Coldplay en River Plate: Chris Martin cantó con Tini en el quinto show de la banda
En la quinta noche de Coldplay en River Plate, la banda liderada por el carismático Chris Martin sacó el as que tenía en la manga. Si intuíamos que la participación de Jin de BTS no iba a ser la única sorpresa del exitoso grupo inglés, que llegó para permanecer por un largo rato en Buenos Aires de la mano de su tour Music of the Spheres, es porque sabíamos que diez conciertos eran bastantes como para que la banda británica se ajustara al guion del show. Y aunque primero se anunció que mañana miércoles habría un artista invitado sorpresa, el hecho se adelantó y se produjo este martes. Tini subió a escena invitada por Chris Martin y acompañó al cantante en dos temas, uno de los británicos y otro de ella.
Primero hicieron juntos “Let Somebody Go” (canción que en Music of the Spheres Martin canta con Selena Gomez) y luego fue el turno de lo más asombroso, “Carne y hueso”, canción de Martina “Tini” Stoessel, que contó con el acompañamiento de toda la banda.
Antes, el show había comenzado como cada una de las presentaciones de Coldplay en River Plate, en el marco de esta serie récord que desbancó a Roger Waters con The Wall. De esa manera, “Music of The Spheres”, “Higher Power” y “Aventure of a Lifetime”, con el líder sonriente caminando, trotando y acortando la distancia con el corazón del campo, gracias a la pasarela que desde el centro del escenario conecta con el público más fervoroso.
“Paradise” produjo la primera gran explosión y “The Scientist” la calma, con Martin al piano, que más adelante comentó: “Muchísimas gracias y bienvenidos al mejor martes de mi vida. Estamos felices acá en Buenos Aires, la casa de nuestros corazones. Lentamente estoy aprendiendo español… Gracias por estos conciertos, son un regalo de Dios… Vamos a darte el cien por ciento”.
Otra vez a la pasarela, a su extremo, todos juntos para hacer desde allí “Viva la vida”, otro clásico imbatible del grupo que moviliza a todo River a bailar, cantar y alzar los brazos en dirección a la luna. Tras “Hymn flor The Weekend”, finalmente se produjo el momento que algunos intuían y que la mayoría ignoraba: la participación de Tini.
La melodía al piano del clásico “Olé olé olé, Diego Diego…” coreado por todo el estadio. Es Chris Martin quien se vuelve a sentar al piano, solo en la punta de la pasarela. Y es el instante en el que sube Tini para hacer a dúo en inglés y en castellano “Let Somebody Go”. “Muchísimas gracias Tini. Perfecto”, exclama Martin al final y ella toma la posta.
“Buenas noches Argentina. Hermoso estar acá, muchísimas gracias por esta oportunidad, es lo más lindo que me pasó en la vida. A ver si conocen esta canción”, dijo antes de arremeter con su balada “Carne y hueso”, junto a un coro monumental. Tras una impecable interpretación, el sentido abrazo de la ex Violetta con Martin puso final al pasaje que quedará en el recuerdo, al igual que la primera vez que Coldplay hizo “De música ligera”.
“Nuestra mejor canción
Ya nos habíamos acostumbrado a la versión de “De música ligera” de Coldplay, que la banda estrenó sorpresivamente en 2017 en su visita anterior, en el Estadio Único de La Plata. Tras ello, Chris Martin la grabó para el show multimedia Gracias Totales-Soda Stereo, que capitanearon Charly Alberti y Zeta Bosio, y en el que se podía ver desde las pantallas al intérprete británico entonar el clásico del trío que lideró Gustavo Cerati.
En la noche de este martes, ahora su nuevo mejor martes de toda su vida (recordemos que la frase ya la había pronunciado el 25, durante el primer show en River, que fue hace siete días), “De música ligera” volvió a sonar como penúltimo tema de la lista. “Nuestra mejor canción”, introdujo Chris Martin y la banda enseguida arremetió de lleno con el clásico de Soda: una interpretación correcta con un Martin que cada vez la canta mejor y con un estadio que lo deja todo, como a finales de siglo cuando Cerati, Alberti y Bosio se despidieron o como cuando en 2007 regresaron como “una burbuja en el tiempo”.
En esta quinta noche de recital, Chris Martin ya se mueve como un porteño más, o como un hincha de River que está bien acostumbrado a caminar por el Monumental, solo que sobre un imponente escenario que maneja a su antojo, con elegancia y solvencia. Cuenta que su castellano mejora y sonríe, corta a la banda en seco para pedirle a todo el público que guarde sus celulares, que por una canción libere sus manos de aparatos tecnológicos y utilice su vista para mirar sin objetos que intermedien. Pide que movamos los dedos de las manos para mandar paz al mundo, a Ucrania, a Corea (por Seúl, dice, en alusión al trágico festejo de Halloween en el que murieron 150 personas) y sigue moviéndose por la pasarela como si el show aun estuviese en su tramo inicial. Tras poco más de dos horas, los fuegos artificiales le ponen el moño a la quinta noche de Coldplay en el Monumental. Estamos a la mitad de la faena y aun hay mucha historia por escribir.