Cyberpunk: Edgerunners y la salvación del videojuego (y su reputación) gracias a Netflix

La relación entre videojuegos y producción de películas y series es una de amor fou. Lo feo lo ha aportado, regularmente, la producción audiovisual de las productoras cinematográficas. Y, pese a ello, la televisión se está volviendo fanática de las adaptaciones de videojuegos, lo que ha traído cierta reconciliación entre las partes —sobre todo sobre la facción más exigente: los fans.

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A principios de este mes, Amazon Prime Video dio luz verde a una nueva serie basada en el galardonado juego de PlayStation God of War, con el showrunner de Wheel of Time Rafe Judkins y los creadores de The Expanse (93%) Mark Fergus y Hawk Ostby a bordo. Una mezcla que promete mucho, aunque con las reservas naturales por los más escépticos.

Probablemente The Last of Us de HBO, sea la versión más esperada para pantalla pequeña del juego de acción y aventuras de 2013 de Naughty Dog y Sony, creado por Craig Mazin de Chernobyl y Neil Druckmann, uno de los directores originales del juego. Esta serie, estelarizada por Pedro Pascal, se estrena el 15 de enero, así que #ñáñaras.

Se unen a una larga lista de adaptaciones de juegos a series, desde Halo (74%) (Paramount+) hasta Twisted Metal (Peacock) y Horizon (Netflix). Junto con God of War, Amazon también está avanzando con su versión televisiva del juego de rol postapocalíptico Fallout, que está siendo adaptado por los creadores de Westworld (89%), Lisa Joy y Jonathan Nolan , quienes poseen el don de la narrativa clásica llena de elementos posmodernos y otras tonalidades análogas propias de la Generación X.

Todas las adaptaciones esperan capitalizar la base devota de los fanáticos incondicionales de los juegos. Pero Cyberpunk: Edgerunners, la exitosa serie de anime lanzada por Netflix en octubre de 2022, ha hecho algo más. Casi sin ayuda, la serie ha rehabilitado el juego en el que se basó: Cyberpunk 2077.

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La compañía polaca de videojuegos CD Projekt, aprovechando el éxito de su franquicia mundial The Witcher (67%), que acababa de ser adaptada a un exitoso programa de Netflix protagonizado por Henry Cavill, lanzó en 2020 su nuevo título, Cyberpunk 2077, una aventura de ciencia ficción. La historia está ambientada en un mundo futuro donde las mejoras biotecnológicas se han convertido en la norma y el límite entre lo físico y lo digital es cada vez más irrelevante, algo que cuadraba bien con el éxito de Love, Death & Robots (100%). Podría decirse que fue el mayor lanzamiento de juegos del año y llegó con gigabytes de publicidad, en parte debido a la participación de Keanu Reeves, quien aparece como un mercenario cyberpunk en el mundo abierto del juego, la megalópolis conocida como Night City.

Luego vino el contragolpe. La versión inicial tenía errores y era propensa a errores. Los clientes se quejaron en masa. Algunos de los inversionistas del juego incluso demandaron a CD Projekt, alegando que fueron engañados (la compañía resolvió la demanda fuera de los tribunales por alrededor de USD$1.85 millones). Siguieron parches y actualizaciones y Cyberpunk 2077 se convirtió en el éxito que todos habían anticipado, vendiendo más de 20 millones de copias en todo el mundo. Pero la mancha, ay, permaneció, como era de esperarse. La ética en esta industria es parte de la experiencia de consumo, sobre todo para los clientes y asiduos. Para muchos jugadores, el lanzamiento fallido inicial convirtió a Cyberpunk 2077 en sinónimo de desastre.

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Esa sensación duró hasta Cyberpunk: Edgerunners. La serie de Netflix se anunció poco después de la presentación de Cyberpunk 2077 en las ferias comerciales de videojuegos E3 en Los Ángeles y Gamescom de Europa —claro está, mucho antes de que comenzara la reacción violenta contra el juego. Cuando la serie llegó a las pantallas, Las expectativas, al menos de los fanáticos de los videojuegos, eran bajas.

Pero estaban equivocados. Cyberpunk: Edgerunners fue un éxito desde el principio. La serie se desarrolla en la distopía de Night City alrededor de un año antes de los eventos del videojuego, y se centra en un adolescente (con la voz en inglés de Zach Aguilar) que se convierte en un “Edgerunner”, un hacker mercenario, para poder sobrevivir. El programa saltó inmediatamente a la lista de los 10 programas más vistos (no en inglés) de Netflix en todo el mundo. En su primera semana en línea, entre el 12 y el 18 de septiembre, el programa acumuló alrededor de 14’880,000 horas de visualización, según las propias cifras de Netflix —aunque, ya saben, tampoco es que sean las más precisas. Igualmente impresionante e igualmente con tradición de imprecisión, el programa se encuentra entre los mejor calificados en la historia de Netflix. En Tomatazos, al menos, cuenta con un 93% de calificación en su primera temporada.

“No nos propusimos un público objetivo y no esperábamos este éxito”, dice Saya Elder, productora y directora de localización en inglés de Cyberpunk: Edgerunners. Hablando con The Hollywood Reporter en la última edición del evento Lucca Comics and Games, donde, durante cinco días, el stand de CD Projekt estuvo invadido por miles de fanáticos del videojuego —y también de la serie. “Para nosotros, se suponía que Edgerunners sería una buena serie, pero no esperábamos un éxito. El showrunner, Rafal Jaki, nos dijo: ‘Necesito hacer algo que disfrute, que se sienta como propio; si es así, a otros también les encantará’”.

Y en efecto, no se equivocó. Ayudó mucho que Cyberpunk: Edgerunners estuviera animado por el popular estudio de anime japonés Studio Trigger y dirigido por Hiroyuki Imaishi, el equipo detrás de series como Star Wars: Visions (100%). Y que la serie se lanzó en un momento en que el anime en todo el mundo está en auge, particularmente con un vacío en la producción de narrativas más afines al mood occidental —donde descansa un mercado potencial cultivado por muchas décadas, pacientemente, entre las productoras de estos proyectos de anime. Elder expone:

El éxito de Cyberpunk: Edgerunners incluso ha restaurado la reputación empañada del juego original. Para Elder, la lección es nunca darse por vencido: a pesar de la reacción violenta por Cyberpunk 2077, CD Projekt siguió avanzando para hacer que Edgerunners fuera lo mejor posible, teniendo en cuenta los comentarios de los fanáticos mientras elaboraba la historia de la serie, que muchos críticos consideran una mejora con respecto al original del juego. (Ya era hora.)

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