Cine 2023: un año con altas y bajas muy pronunciadas, récords de convocatoria y el protagonismo de las películas argentinas
Se cierra para el cine un 2023 de cifras dispares, con altas y bajas muy pronunciadas para las películas en cartel y el movimiento de público en las salas, con triunfos y fracasos resonantes ligados a géneros específicos y, sobre todo, con un protagonismo inusual de la producción nacional. El año empezó en todo lo alto para el cine de nuestro país gracias a los extraordinarios logros de Argentina, 1985 en su proyección internacional, coronada con una nominación al Oscar y el Globo de Oro a la mejor película internacional, además de otros reconocimientos. Y concluyó en medio de la incertidumbre por el destino del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), uno de los organismos apuntados (al menos en la campaña electoral) por el flamante gobierno de Javier Milei dentro de un amplio plan de achicamiento del Estado.
Los últimos doce meses fueron especialmente exitosos en materia artística para el cine argentino, con algunos títulos muy valorados en los círculos más rigurosos de creadores, observadores y críticos aquí y en el exterior (Trenque Lauquen, Puan, El rapto, Blondi, Los delincuentes y las inéditas El auge del humano 3, Eureka y La práctica), así como un reconocimiento de amplio rango que va desde las producciones más grandes hasta el cine de autor, en este último caso hasta en sus vertientes más audaces y experimentales, en varios festivales importantes, tanto locales como internacionales. La indefinición oficial respecto del futuro del Incaa agrega sombras en el final de un año luminoso en términos creativos para la pantalla nacional.
La presencia del cine argentino en el total de estrenos del año aumentó en estas últimas semanas gracias al poder de convocatoria de los documentales celebratorios del primer aniversario del Mundial. Muchachos (el documental más visto en los cines argentinos de los últimos 26 años) y Elijo creer, con amplia ventaja para la primera, superaron juntas el millón de entradas y la cifra elevó casi al 8 por ciento el aporte del cine nacional a un mapa de estrenos (unos 650, cien más que en 2022) dominado de manera excluyente por material estadounidense. El 87 por ciento de los lanzamientos fue de ese origen.
Ese promisorio cuadro también se extendió al terror, género que encontró este año una constante, sostenida y para muchos sorprendente presencia en los cines. No hubo semana sin que llegaran a los cines una o dos novedades de esta corriente que en los mejores casos encontró una respuesta favorable en la taquilla y con dos de sus estrenos (Five Nights at Freddy’s y La monja 2) en el Top 10 de lo más visto del año . El fenómeno más llamativo es el de Cuando acecha la maldad, de Demián Rugna, una película argentina de bajo presupuesto ubicada entre las propuestas más extremas del género que batió todos los récords históricos para el cine de terror local y llevó a los cines casi tantos espectadores como The Marvels.
Fue justamente el cine de superhéroes el reverso de esa moneda, con una sucesión de fracasos y decepciones que dejaron a la vista el agotamiento creativo de una idea hasta ahora casi invulnerable como sus personajes principales. Solo Guardianes de la Galaxia, vol. 3 ocupa un lugar entre las 10 películas de mayor convocatoria en una lista encabezada por Barbie, la más vista del año y además la única que superó los tres millones de espectadores. Detrás de este verdadero fenómeno que atrajo al público más allá de sus méritos cinematográficos aparecen como siempre producciones animadas de altísimo perfil (Super Mario Bros., Elementos, El Gato con Botas: el último deseo), secuelas (Rápidos y furiosos X; Avatar, el camino del agua) y remakes (La sirenita).
La atracción de los títulos más potentes movilizó como nunca al público en dos momentos precisos del año. Los cines vivieron el mejor mayo de los últimos 26 años en materia de convocatoria con casi cinco millones de entradas vendidas. Y la penúltima semana de julio pasó algo parecido: hubo en esos siete días tres millones de personas en las salas gracias al estreno simultáneo de Barbie y Oppenheimer, tándem al que se sumó en ese momento la exitosa Elementos. Esas dos instancias de altísima concurrencia contrastaron con otras semanas que tuvieron salas casi vacías.
Todo este comportamiento irregular del mercado local se produjo en un contexto marcado por la extensa huelga de actores (sobre todo) y escritores en Hollywood que condicionó el funcionamiento de la industria más fuerte del mundo. Sus efectos no se vieron este año pero determinarán con mucha fuerza el plan de estrenos de 2024 también en nuestro medio.
El año dejó otras perlas y curiosidades dignas de destacar: el regreso de Damián Szifron tras una década de silencio con Misántropo, su primera película rodada en inglés y fuera de la Argentina, el debate abierto por Sonido de libertad (película auspiciada por grupos cristianos que adquirieron entradas a granel para repartirlas entre sus seguidores), la nueva estrategia de plataformas de (Mubi, Netflix) de estrenar por pocos días algunos de sus títulos fuertes como adelanto de su llegada al streaming.
Las mejores películas del año, según los críticos de LA NACION *
Los asesinos de la luna, de Martin Scorsese (próximamente en Apple TV+)
Los Fabelman, de Steven Spielberg (HBO Max)
Los delincuentes, de Rodrigo Moreno (Mubi)
Tár, de Todd Field (HBO Max)
Hojas de otoño, de Aki Kaurismäki (en salas y próximamente, en Mubi)
Trenque Lauquen, de Laura Citarella
Oppenheimer, de Christopher Nolan
La sociedad de la nieve, de Juan Antonio Bayona (en salas y próximamente en Netflix)
Los espíritus de la isla, de Martin McDonagh (Star+)
Misión imposible: sentencia mortal parte 1, de Christopher McQuarrie
* Según los votos de Marcelo Stiletano, Natalia Trzenko, Paula Vázquez Prieto, Guillermo Courau, Pablo De Vita, Leonardo D’Esposito, Alejandro Lingenti, Milagros Amondaray, Martín Fernández Cruz y Hernán Ferreirós
“Me encantó volver al cine este año para ver una película de gente real con una trama que apasiona, con actuaciones fabulosas, filmada por un maestro en su mejor forma, como es Los asesinos de la luna. Hacía mucho que no disfrutaba una película de Martin Scorsese de manera tan profunda. Y si bien algunos piensan que la duración es excesiva o que es lenta, a mí me absorbió y me apasionó desde el principio. Es una historia que desconocía sobre la situación de los indios en los Estados Unidos. Y que tiene un plus: además de invitarnos a volver al cine a presenciar una historia dramática tan poderosa, ver a Robert De Niro y Leonardo DiCaprio es volver a ver a grandes estrellas en la pantalla grande. Yo extraño mucho a las estrellas de cine. Al ver las escenas y los diálogos que comparten te das cuenta por qué son estrellas. Es algo que nos está haciendo falta. El cine de hoy, con su sistema de distribución tan pequeño en los cines y tan de nicho en las plataformas está evitando a las grandes estrellas, algo que va a dañar mucho al cine en el mediano plazo”.
Juan José Campanella, director de cine