La ropa con la que sueñan las mujeres de talla grande (y deberían tener todas las marcas)
Le pregunté a mi amiga qué le gustaría a ella usar para sentir que se vestía lindo, siendo plus size. Yo esperaba que me hablara de estampados, que me dijese quizás algo sobre diseño. En lugar de eso me lanzó un chaparrón emotivo, lleno de frustración y desesperanza. De todas las frases que soltó casi a gritos las más duras fueron que "las gordas solo tenemos derecho a adelgazar o a taparnos para no molestar a los que nos odian", y que "la ropa de gordas es fea porque los diseñadores no quieren relacionar su imagen con la de un tipo de cuerpo que todos detestan".
Después de la explosión de emociones me quedé pensando en lo interesante que sería contrastar estas opiniones con diseñadores y fabricantes de ropa para encontrar vías en las que todos ganen. Las consumidoras tengan mayor acceso a ropa linda y a la moda, que las hagan sentir bien y las marcas logren cubrir mercados con éxito.
"La ropa no debería diseñarse en función de las tallas, sino en función de la personalidad", dijo mi amiga talla 3X y tiene razón. Hay gente sexy, gente atrevida, gente conservadora, gente elegante, sobria en todas las tallas. Después de todo, como hemos dicho, la moda se trata no solo de apariencia, sino de expresar quienes somos. Así como hay mercado para cada una de estas personalidades hasta la talla L, podría diseñarse para aquellas tallas expresadas en X+.
Si bien muchas marcas se han atrevido a ofrecer opciones variadas en todas las tallas, otras prefieren apegarse a las normas estéticas que indican que la figura aceptada como sinónimo de éxito y belleza es absolutamente delgada y estilizada. Y además, aunque este aspecto evolucione, también el empeño de la sociedad en juzgar lo que cree que es bonito, o no, también tiene que tomar otro lugar. Ya lo vimos cuando Tess Holliday usó el vestido de fresas de Lirika Matoshi hace unos cuantos meses.
Y es que el mismo diseño que funciona para el petite podría funcionar a el triple X, si todos lo lucen con personalidad y estilo, y aunque, lamentablemente esto no es lo común, las cosas están cambiando hacia una mayor apertura e inclusión. El mundo se está enterando por distintas vías de que sí es posible respetar lo que otros deciden vestir para verse y sentirse como desean.
Voces en alto
Ejemplo de ello es la actriz y escritora Lena Dunham, quien recientemente consolidó una alianza con la firma 11 Honoré para crear una colección que exprese las necesidades de las mujeres curvy.
En una entrevista para New York Times, Dunham, quien también es productora contó que para trabajar en esta colaboración se basó en su propia experiencia, signada por el 'bullying', la frustración de no conseguir ropa con la que se identifique, y la forma de su propio cuerpo.
Para la actriz, la mayoría de las manifestaciones sobre diversidad en este sentido que vemos en medios no es real, a lo que adjudica que exista un vacío en el mercado. De manera que con este proyecto ha querido exponer algunas ideas sobre lo que debería tenerse en cuenta a la hora de diseñar para plus size.
Una de ellas es que las curvas reales no se parecen a los "cuerpos positivos" de las celebridades, a las que no les vemos celulitis, o son de figuras armónicas o se complementan con rostros espectaculares.
La segunda de estas lecciones es que las personas de talla grande también aman la moda y quieren verse sofisticadas. "Lo que realmente me gusta de la moda es un cierto nivel de diversión e inteligencia de guiño que la gente no cree que las mujeres más grandes quieran o entiendan", pero sí. Sí lo tienen y sí quieren sentir que son ellas mismas, que no tienen que disfrazarse de lo que no son.
Y una lección más es que se debe trabajar en el ajuste de las prendas. Crear ropa grande no necesariamente se trata de añadir más cantidad de tela, sino de pensar también en estructuras. En la entrevista, la actriz menciona que las pinzas deberían tomarse pensando en las curvas de la figura, esto es definitivamente distinto a simplemente cortar una cintura más ancha.
Ante el armario
Una persona de talla grande libra una batalla inmensa cada vez que va a comprar ropa. Quiere lucir ropa linda, quiere sentirse cómoda, y también está consciente de que su talla no es el estándar, y ante estas inquietudes, es posible que las marcas y diseñadores comprendan que una vía más amable para vestir a este sector del mercado incluye detalles que no son tan complicados.
No quiero usar batolas. Una bata o camisón enormes quizás nos hagan sentir más seguras porque tapan lo incómodo. Pero está bien usar un pantalón que se ajuste a la figura con una linda camisa. La moda hoy en día se trata de romper las reglas.
Estoy harta de usar colores oscuros porque "me estilizan". Combinar colores es uno de los aspectos más divertidos de la moda y no tiene nada que ver con tallas. Más ropa colorida aportará para que el mundo sea un lugar mejor.
Quiero usar estampados que me favorezcan pero que sean lindos. Pequeñas flores, frutas, puntitos, todos los estampados son favorables si nos hacen sentir bien.
No quiero obsesionarme con disimular mis formas. Aunque ponga capas y capas de tela, nuestro cuerpo seguirá estando allí, seguirá siendo como es. Referencias de vestuario más creativas se hacen necesarias.
En todo caso, lo más sano es amar, cuidar y celebrar nuestro cuerpo, y ajustar con valentía lo que necesitemos por nuestro bienestar físico y emocional, porque queremos hacerlo, no porque la sociedad nos lo imponga. Esto tiene que ser es una decisión absolutamente nuestra, pues por nosotros comienza el cambio.
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