Brooklyn Beckham 'nunca' lava sus jeans

El hijo de la diseñadora de moda, Victoria Beckham y del futbolista David, ha revelado que posee más de 150 pares de calcetines, que le gusta coleccionar camisetas vintage y que se niega a lavar sus pantalones vaqueros. credit:Bang Showbiz
El hijo de la diseñadora de moda, Victoria Beckham y del futbolista David, ha revelado que posee más de 150 pares de calcetines, que le gusta coleccionar camisetas vintage y que se niega a lavar sus pantalones vaqueros. credit:Bang Showbiz

Brooklyn Beckham "nunca" lava sus jeans.

El hijo de la diseñadora de moda, Victoria Beckham y del futbolista David, se ha sincerado sobre sus hábitos de estilo en una nueva entrevista y ha revelado que posee más de 150 pares de calcetines, que le gusta coleccionar camisetas vintage y que se niega a lavar sus pantalones vaqueros.

Cuando se le preguntó con qué frecuencia limpia sus vaqueros, Brooklyn declaró al periódico The Sunday Times: "Nunca los lavo".

Y añadió sobre su extensa colección de calcetines: "Probablemente tengo más de 150 pares. No es que me los ponga una vez y luego los tire. Me gusta tener muchos cuando viajo y me gusta cambiarme mucho de calcetines, así que me gusta tener muchos. Es lo mío".

También explicó que le apasiona coleccionar camisetas vintage y que no se deshace de ellas aunque ya no las use.

Brooklyn añadió: "Me gusta coleccionar camisetas vintage. Compro muchas en el World of Vintage Tee Shirts de Melrose Avenue, en Los Ángeles, y hay unas 15 que tengo desde hace años y que ya no me pongo, pero de las que no quiero deshacerme. Tengo una vintage de Stone Roses que le robé a mi padre cuando tenía 12 años. Su talla de entonces es mi talla de ahora".

También compartió el mejor consejo de moda que ha tenido de sus padres súper estilosos, diciendo a la publicación: "Mi madre siempre me decía: 'Ponte algo sencillo que quede bien'. Me encanta el estilo de mi padre. Siempre me ha dicho: 'No te vuelvas demasiado loco', pero luego le enseño fotos suyas con mi madre a principios de la década de 2000 y me digo: 'Papá, ¿cómo no será una locura?".