El consejo que ayudó a Drew Barrymore a crecer en Hollywood con un clásico como 'Jamás besada'

Su papel en este título de los 90' marcó un antes y después en su carrera en Hollywood

Drew Barrymore siguió un consejo esencial que la ayudó a crecer en Hollywood cuando rodó 'Jamás besada'. (Foto de Ron Galella, Ltd./Ron Galella Collection via Getty Images)
Drew Barrymore siguió un consejo esencial que la ayudó a crecer en Hollywood cuando rodó 'Jamás besada'. (Foto de Ron Galella, Ltd./Ron Galella Collection via Getty Images)

A finales de los '90, Drew Barrymore inició una nueva aventura en Hollywood. junto con la productora Nancy Juvonen, decidió lanzarse a producir proyectos con la creación de una empresa propia llamada Flower Films. Esto le facilitó tener el control creativo de sus películas y entregar algunos de los títulos más emblemáticos y exitosos de su filmografía, como Los ángeles de Charlie, Donnie Darko o Como si fuera la primera vez. Sin embargo, los primeros pasos de la actriz en el terreno de la producción no fueron un camino de rosas.

Como ha desvelado en una entrevista con el podcast Hey, Dude (a través de Independent), cuando dio el salto a esta labor con Jamás besada, la comedia de 1999 sobre una periodista infiltrada en un instituto reviviendo los traumas de su adolescencia, temió que el proyecto se fuera a pique por las decisiones creativas que tomó. El estudio tras el film, 20th Century Fox, le pidió que vistiera informalmente y resaltara los rasgos menos atractivos del personaje, pero, aunque se lo tomó al pie de la letra, Barrymore llevó las indicaciones “demasiado al extremo”.

“Recibía llamadas del estudio y me decían: 'Lo siento, pero te ves demasiado poco atractiva'. Y yo dije, 'bien'. Y ellos dijeron: 'No, no, no, no, no, no'. Dijeron: Has ido demasiado lejos”, recordó Barrymore, que temió el proyecto se le había ido de las manos, que Hollywood no volvería a confiar en su trabajo como productora y que no “tendría otra oportunidad” si Jamás besada fracasaba.

El estudio le dio algunos consejos que "apelaban a su sensibilidad más que a su ego", y le sugirió que intentara que la película no "perdiera el corazón, porque estaba yendo muy lejos con la comedia". Barrymore, que aún no tenía experiencia en llevar la batuta en el control creativo, declaró sentirse “muy asustada” y que pasó toda la película “muy estresada”, por lo que no dudó en seguir el consejo del estudio.

Un cambio de rumbo

De esta forma, redujo los gags cómicos sobre el aspecto de su personaje, trató de no lucir una apariencia que incitara a la parodia adolescente e intentó normalizar todo lo que rodeaba al papel para dar espacio a la conexión emocional al film. “Lo que ves en Jamás besada es cómo volví atrás y cómo la película salió adelante y funcionó, por lo que tuvimos mucha suerte".

La película, que también estuvo protagonizada por otras estrellas juveniles de la época como David Arquette, terminó recaudando 85 millones de dólares en taquilla, más del triple de su presupuesto de 25 millones de dólares. La crítica la recibió con reacciones muy tibias, pero la buena recepción del público fue suficiente para ejemplificar que Drew Barrymore, que por aquellos años comenzaba a erigirse como un icono de la comedia romántica, tenía talento para desarrollar proyectos de este estilo y dejarnos clásicos para la posteridad.

Por todo ello, Hollywood le dio más confianza y su productora Flower Films pasó a encabezar proyectos más ambiciosos. La mayoría de ellos ligados a la comedia, como el caso de Los Ángeles de Charlie, Dúplex, Como si fuera la primera vez o Letra y música, pero también se dio el lujo de producir cintas de género más diversos y retorcidos como Donnie Darko, una cinta de terror de metraje encontrado titulada Happy Camp o la serie Santa Clarita Diet para Netflix.

En la actualidad sigue desempeñando esta labor, tanto para cine y series como para realizar su programa de televisión The Drew Barrymore Show. Además, con los éxitos que fue acumulando a lo largo de los años, apostó por probar nuevos retos en el séptimo arte, como cuando se lanzó a la dirección en 2009 con la película Chicas sin freno con Elliot Page o el videoclip de la canción Our Deal del grupo Best Coast que protagonizó Chloë Grace Moretz.

Todos esto ejemplifica la confianza que Drew Barrymore depositó en sus habilidades y cómo la industria no dudó en apostar por su talento, lo que supone todo un paso adelante respecto a las inseguridades que tuvo en su salto a la producción. Por ello, hay que agradecer aquel consejo que encauzó el rumbo de Jamás besada, puesto que, tal vez, la inexperiencia del principiante hubiera conducido a la actriz a vivir un fracaso que habría dado la vuelta a la situación. Afortunadamente, todo fue sobre ruedas y este título de los 90 se erigió como todo un clásico de la comedia romántica.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine 54.

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