Cómo cuidar el contorno de los ojos: los productos que necesitas a los 30, 40 y 50
Si no duermes lo suficiente, es allí donde primero se nota. Si tienes alergia, esta zona te delata, si estás reteniendo líquidos, si abusaste del alcohol, si tomaste demasiado sol o si no te estás hidratando bien, el contorno de tus ojos lo dejará al descubierto y reflejará que algo no está del todo bien. Además, con el paso del tiempo se hace aún más frágil evidenciando cada vez más la aparición de arrugas y líneas de expresión.
La piel del contorno de los ojos es mucho más delgada que la del resto del rostro y esta es la razón por lo que es más delicada. Es más propensa a sufrir si no la tratamos adecuadamente y necesita cuidados especiales. Desde la limpieza hasta la hidratación deben ser exclusivamente diseñados para esta zona y su cuidado no debe retrasarse hasta el momento que comienza a mostrar los primeros signos de la edad.
La cosmetóloga Johana Méndez advierte que efectivamente esta zona de la piel debe ser cuidada con especial esmero porque sus capas son mucho más delgadas que en el resto del rostro. Pero no se refiere solamente a la manipulación, sino también al tipo de productos que deben elegirse según el rango de edad.
“En cada década, la hidratación es fundamental. Y se hace mucho más importante cuando avanzamos en edad, porque se acelera la pérdida de agua y segregamos menos sebo. La piel va cambiando y algunas de sus funciones dejan de ser eficientes: ya no se le hace tan fácil mantener y retener la humedad, producir colágeno y elastina, y el metabolismo local se va desacelerando”.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que esto no quiere decir que debemos exagerar con la cantidad de productos que usamos en la zona, ni que usaremos cualquier ingrediente indiscriminadamente. Méndez explica que, en primer lugar, hay que aplicar siempre los productos diseñados para esta zona, puesto “si usamos ingredientes muy ricos y potentes a una piel que es muy delgada que no los necesita, envía esos excesos a los canales de desecho, o los encapsula formando los famosos milia”.
Los milia, según se explica en una nota de News Medical Life & Science, son esos pequeños quistes benignos que aparecen en la dermis superficial, y generalmente miden entre uno y cuatro milímetros.
Por otra parte, Johana Méndez recomienda tener mucho cuidado con los ingredientes altamente higroscópicos como lo son el ácido hialurónico, el ácido poliglutámico y la glicerina, que deben aplicarse con mucha suavidad y la piel ligeramente húmeda para evitar que ellos tomen el agua de nuestra piel y resequen aún más la zona.
Además, advierte que aplicar grandes cantidades producto en la noche puede hacer que al dormir, se pronuncien las bolsas en los ojos debido a la acumulación de líquido en forma horizontal.
En todos los casos, la aplicación de los productos para contorno de ojos debe hacerse con las yemas de los dedos sin frotar y dando muy ligeros toquecitos para distribuir el producto. Según Méndez, hacerlo con el anular o el índice, da igual, lo importante es hacerlo con mucha suavidad y en torno a los bordes más externos, es decir no sobre las ojeras o el lacrimal, sino en el borde del hueso que rodea la zona, incluyendo la sien. Además, reitera la importancia de segmentar por edad los tipos de productos diseñados para esta parte del rostro.
En la década de los 20 estamos en la plenitud de la frescura y hasta los 25 años no necesitamos demasiado. Aún mostramos una piel jugosa, elástica y suave. Por eso Méndez recomienda que “hidratantes preferiblemente en gel, con antioxidantes como la vitamina C y péptidos será suficiente”.
A los 30, ya nuestra piel ha estado expuesta a agentes contaminantes, a cierto daño por los rayos solares. Comenzamos a mostrar signos de estrés, y aparecen las primeras líneas de expresión muy tímidamente. “A esta edad podemos empezar a usar productos con retinoides, o bakuchiol. Los antioxidantes deben mantenerse. La integración de emolientes y oclusivos suaves que ayuden a evitar la pérdida de agua. Se podrían integrar algunos como aceite de jojoba, pero en muy baja concentración”.
Llegan los 40 y con ellos comienza la necesidad de productos con efecto filler, que nos ayuden a tensar un poco la piel y suavicen nuestras ojeras. Ya a esta edad, además de eficiencia podemos invertir en productos más sofisticados que la zona va a agradecer. “En esta década las funciones celulares dejan de ser efectivas, con lo cual debemos mantener los retinoides y la vitamina C, así como otros antioxidantes, e incorporar vitaminas como B3 y B5. La niacinamida también mejora la zona”.
Finalmente, de los 50 en adelante, Méndez menciona que el objetivo principal es reponer el agua perdida. "Para este momento debemos usar cremas y no gel, puesto que las emulsiones incluyen bases grasas necesarias para una piel que produce pocas, además brindarán un efecto de sellado".
Hay que recordar que tanto quienes tienen pieles sensibles o con alguna condición como los que no deberían acudir primordialmente al especialista que pueda indicar el tratamiento preciso para su tipo de piel. Solo así podrán lograrse los objetivos de cuidado con total efectividad.
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