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La gordofobia en México y lo que evidencia el debate sobre la portada de revista de Michelle Rodríguez

El debate sobre Michelle Rodríguez sigue sobre la mesa. La conversación se torna cada vez más acalorada -y sin duda injusta- sobre los espacios que las personas gordas ocupan, merecen y realmente tienen. (Photo by Medios y Media/Getty Images)
El debate sobre Michelle Rodríguez sigue sobre la mesa. La conversación se torna cada vez más acalorada -y sin duda injusta- sobre los espacios que las personas gordas ocupan, merecen y realmente tienen. (Photo by Medios y Media/Getty Images)

El caso de la actriz Michelle Rodríguez, que apareció en la portada de una revista en lencería, sigue arrojando mensajes tanto dolorosos, como poderosos.

Por un lado, y de manera muy resumida, están quienes apoyan que personas gordas tengan espacios valiosos, que sean respetadas y tratadas dignamente como seres humanos normales, y por otro están quienes califican duramente que esto ocurra, diciendo que no debería existir lugar para exaltar el sobrepeso, porque es un mensaje que atenta sobre la salud.

“Es un asco”

Sea como seas, imagina por dos segundos leer o escuchar estas palabras sobre ti. Imagina que recibes mensajes de odio, de antipatía, tratando de anularte simplemente porque no te ves como otras personas creen que deberías verte, como creen que es la forma correcta y admisible de ser parte de la sociedad. Suena doloroso, ¿verdad? Así ocurre -también de manera muy resumida- en cualquier día una persona obesa.

Ahora multipliquemos estos mensajes por cien o más. Este es, más o menos, el aluvión que recibió Michelle Rodríguez por aparecer en la portada de una revista siendo gorda. Ella salió al paso con un mensaje firme. Sí que ha sabido defenderse e inspirar a otros, pero la verdadera pregunta debe ser por qué se da este debate, cada vez más feroz, y en países como México, el cual para 2022, era el quinto con mayor obesidad en el mundo.

Raquel Lobatón, nutrióloga que se define como antidieta, feminista y parte del grupo de especialistas Nutriológicas, cuyo trabajo se enfoca en la salud no centrada en el peso, considera natural esta respuesta gordofóbica porque es indicador de que realmente se está dando un gran cambio.

"La resistencia empieza a afianzarse mucho más hacia su discurso extremista o discriminatorio, para resistirse al cambio. Esta resistencia y estos ataques vienen, generalmente, de personas delgadas, que están en la cima de esta jerarquía social, y que son las que gozan de privilegios por el hecho de ser delgadas y no quieren compartir esos privilegios con las personas gordas", dice Lobatón.

La especialista señala frecuentemente dentro de su línea de trabajo que delgadez no es sinónimo de salud, y que gordura no es sinónimo de enfermedad, cosa relevante en este caso puesto que la mayoría de las críticas emanadas hacia Michelle Rodríguez -y hacia muchos otros famosos señalados por su peso, como Sam Smith o Selena Gómez- se cobijan bajo la excusa de la salud, y al respecto habló en sus redes sociales.

"Por supuesto que el argumento de quienes están enojados porque no quieren compartir sus privilegios se va hacia esta patologización de los cuerpos gordos, señalando que ‘esto no es saludable’, como si ser saludable fuera un requisito para tener un trato digno y respetuoso. Yo me pregunto si con las personas enfermas, alguien con cáncer o con diabetes, somos igual de violentos. ¿No le permitiríamos aparecer en una foto porque está fomentando la enfermedad?", dice.

Para la especialista, estos son solo pretextos para seguir perpetuando este sistema de opresión, y este discurso de la salud es generalmente utilizado también por quienes promueven y venden programas, cirugías y tratamientos para perder peso, pero la verdad es que, según afirma, no existe a la fecha un solo tratamiento o intervención que haya demostrado que se puede perder peso y mantenerlo en el largo plazo, ni siquiera las cirugías bariátricas que implican riesgos importantes que pueden incluir la muerte.

