. De todas maneras, es indispensable controlar el tiempo de la convulsión que no debe ser mayor a 15 minutos. En caso contrario hay que acudir a una urgencia. Se procede de la siguiente manera: acueste al niño de lado, lejos de cualquier objeto con el que se pueda golpear. En esa posición puede respirar mejor y evita, en caso de vómitos, que se aspire. Hay que aflojarle la ropa y no sostenerlo, a menos que pueda lastimarse. Luego, una vez que ha pasado el momento crítico se debe bajar la fiebre con paños fríos y un antitérmico. Es importante no intentar bañar al niño mientras está con las convulsiones porque eso lo hará sentir más incómodo.
Atragantamiento: hay que procurar tomar al niño desde atrás por el tórax, bajarle la cabeza con una mano y con la otra dar unos golpes secos en las escápulas, hasta que logre escupir aquello que lo está asfixiando. Si no se resuelve la situación, hay intentar con la maniobra de Heimlich; que consiste en rodear con los brazos su abdomen y con ambas manos y los puños cerrados, debajo del esternón, empujar con golpes secos hacia adentro y arriba. Si se trata de un niño muy pequeño, basta ponerlo sobre la falda cabeza abajo y darle 5 golpes secos entre los omóplatos, con el talón de la mano.
Quemaduras: alejar lo más rápido posible al niño del lugar que provocó la herida. Es posible que la quemadura siga avanzando; por eso hay que llevarlo rápidamente hasta un grifo con agua corriente (nunca dentro de un recipiente ya que puede calentarse) o colocar compresas frías de suero fisiológico, durante 10 minutos. Si ha quedado algo (como tela) pegado en la herida no hay que retirarla ni frotar con la toalla. Tampoco deben reventarse las ampollas, ni aplicarle aceite, manteca o hielo. La herida se seca por medio de pequeños golpes. Cúbrala con una gasa limpia y llévelo al especialista para que discrimine qué tipo de herida es y pueda tratarla como corresponde.
Un último consejo: es importante estar seguros de lo que haremos, de lo contrario es mejor dejar que venga el socorro con gente idónea.
Fuente consultada: Primeros Auxilios para Bebés y Niños, de Dr. Mitchell J. Einzig
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