Consumir colágeno, ¿realmente sirve para mejorar tu piel?
En polvo, pastillas, cápsulas y hasta en bebidas puedes encontrar suplementos de colágeno que prometen ser una alternativa para lucir una piel más lozana y reducir la apariencia de arrugas y marcas de expresión. Sin embargo, estas promesas no serían tan reales, haciéndote recurrir a otros remedios, como el aceite de castor. Te contamos por qué.
Para qué sirve el colágeno
El colágeno es una proteína que forma el soporte estructural de la piel, según explicó a la revista Fashionista el médico dermatólogo Joshua Zeichner. Se le considera el ‘andamio’ del cuerpo porque es lo que hace que todo se ‘pegue’.
A la piel le otorga fuerza y elasticidad, haciendo que luzca joven y lozana, pero también sirve para otras partes del cuerpo. Por ejemplo, es responsable de mantener sanas tus articulaciones y tendones, y lo puedes encontrar en tus vasos sanguíneos, cartílagos y hasta tus ojos.
La principal fuente de colágeno es el cuerpo mismo, pero esta producción se ralentiza con los años, dando como efecto la aparición de arrugas, líneas de expresión, y problemas en las articulaciones.
Es por ello que ha surgido toda una industria de reemplazo y consumo de colágeno.
¿Qué pasa cuando lo consumes?
El problema de consumir colágeno, ya sea en polvo, pastillas, licuados u otras presentaciones, es que este se descompone en el tracto digestivo, dando como resultado los diferentes aminoácidos que lo conforman, según Zeichner.
Al suceder esto, el colágeno como tal no llega a tu piel, sino que tu cuerpo después de desarmarlo, utiliza sus partes para producir su propio colágeno, el cual entonces sí ayudaría a tu piel.
¿Entonces no sirve de nada?
Consumir colágeno sí sirve, pero no directamente para la piel. De hecho, un estudio de 2008 concluyó que ingerirlo sí haría que el cuerpo produjera más, el cual utilizaría no solo para la piel, sino también para los huesos y cartílagos, por ejemplo.
En pocas palabras, sí habría beneficios del consumo de colágeno para el cuerpo, e indirectamente para la piel, pero como no se puede realmente controlar cuánto va a ir hacia la piel, podría pasar mucho tiempo hasta atestiguar los resultados deseados.
¿Y los estudios que hablan de los beneficios del consumo de colágeno para la piel?
Como todo estudio, hay que tener cuidado al aplicarlo a la vida real. Sí existen algunos estudios relacionados al consumo de colágeno y su impacto en la elasticidad de la piel y la disminución de las arrugas. Sin embargo, como recoge el portal WebMD, no son solo pocos, sino que la mayoría han sido patrocinados por la misma industria que vende estos productos.
Este conflicto de interés nos obliga a dudar de sus resultados.
¿Y las cremas con colágeno?
Puesto que el cuerpo no es capaz de absorber el colágeno a través de la piel, estas no serían realmente útiles, recalcó el doctor Engelman, médico dermatólogo, a la revista Self.
Sin embargo, sí puedes elegir cremas o tratamientos que protejan el colágeno que ya tiene tu piel. Engelman recomienda utilizar protector solar diario, ya que logra este propósito, manteniendo la base de la piel más fuerte.
Cómo elegir productos con colágeno
Si te vas a animar a consumirlo, asegúrate que los tejidos y huesos de animales de donde se obtiene sean de libre pastoreo y no hayan consumido antibióticos, recomienda WebMD. Además, prefiere los que no tengan sabor y que no estén mezclados con otros productos, como probióticos, fibra y otros aditivos.
Pero no te olvides de la vitamina C. De acuerdo con Nicole Osinga, dietista cualificada, si no tienes suficiente de esta, tu cuerpo no puede realmente producir colágeno.
¿Has consumido colágeno? ¿Has notado resultados en tu piel? Cuéntanos tu experiencia.
@travesabarros
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