"En México hemos visto un huracán, un remolino con todo esto, y vamos a seguir viéndolo a lo largo de los próximos días porque la gente no tolera que Michelle esté en esa portada, ni tolera que las personas gordas, sobre todos las mujeres gordas, se muestren al mundo y ocupen espacios que estaban exclusivamente reservados para personas delgadas", dice Lobatón e insiste en que estas reacciones señalan que el enfoque de la salud no centrada en el peso va ganando terreno y poco a poco el cambio se está dando.

Vestuario e identidad para todas las tallas

Gustavo Prado, uno de los analistas de tendencias más reconocidos en México, líder de opinión en temas de diseño y consumo y director de la agencia trendo.mx, toma partido en el debate y nos dice que Michelle Rodríguez es actriz y no una modelo, con lo cual "no tiene sentido que la gente la juzgue por su físico, y menos aún basándose en los ridículos estándares de la moda".

"Es una actriz y comediante, la balanza no debería inclinarse hacia su físico. La conversación debería girar en torno a sus aptitudes como actriz, su humor, su talento… No hay ninguna excusa válida para opinar acerca del cuerpo de los demás; menos aún cuando mes con mes políticos, empresarios, socialités, atletas y más personajes ajenos al mundo de la moda y la belleza, ocupan las portadas de decenas de revistas; y nunca son sometidos al escrutinio público, como se está haciendo con Michelle actualmente", dice Prado.

El experto en moda e imagen dice que nuestra apariencia es nuestra manera de presentarnos frente al mundo y no hay nada que esté “bien o mal” al respecto. Sin embargo, sugiere destacar que otro aspecto en el que falta mucho por construir —y que en este caso resulta contradictorio— es en el tema del vestir, sobre todo si la plataforma que lanza un mensaje contundente, como el de esta portada, está dedicada a la moda.

"Michelle Rodríguez solo es presentada como cuerpo, cuando la construcción de la identidad de moda actual debería girar en torno a un alto nivel de estilismo independientemente de las tallas".

A su juicio, el mensaje debía construirse con atuendos completos para Michelle, más allá de un simple brasier… "Tal y como lo hicieron con Kate del Castillo, Thalía y Anitta el año pasado, el equipo debió armar una serie de looks con distintas prendas para Michelle Rodríguez; no necesariamente de alta moda, o de lujo; pero sí más que solo un pantalón, un brasier y una capa".

Michelle Rodríguez tiene sus créditos en muchas producciones televisivas, en cine y teatro, siendo una reconocida actriz y comediante. (Photo by Medios y Media/Getty Images)
Michelle Rodríguez tiene sus créditos en muchas producciones televisivas, en cine y teatro, siendo una reconocida actriz y comediante. (Photo by Medios y Media/Getty Images)

El verdadero valor de las personas

La psicóloga especialista en imagen corporal y trastornos de conducta alimentaria María Teresa Valero explica, por su parte, que todos los mensajes, e incluso los cumplidos, que se hacen en relación a la figura, siguen mostrando la creencia de que la delgadez es mejor que cualquier otro tipo de cuerpo y “se sigue glorificando el cuerpo como si es lo más importante que tiene una persona que ofrecerle al mundo”.

Esto es violencia. Son agresiones no verbales que disfrazadas de opiniones y consejos que no hemos pedido, pueden afectar muy profundamente nuestra autoestima.

“Para quienes sufren estas agresiones esto se traduce en un problema profundo, delicado y complejo. Sobre todo porque no es algo que la víctima deba cambiar. Quienes deben cambiar son aquellos que lanzan estas estas agresiones. Es algo que necesita cambiar la sociedad”, puntualiza.

Y es que se nos ha hecho creer que el valor que tenemos como personas está definido por nuestra apariencia, por lo bonitas o delgadas que somos. No importa que tanto nos hemos preparado, qué tan solidarios somos, o qué tan responsables somos de nuestras acciones, sino cómo nos vemos. La policía de los cuerpos ajenos siempre está allí, acechando, esperando. Pues no.

Es hora de insistir: el valor de una persona no lo define su aspecto, ni los kilos que tiene de más o de menos, según determinado estándar. Está en la capacidad que tiene de dar amor. En su manera de pensar, en lo que aporta a su entorno, en sus habilidades, en sus talentos. Es imprescindible enfocarnos en agregar este ingrediente fundamental al debate, a ver si finalmente se cierra en torno al respeto y a la empatía.

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