Los mitos del desodorante: ¿se debe usar para dormir? ¿es mejor uno natural? Aclaramos tus dudas

Oler bien y controlar la transpiración con desodorantes ha generado dudas que nunca se aclaran, se transforman en miedos secretos que no nos atrevemos a compartir, por no quedar como ignorantes o paranoicos, o peor aún, generan mitos que ruedan como una bola de nieve, generando más incertidumbre.

Las noticias falsas pueden tener gran alcance. Por años se ha difundido que los desodorantes tenían un componente que penetraba la piel y podía generar enfermedades como cáncer de seno, sobre todo en las mujeres, por el afeitado. Según aquel rumor, las partículas del producto traspasaban la piel y llegaban a los ganglios para acumularse allí y no podían salir porque el componente antitranspirante no los dejaba.

El desodorante es uno de esos productos de higiene personal básicos que de vez en cuando generan dudas. (Getty Images)
El desodorante es uno de esos productos de higiene personal básicos que de vez en cuando generan dudas. (Getty Images)

La Sociedad Americana del Cáncer lo reseña y desmiente asegurando que no existe evidencia científica que soporte estas afirmaciones. Y que, de hecho, se han hecho estudios extensos que han demostrado que no hay vínculos entre el uso de desodorante, el cáncer de piel ni el afeitado.

Lo que sí puede ocurrir, según explica la publicación, es que pequeñas cortadas por el afeitado aumenten el riesgo de una infección, pero “es poco probable que esta sea una fuente importante de carcinógenos (sustancias que causan cáncer) que ingresan al cuerpo y alcanzan las células mamarias”.

Sí. Esta ha sido una de las angustias silenciosas que recordamos solamente cuando estamos por aplicarnos el desodorante al salir de la ducha, porque de otro modo, lo consultaríamos en Google.

La doctora Karolina Landeta, especialista en medicina estética, explica que usualmente lo que se indica es esperar una hora después del afeitado para aplicarte desodorante, pues así se evita provocar irritación en la piel.

"Si te lo pones inmediatamente, podría arderte o irritarte porque aunque sea muy ligeramente, la rasuradora descama la piel, sobre todo si eres de piel delicada, y aquí está la verdadera clave del asunto”, dice la doctora, señalando que lo que realmente puede ocurrirnos al usar desodorante es una dermatitis de contacto.

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La clave del éxito

Más importante que elegir un tipo de desodorantes específico es saber si somos sensibles o no a los productos, en lugar de dejarnos llevar por mitos y rumores.

"La sensibilidad individual del ser humano contra el efecto del producto es lo que se debe tomar en cuenta. Normalmente lo que se crea con el uso de desodorante es una dermatitis por contacto. Eso quiere decir que cualquier producto químico que tenga el desodorante va a causar irritación, picor, descamación, ardor, enrojecimiento, formación de pústulas, entre otros síntomas".

"Hay pieles resistentes que aceptan una amplia variedad de productos, pero es importante destacar que estos productos, y muchos otros de cuidado personal, suelen tener alcoholes, perfumes, y otros químicos que pueden causar daños tópicos incluso parecidos a una quemadura".

En respuesta a esta sensibilización, la piel produce más melanocitos para protegerse y por ende se empieza a oscurecer. De esta forma, la clave para saber si los usamos o no, y cuáles escoger está en probar porque todo depende de nuestra sensibilidad.

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¿Tapan o no los poros?

Uno de los componentes de los desodorantes antitranspirantes suelen ser compuestos a base de aluminio, y aunque según la Sociedad Americana del Cáncer bloquean las glándulas sudoríparas para evitar que el sudor llegue a la superficie de la piel, hasta ahora no se ha establecido un vínculo claro entre los antitranspirantes que contienen aluminio y el cáncer de mama; aunque sí podría relacionarse con arritmias cardíacas, según sugiere un estudio publicado en SciELO.

Sin embargo, sí pueden obstruir los poros temporalmente. "Los productos muy densos, muy pastosos, pueden obstruir los poros, donde están las glándulas apocrinas, que son las que permiten la sudoración, de manera que, en cualquier caso, cada día hay que lavarse muy bien para que pueda haber una transpiración sana, la piel no sufra las consecuencias y evitar malos olores".

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Oler bien en la cama

Por otra parte, también es frecuente preguntarnos si puede ser perjudicial aplicarnos desodorante después del baño, en la noche, antes de ir a la cama y la respuesta es que no lo es.

"Sí se puede usar al dormir, pues durante las horas de sueño puede haber transpiración. ¡Todos sudamos! Nadie quiere oler mal en la cama, sobre todo si duerme acompañado, entonces no está contraindicado en lo absoluto, pero sí es recomendable evitar la mayor cantidad de químicos en nuestra piel", menciona la doctora Landaeta.

"Es por esto que ha resultado conveniente el uso de productos más naturales, sin alcohol, sin perfumes y más ligeros. Pero la recomendación es probar distintos desodorantes hasta encontrar el que funcione y no te ocasione síntomas de dermatitis atópica, así como usar productos con menos cantidad de químicos".

Ventajas de los productos naturales

Aunque está claro que los desodorantes convencionales no son perjudiciales par la salud y que su funcionamiento depende de nuestra sensibilidad a sus componentes, es innegable que los productos naturales son cada vez más populares. Las razones en este caso son sencillas.

La primera, según el dermatólogo, Agustín Viera, consultado por la revista SModa de El País, es la importancia que tiene para el consumidor ser responsable con el medio ambiente. En los cosméticos naturales, cuya materia prima tiene muy baja proporción de sustancias químicas o sintéticas, la producción tiene mucho menor impacto que los productos convencionales. Y la segunda es el cuidado de la microbiota de la piel, uno de los objetivos de la cosmética natural, que además contribuye a la reducción del crecimiento de microorganismos patógenos.

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Qué tipo de desodorante escoger

Sensibilidad de nuestra piel, cantidad de sudoración, e intensidad del olor son los factores que debemos tomar en cuenta para decidir qué desodorante usar, ningún otro. Landaeta señala que hoy en día hay una amplia gama que se adapta a las variedades de piel, que incluso contienen ingredientes hidratantes.

"En el mercado hay alternativas que incluyen productos hipoalergénicos, sin alcohol, sin perfumes, sin químicos, naturales y de textura más ligera, pero es difícil garantizar su funcionamiento porque depende de cada quien".

Por otra parte, para quienes sufren de exceso de sudoración, otra alternativa es la aplicación de toxina botulínica en el área de las axilas. "Así evitas la sudoración, la transpiración de mal olor, y en consecuencia, el uso de desodorante. Además, recientemente salió un equipo, que es como un láser, que evita la contracción del músculo que estimula las glándulas que generan la sudoración, con lo cual tampoco se requeriría el uso de antitranspirante".

Asimismo, existen opciones caseras que se han divulgado generación tras generación. Así tenemos la clásica pasta de bicarbonato de sodio con limón, soluciones de vinagre, como opciones frecuentes, pero pueden ser irritantes, con lo cual siempre es recomendable consultar con el especialista y suspender el uso de cualquier producto que pueda ocasionarnos una reacción adversa.

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