Los errores que no debes cometer cuando vuelvas a visitar los salones de belleza
Durante los meses de confinamiento algunos se aventuraron a cortarse el cabello por sus propios medios, otros aprendieron a teñirlo en casa y, seguramente, en la mayoría de los casos el acabado no resultó tan pulido como se esperaba.
Hoy en día, con la reapertura de salones y otros locales dedicados a la estética, somos muchos los que requerimos un servicio verdaderamente profesional, pero el regreso amerita modificar hábitos frecuentes e incluso adoptar nuevos. Tanto clientes como estilistas estamos más preocupados por la salud e integridad que antes, por lo que la forma en que actuamos también ha cambiado.
En primer lugar, hay que destacar que, independientemente del tipo de local al que iremos y el tipo de servicio, debemos evitar presentarnos con síntomas de COVID-19, así creamos que no tenemos la enfermedad. Con alta temperatura o tos, es mejor quedarse en casa y consultar inmediatamente al médico. Asimismo, si creemos estar expuestos a personas que puedan estar contagiadas, es mejor mantener la distancia social por un tiempo más.
Adicionalmente, entre las medidas adecuadas para preservar la seguridad y la salud de todos los involucrados, está ampliar el espacio entre las sillas, los equipos e implementos de trabajo de los estilistas, así como los asientos deben estar limpios y en constante desinfección, y las salas de espera no deben estar saturadas.
Serás precavida y pedirás cita
Aunque la mayoría de los establecimientos seguramente tomarán medidas estrictas de prevención, los clientes deben asegurarse de poner de su parte. Antes de ir al salón de belleza, es conveniente verificar qué reglas han diseñado en su plan de bioseguridad. Es posible que debamos llevar un juego de sandalias extra para estar dentro del lugar, o incluso el kit de manicure personal, pero solo lo sabrás si te comunicas antes de ir. Agenda tu cita y llega a la hora pautada.
Asistirás sola
Los tiempos que corren exigen que tengamos sentido común. No se trata de cuidarnos nosotros mismos, sino también cuidar a los demás con nuestras acciones. Define con antelación el servicio que necesitas. El día de la cita, preséntate sin compañía pues la distancia social amerita un número reducido de personas en los locales y lugares públicos.
La estilista de celebridades Sally Hershberger, consultada por Today, asegura que incluso “muchos salones eligen cerrar sus áreas de espera, y limitar la cantidad de personas dentro del salón. Esto significa que la única persona autorizada para asistir a una cita es la que va arreglarse el cabello”. Esta recomendación aplica también para quienes van con niños al salón. Es mejor evitar un mal rato y prevenir.
Te tomarás el tiempo estrictamente necesario
Al llegar, es posible que tengas que esperar en un área fuera del salón el momento del servicio para no saturar el tránsito del lugar. "Algunos salones piden a los clientes que esperen en su automóvil cuando llegan y luego les envían un mensaje de texto o los llaman cuando llega su momento de recibir servicios", explica Gina Rivera, artista y creadora de cabello o Colors by Gina y Phenix Salon Suites también consultada por Today.
Una vez en el salón, seguramente será tentador actualizarse conversando con el estilista. Una charla placentera llena de carcajadas sería lo ideal, pero resérvala y para el momento en que te están prestando el servicio.
Evita los saludos efusivos, abrazos o besos. Por el momento corresponde saludar sin contacto corporal y tener siempre presente que la experiencia de visitar al salón ha cambiado. Al momento de pagar evita hacerlo con efectivo.
El tiempo es muy valioso puesto que, con la distancia social, es menor la cantidad de clientes que pueden atenderse simultáneamente, esto se traduce en menos entrada de dinero para el establecimiento si no se administra la estadía de cada visitante con mucha eficiencia.
“El tiempo siempre es dinero y el tiempo es limitado, así que por favor sea considerado”, dijo Nick Stenson, director artístico de L'Oreal Matrix y servicios de salón de SVP en Ulta Beauty para la misma publicación.
No te sorprendas con el aumento de precios
Los salones de belleza han sido muy afectados por la pandemia y las medidas de confinamiento. En muchos casos fueron los primeros establecimientos que cerraron y ahora comienzan a abrir escalonadamente. Además, es posible que las medidas de prevención incrementen sus gastos y la menor cantidad de clientes que pueden recibir sume dificultades.
Adicionalmente las propinas representan una gran ayuda para los estilistas. Si es posible dar mayores propinas que antes de la pandemia, será de gran ayuda para mantenerlos a todos a flote.
“Generosas propinas podrían ser beneficiosas para los estilistas y salones de belleza durante este tiempo. Al incluir un 5% o más en su propina, ayudas a cubrir los costos del equipo de protección y el tiempo que su estilista tiene que dedicar al saneamiento para mantener su ambiente de salón seguro para todos”, dijo Stenson.
Lo último y quizás lo más importante es que no olvidemos las razones por las cuales visitamos estos espacios de belleza. Queremos vernos y sentirnos bien.
Muchas no solamente van para recibir un servicio, sino también para despejarse y disfrutar del momento que dedicamos a nosotros mismos. De hecho Daniela Yegres, especialista dedicada a la capacitación de estilistas en Latinoamérica, asegura que la gente anhela volver al salón porque también busca la manera de preservar su estima.
“Es una manera normal y hasta sana de subsistir, de mostrar fortaleza ante la adversidad. La parte emocional, ante la pandemia mundial y el aislamiento, es clave para fortalecer nuestro sistema inmunológico de la persona, por lo tanto el cuidado estético no es algo banal, sino necesario para salud del individuo”.
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