Yahoo Estilo Descubre el castillo Glopper, la 'casa de fin de semana' de los Condes de Waldburg-Zeil-Hohenems
El castillo Glopper (también conocido como castillo de Neu-Ems), es una fortaleza medieval austriaca muy bien conservada. Con sus robustas fachadas de piedra y una torre de vigilancia, conserva detalles nobles en cada rincón. Actualmente es propiedad de los Condes de Waldburg-Zeil-Hohenems que han mantenido el legado del castillo a través de generaciones, preservando su historia y encanto.
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Una atalaya privilegiada del valle del Rin
Enclavado a 650 de altura sobre el nivel del mar y rodeado de bosque, este castillo está situado en el oeste de Austria, al lado de la frontera con Suiza y a tan solo 15 minutos en coche del lago Costanza. Desde el Glopper, además, hay unas vistas excepcionales a Suiza, Liechtenstein y Alemania.
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Una rica historia
Los orígenes de la antigua fortaleza situada en un entorno montañoso se remontan al siglo XIV, cuando el emperador Luis el Bávaro concedió permiso a Ulrico de Ems para construir el castillo. No obstante, tras un asedio del ejército suizo fue necesaria su reconstrucción y la estructura ha sido modificada a lo largo de los siglos. Por ejemplo, se le acabó añadiendo una capilla.
Su última reforma se ha hecho entre 2016 y 2017, estructurando dormitorios en suite para su alquiler. “Pasamos muchos fines de semana en el castillo, pero hemos decidido también alquilar habitaciones”, explica Stephanie zu Waldburg-Zeil. La familia de esta aristócrata es la propietaria de la edificación medieval y los jardines desde su construcción, en 1343.
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Una arquitectura muy robusta
El castillo fue construido principalmente con piedra caliza y mampostería de piedra. Estos materiales eran típicos de la época y de la región, ya que ofrecían durabilidad y resistencia. También se emplearon madera y mortero en ciertas secciones, especialmente en las estructuras internas y los techos. La reciente restauración ha sido muy respetuosa con el estilo original.
Respecto a la arquitectura, destaca que la fortaleza es de altura moderada, con una torre central (ideada con funciones de vigilancia) que se eleva aproximadamente a unos20 metros sobre la base. El estilo de su estructura original es románico, si bien algunas renovaciones introdujeron elementos góticos en las ventanas y decoraciones. Como era habitual en este tipo de edificios de defensa, la fachada se abre poco y con pequeñas ventanas.
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Varios salones
Estamos viendo el salón principal, que tiene una sala para recibir a las visitas y otra más privada para disfrutar de momentos en familia, aunque el castillo cuenta con unas suites completas que incluyen también, a modo de antesala, una salita privada, como iremos viendo.
En este ambiente los techos revestidos en madera, las vigas y la gruesa fachada delatan la rica historia de la vivienda, mientras que la decoración es de estilo moderno, apostando por un mobiliario funcional de líneas sencillas.
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Una hermosa librería
Esta zona de día incluye también el comedor, con una mesa de almoneda combinada con sillas de estética actual. El rincón se encuentra envuelto por dos librerías cuya cálida iluminación ofrece magia a la atmósfera.
Un ambiente acogedor idóneo durante todas las épocas del año, pero especialmente en los fríos inviernos cuando las temperaturas exteriores pueden llegar a los 5º C bajo cero. En todo caso, la calefacción (por radiadores o por infrarrojos, en el caso de los baños y la capilla), ofrece un buen confort térmico.
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Los condes titulares del castillo
Esta es la zona de bar, que se organiza detrás del módulo de península con barra. Estamos viendo a los actuales propietarios del castillo, los condes Franz-Clemens Waldburg-ZeilyStephanie Waldburg-Zeil (de soltera condesa von Blanckenstein). La pareja titular de esta propiedad tiene cuatro hijas: Tatjana, Cecilia, Leonie y Sophie y también una nieta, Philippa.
Demuestra lo bien relacionados que están Franz-Clemens y Stephanie que a la boda de su primogénita, celebrada en 2021, asistieron ilustres invitados, como miembros de la realeza europea.
Otra historia (que da para otro reportaje) es el hogar de los dueños, el palacio de Hohenems, un hermoso edificio renacentista que se encuentra a apenas 5 minutos en coche del castillo.
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Invitación a la actividad
Las propuestas por la región austriaca de Vorarlberg en la que se encuentra esta residencia son muchas y variadas, como el senderismo, la visita de los bellos pueblos cercanos (algunos también con castillos o palacios) o, en invierno, practicar el esquí de travesía o pasear en trineo. Si aun así lo que apetece es quedarse en el castillo, hay opciones para no estar simplemente ocioso, como jugar al billar.
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Una habitación bucólica
La denominada como suite ‘Jäger’ incluye el dormitorio, un salón y el baño. En la zona de descanso se confiere gran protagonismo a los textiles, de un hechizante diseño floral, que se emplea tanto para la ropa de cama como para los cortinajes. La naturaleza también es el motivo de los cuadros que decoran las paredes.
La consola es una antigüedad y el galán de noche, una pieza moderna, pero con espíritu retro, pues en las casas actuales ha quedado en desuso.
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Un baño muy práctico
Este cuarto de baño de la suite se ha actualizadopara ofrecer todas las comodidades: las griferías son empotradas, también la cisterna del inodoro y, además de la bañera, se integra un plato de ducha y un radiador secatoallas.
En un espacio tan puesto al día enamora y contrasta el suelo artesanal, elaborado con baldosas de barro del siglo XIX.
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Detalles muy personales
Esta suite tiene un rincón de despacho al que se le ha puesto un mimo muy especial. Fíjate en el trampantojo pintado en el arco, en la zona superior está escrito el nombre de las cuatro hijas y se ha añadido también la fecha en la que terminó la última reforma.
En este espacio son muchos los detalles llenos de encanto, como el apero de trabajo, el aplique tipo farola, la decoración mural con una familia de aves o el florero que recupera una antigua vasija.
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La calidez de la madera
En una planta superior del salón principal, encontramos lasuite ‘Emser’, una de las estancias más exclusivas del castillo de Glopper, decorada con un elegante y acogedor que refleja el estilo histórico y noble de la fortaleza. Sus paredes están revestidas con paneles de madera oscura, que aportan un toque cálido y refinado. Estos panelados presentan ricas ornamentaciones talladas a mano.
Para restar peso al tono profundo de la madera se apuesta por unos textiles claros, como la moqueta en una tonalidad arena y la ropa de cama en gamas neutras.
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Salón privado
Aparte del dormitorio la suite también incluye un salón de gran encanto, con una estufa de hierro que acapara todas las miradas. En la zona de asientos destaca asimismo el baúl de piel que hace las veces de mesa de centro.
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Cocina y comedor de diario
La suite ‘Emser’ cuenta además con una cocinaprivada, un ambiente con muebles blancos y encimeras de granito gris que se abre al office mediante unos cuarterones de madera anchos, que sirven además como expositores de ollas, recipientes e incluso figuras decorativas (vemos en la esquina izquierda una familia de hormigas).
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Pasado y presente se dan la mano
Terminamos la visita por el castillo Glopper mostrando esta puerta con el escudo de la casa de Habsburgo. Una muestra más de que en conjunto, esta fortaleza ofrece una experiencia de lujo clásica, que no pierde ni por un momento la autenticidad de un castillo histórico.
