Consuelo Duval y el valiente testimonio que ayuda a concientizar sobre el estigma del alcoholismo en mujeres
Hablar públicamente del alcoholismo no es fácil para mucha gente. Da pena, vergüenza o sentimiento de culpa. Hay celebridades que han sufrido con esta enfermedad y se han esforzado por recuperar y mantener su sobriedad, por lo que no tienen problema en compartir su experiencia. Consuelo Duval, por ejemplo, es una actriz que lo asume y su testimonio funciona para concientizar.
En México existe todavía temor o pudor para hablar del alcoholismo en las mujeres. Por un lado, el pensamiento social tiende a asociar dicha enfermedad con los hombres. Por otra parte, se estigmatiza al sexo femenino a partir de la cultura machista y misógina que considera que una mujer “se ve mal” consumiendo bebidas alcohólicas, minimizando así las diferentes causas que la llevan a beber.
Recientemente Lucero habló sobre el tema al comentar que ella decidió mantener alejado al alcohol de su carrera profesional porque no quería tentaciones, distracciones y posibles excusas que pusieran en riesgo sus objetivos. Y es que la bebida está muy presente en el medio del espectáculo.
“Duré años sin tomar una gota de alcohol, yo era abstenida total. No me llamó la atención, de chavita jamás tomé. (...) Quiero estar en mis cinco sentidos, quiero vivir mi vida, no quiero pasar dormida, adormilada y atontejada”, explicó en un live de sus redes sociales para contextualizar sobre los riesgos que corren las artistas.
Consuelo Duval, por su parte, se sinceró en el programa de Netas divinas sobre su relación pasada con el alcohol. Su testimonio provino luego de que la escritora Gaby Vargas compartiera que tras el fallecimiento de su marido aprendió a entender a los alcohólicos, pues su pena la llevó a encontrar en copas de vino un “alivio” para el dolor.
“Entiendes cómo quien recurre a eso es porque trae dolores muy fuertes y necesita salida, necesita algo que se lo anestesie”, concluyó Vargas. Asimismo, hizo hincapié en que esa fuga momentánea puede convertirse en un problema mayor porque se pierde la noción del control.
Tras escucharla y validar lo que expresó, Consuelo Duval se abrió para describir que ella cayó presa del trago ante una serie de vicisitudes y adversidades que se juntaron en su vida en un momento específico. La única solución que halló para contenerse fueron las bebidas alcohólicas.
“En la fecha que me avisan del cáncer de mi papá, y de mi hermana, y que todo mi mundo se empieza a (alterar), yo me agarré de la botella. Le di las gracias porque me evadió, pero finalmente la tristeza me alcanzó”.
Feliz por su actualidad, la actriz precisó que en este 2024 cumple seis años de sobriedad. Tomó conciencia de que las cosas no le favorecían con la ingesta de alcohol, por lo que hizo caso a su fuerza de voluntad para despedirse de la botella y afrontar su realidad aunque saliera lastimada.
“Dejé de beber en 2018. Dije “ya no más, este no es el camino”. El dolor sigue ahí. Entonces eso hice, dejé la botella, enfrenté el dolor como vino y soy ésta ahora”.
Fue en 2015 cuando falleció, víctima de cáncer, José Antonio Dussauge, padre de Duval. Su hermana, Lourdes Dussauge, también padeció cáncer; Consuelo optó por evadir la noticia al asumir que no era verdad, que eso no era posible. Se trató de un período crítico para su núcleo familiar.
Pero no sólo eso. En el plano profesional igualmente vivió un lapso de crisis en 2014 cuando fue despedida de Televisa como consecuencia de un comportamiento desenfrenado en estado de alcoholismo. En su intento de clamar por un trato equitativo en materia salarial, se enojó con los ejecutivos de Televisa exigiéndoles un aumento. Lo hizo fuera de sus cabales.
“Fue equivocada, y aparte iba peda (ebria), o sea, muy mal. Lo hice muy mal y no tuve ni criterio ni inteligencia emocional. Me movió la víscera y ahí sí es la leyenda urbana del que se enoja pierde, y perdí. Estos errores no pasan en vano y uno aprende”, narró al programa La Saga en febrero de 2023.
De 2018 a la fecha, la carrera de la actriz fue en aumento. Dio el gran salto de la televisión al cine como uno de los rostros comerciales con imán de taquilla. Protagonizó Infelices para siempre (Noé Santillán-López), la segunda película mexicana más taquillera de 2023 con 101.7 millones de pesos recaudados. En estos días figura en la cartelera nacional con el estreno de Canta y no llores (Félix Sabroso, 2024).
Es un claro ejemplo de que se puede caer pero también levantarse, que se puede recuperar la sobriedad para darse a sí misma una nueva oportunidad de vida, o una reinvención.
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