La experiencia incómoda de Demi Moore y Woody Harrelson en uno de sus clásicos más controvertidos

Las escenas sexuales de 'Una propuesta indecorosa' no fueron fáciles de interpretar.

Woody Harrelson y Demi Moore protagonizaron junto a Robert Redfort la controvertida 'Una propuesta indecorosa' en 1993. (Foto: Paramount Pictures/Getty Images)
Woody Harrelson y Demi Moore protagonizaron junto a Robert Redfort la controvertida 'Una propuesta indecorosa' en 1993. (Foto: Paramount Pictures/Getty Images)

Los años 90 fueron la cumbre del thriller erótico en Hollywood, con propuestas tan provocadoras como retorcidas ante las que era difícil sentir indiferencia. Hubo títulos que se erigieron como auténticas obras de culto, como Bajos instintos, Ojos bien cerrados o Crash: Extraños placeres, sin embargo, era un género propenso a traspasar límites y a despertar división, como ocurrió con Una propuesta indecorosa con Demi Moore, Woody Harrelson y Robert Redford.

Producida por Paramount Pictures y dirigida por Adrian Layne, a quien también debemos clásicos como Electrodanza, Atracción fatal o Alucinaciones del pasado, este título nos presentaba a un arquitecto y a una agente inmobiliaria felizmente casados que, a causa de problemas económicos, aceptan la oferta de un apuesto millonario de recibir un millón de dólares a cambio de dejarle acostarse con la esposa de la pareja.

Aunque el Hollywood y la sociedad de aquellos años todavía estaban lejos de adquirir la conciencia feminista de nuestros días, fue una película que ya antaño despertó controversia y fue calificada de machista. En su estreno, fue un éxito de taquilla con más de 266,6 millones de dólares y el debate en torno si sería ético o no aceptar una propuesta de estas características asoló la conversación social, sin embargo, la crítica la destrozó y directivos de la industria y los propios actores salieron a hacer malabares para tratar de justificar esta idea.

Por ejemplo, Sherry Lansing, que por aquel entonces rompió el techo de cristal y accedió a la presidencia de Paramount Pictures, salió a calificar esta apuesta de su estudio como “toda una declaración feminista”. “Diana decide con quién quiere acostarse, decide qué quiere hacer con su cuerpo. Fue su decisión irse con Robert Redford”, contó en una entrevista a The New York Times en medio de la polémica por el estreno en 1993. Woody Harrelson, en otra intervención con The Baltimore Sun también se aferró a esta posición, aunque, en su caso, señaló que Una propuesta indecorosa adquiere una posición crítica en torno al poder del dinero.

"No creo que sea una reacción contra el feminismo", matizaba el actor. “Es más bien un flashback a los años 80, a la idea de que el dinero puede comprar cualquier cosa, como el derecho de las corporaciones a contaminar las aguas. Pero lo que el dinero puede o no comprar es una cuestión muy importante, y no hay una decisión tajante. Lo sé. A veces he sido muy pobre y no sé qué habría hecho por un millón de dólares”.

No obstante, en estas entrevistas y en información sacada a la luz a lo largo de los años, se acabó demostrando que Una propuesta indecorosa estuvo lejos de abrazarse a una idea ética y feminista, sobre todo por la incomodidad que se respiró en el set de rodaje y por la forma en la que se abordó su retorcido componente sexual, que condujo a sus protagonistas a una experiencia molesta ante cámara.

Escenas sexuales incómodas

En la misma intervención con The Baltimore Sun, Harrelson reconoció que le fue difícil ejecutar el rodaje de las escenas sexuales. Menciona que su fuerte amistad con Demi Moore y Bruce Willis, el por aquel entonces marido de su compañera, le jugó una mala pasada al sentir que no sabía donde trazar las líneas. No alude directamente a ello, pero, al mencionar que ni siquiera sabía cómo se sentía Moore en estos instantes subidos de tono, deja entrever que el control sobre estas secuencias, que hoy en día corren a cargo de coordinadores de intimidad que vigilan que todo esté en su sitio y nadie se sienta incómodo, fue insuficiente.

“Soy amigo cercano de Demi y del marido de Demi [Bruce Willis]. Tienes que trazar la línea de hasta dónde llegar, y yo no soy bueno trazando líneas. Me gusta estar sin líneas, sin límites. La escena era carne y carne uniéndose. No sé si Demi estaba excitada, pero hay que pensar en cuáles serán las repercusiones”, continuaba Harrelson.

El ambiente al rodar las escenas sexuales de 'Una propuesta indecorosa' hizo incomodar a Woody Harrelson y Demi Moore (Foto: Paramount Pictures/Getty Images)
El ambiente al rodar las escenas sexuales de 'Una propuesta indecorosa' hizo incomodar a Woody Harrelson y Demi Moore (Foto: Paramount Pictures/Getty Images)

Demi Moore, en su libro de memorias de 2019 Inside Out (a través de IndieWire), profundizó sobre esta experiencia y confirmó esta percepción. De hecho, además de destacar que no pudo coordinar con Woody Harrelson las implicaciones de la escena, habló de que el director Adrian Layne contribuyó a la incomodidad gritando en todo momento frases obscenas.

“Literalmente no dejó de hablar, prácticamente gritaba todo el tiempo", escribía la actriz. “Lyne gritaba cosas como '¡Jodi******* obsceno!' y '¡Oh Dios, me erizó eso!'. Aquí estaba este tipo sudando y excitándose, gritando sobre erecciones. Pero una vez que me acostumbré, vi sus ventajas: que Adrian continuara trabajando de esa manera me quitó la atención de mi propia incomodidad”.

En una entrevista con The Independent durante la promoción de Aguas profundas, la película que Layne dirigió en 2022 con Ana de Armas y Ben Affleck, el director no negó las palabras de Moore, aunque justificó que es su método para tratar de instaurar confianza en estos momentos incómodos. “Siempre he pensado que hay algo horrible en que los actores actúen en total silencio, o estando muy tristes o preguntándose si su trasero se ve bien o si sus muslos están caídos. Por eso, siempre actúo como una especie de animadora. A veces digo: '¡Está bien! ¡Es bueno!'", dijo Layne. “Sientes que su confianza va en aumento, por lo que la escena sale mejor. Lo hago mucho”.

Valorando la reacción de los actores, no parece el método más efectivo. Afortunadamente, en la industria actual, en el Hollywood post #MeToo, hay mucha más consciencia en torno a las implicaciones de rodar escenas íntimas, y raro sería que hoy se dejara dirigir momentos sexuales con el enfoque que tuvo este controvertido clásico que tanto debate suscitó.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine 54.

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