Conoce por qué suelen separarse las parejas con niños pequeños
Texto: Carmen Murtagh
Mientras eran dos, todo marchaba sobre rieles. Pero con la llegada del primer hijo, el vínculo entre ustedes cambió ¡demasiado! Porque no solo hay un miembro más en la familia, sino que ustedes ya no son los mismos a partir de su llegada. Toma nota de algunos tips para transitar esta etapa.
Por qué la separación después del primer hijo
En un estudio realizado por la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) y publicado en 2015 por la revista Nordic Psychology, 452 parejas con hijos respondieron un cuestionario que medía la calidad de su relación en cinco dimensiones diferentes: consenso, cohesión, satisfacción, sensualidad y sexualidad. Las preguntas fueron contestadas en tres ocasiones: cuando el primer hijo tenía 6 meses, cuando tenía 4 y finalmente a sus 8 años de edad.
Utilizando las respuestas de los padres a la pregunta “¿Qué factores creen que contribuyeron a su situación actual (tanto positiva como negativa)?”, los investigadores de Gotemburgo fueron capaces de formular 7 factores que contribuyen a la separación:
– Tensiones de la paternidad, es decir, todas las nuevas responsabilidades que requiere un bebé.
– Condiciones estresantes
– Falta de intimidad
– Comunicación insuficiente
– Diferentes personalidades e intereses
– Ningún compromiso (en la relación), en cuanto a trabajar en equipo para sacar adelante la relación.
– Efectos negativos de una adicción
La intimidad post-bebé
Tener un bebé, especialmente un primer niño, puede dificultar la vida sexual de la pareja. Parte de los motivos tienen que ver con la biología. “Las nuevas mamás experimentan cambios hormonales totalmente normales que disminuyen su libido“, dijo la psicóloga Wendy Walsh a Yahoo Parenting.
Los cambios en el cuerpo después del parto pueden hacer que una mamá se sienta menos atractiva, agregó la ginecóloga y obstetra Alyssa Dweck a ese medio. Además, durante el último trimestre del embarazo, los futuros padres tendrían niveles más bajos de testosterona, que reducirían su deseo sexual. Eso podría durar uno o dos años, según Walsh.
Y cuando llega el bebé, de repente hay una nueva criatura adorable pero necesitada en la que enfocar el amor y la atención, dice Dweck, posiblemente haciendo que uno de los padres se sienta invadido o incluso un poco descuidado. Incluso, cuando los nuevos padres están ansiosos por encontrarse en la intimidad, el estrés y la fatiga de cuidar a un bebé necesitado puede conducir al agotamiento y al estallido de temperamentos por parte de ambos. Eso les impediría sentirse cerca, dice Dweck.
¿Y entonces?
De esta manera, los investigadores del estudio aconsejaron a los padres de niños pequeños:
– Tener comunicación clara. Hablar abiertamente, claramente y con mensajes directos.
– Aumentar la sensualidad en la vida cotidiana. Ser generosos con los abrazos, los besos y el contacto físico.
– Pasar más tiempo juntos. Importante tanto para la pareja como para la familia.
– Afirmarse. Darse aprecio y amor mutuamente.
Y no esperar demasiado para buscar ayuda, si hay problemas en la relación.
¿Cómo ha cambiado tu relación de pareja a partir de la llegada de tu hijo?
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