Edging, la técnica sexual para tener orgasmos más intensos que nunca

El edging consiste básicamente en detenerse cuando estás a punto de llegar al orgasmo, es recomendada para incrementar la resistencia sexual. (Getty Creative)
El edging consiste básicamente en detenerse cuando estás a punto de llegar al orgasmo, es recomendada para incrementar la resistencia sexual. (Getty Creative)

Cada vez hay menos vergüenza y tabú en torno al tema sexual. Antes de sumarlo a la lista de tópicos prohibidos, es cada vez más frecuente que se aborde como algo natural que forma parte de la salud integral del ser humano.

Y así, aunque hay técnicas de placer que se practican hace tantos años como tiene el Kama Sutra, unos dos mil, aproximadamente, en la actualidad se exploran con profundidad para conocer beneficios y desventajas. Tal es el caso del edging, técnica que promete orgasmos más intensos que nunca y que está bajo la lupa de los especialistas.

La uróloga, cirujano pélvica y educadora sexual, Rena Malik, define el edging como una técnica para controlar del orgasmo o tratar de llegar esencialmente al borde del punto de clímax para retrasarlo. Esto puede practicarse solo o en pareja y en distintas modalidades sexuales, sea la penetración, la masturbación o el sexo oral.

Asimismo, la experta en educación sexual Evie Plum, entrevistada por The Health, agrega que esta técnica, que consiste básicamente en detenerse cuando estás a punto de llegar al orgasmo, es recomendada para incrementar la resistencia sexual y ayudar a quienes presentan eyaculación precoz, a quienes padecen de disfunción eréctil y a quienes luchan por alcanzar el orgasmo en general.

Para la doctora Malik, entre las ventajas del edging está en primer lugar, en aumentar potencialmente el placer, pues a medida que retrasas el orgasmo, aumenta la tensión y esto emite una mayor liberación cuando el orgasmo finalmente ocurre, lo que provoca mayor placer.

El edging puede practicarse solo o en pareja y en distintas modalidades sexuales para incrementar las sensaciones y ofrecer orgasmos mucho más intensos. (Getty Creative)
El edging puede practicarse solo o en pareja y en distintas modalidades sexuales para incrementar las sensaciones y ofrecer orgasmos mucho más intensos. (Getty Creative)

Otra ventaja del edging es que, cuando se practica en pareja, ofrece oportunidades de mejorar la conexión con la pareja. “Esto le permite a la pareja explorar juntos sus experiencias e incluso programarse para que los orgasmos ocurran al mismo tiempo, lo que puede propiciar mayor intimidad”.

Además, puede ser un proceso de aprendizaje porque nos permite ver qué tipo de estímulos son más o menos placenteros, conocer más a fondo nuestro propio cuerpo, lo cual es también una ventaja de la masturbación y del uso de vibradores, y también permite entrenarnos en cuanto a tener mayor control para que duren más tiempo las relaciones sexuales y en consecuencia tener mayor placer.

Por último, Malik destaca el valor de esta técnica para tratar la eyaculación precoz que es eyacular antes de que tú o tu pareja quieran, y suele ocurrir durante los dos primeros minutos de la relación sexual, lo cual puede causar frustración o angustia.

Para practicarlo en virtud de mejorar esta condición, la experta recomienda que, cuando se siente que se está apunto de alcanzar el clímax, hay que detenerse durante 30 segundos y luego se reanuda. También se puede agregar presión para detenerse y luego volver.

El asunto es que esto funciona porque el cuerpo, al excitarse y prepararse para lograr el orgasmo, coordina el cerebro, con un despliegue hormonal, se acelera el ritmo cardíaco, la respiración y la circulación sanguínea, la presión arterial, la zona genital y hasta la piel en general se hace más sensible y al detener este proceso, todo se acumula volviéndose más poderoso cuando se reanuda. Se mantiene la excitación por más tiempo y al momento del clímax, se supone que todo surge con sensaciones multiplicadas. Se disfruta llegar al objetivo con más calma y mayor intensidad.

El edging no es para todo el mundo. Algunas personas pueden experimentar dolor e incomodidad en la zona pélvica. (Getty Creative)
El edging no es para todo el mundo. Algunas personas pueden experimentar dolor e incomodidad en la zona pélvica. (Getty Creative)

Sin embargo, esto no es para todo el mundo. Hay quien logra vivir la experiencia con gran placer, y está quien necesita concentrarse demasiado para poder alcanzar el estado que precede al orgasmo, si se detiene, puede perder el hilo y no lograrlo. Es por esto que resulta necesario que se puedan ponerse de acuerdo en pareja acerca de la práctica y estar en sintonía al hacerlo por primera vez.

Por otra parte, esta práctica puede ser contraproducente si se produce lo que se conoce como hipertensión del epidídimo o epididimaria, que no es más que lo que coloquialmente se conoce como cojonera o síndrome de bolas azules, y se refiere, según Medical News Today, al dolor en los testículos que ocasiona la acumulación de sangre en la zona por la excitación sexual que no culmina en el orgasmo.

Pero tampoco esto es una condición de gravedad, simplemente se aliviará cuando el flujo sanguíneo regrese a la normalidad. Cabe destacar que las mujeres también pueden sentir la vasocongtestión o congestión pélvica, pero también se aliviará cuando llegue al orgasmo o culmine el estado de excitación.

Este artículo tiene como finalidad ofrecer información general y educativa sobre temas relacionados con la salud y el bienestar. Sin embargo, esta información no debe ser considerada como un reemplazo del consejo de su doctor ni debe ser utilizada para realizar tratamientos sin supervisión médica. Yahoo no se hace responsable de ningún diagnóstico hecho por un usuario basándose en este contenido. Si usted está preocupado por su salud, siempre consulte a su médico de cabecera u otro profesional calificado de la salud antes de tomar cualquier acción.

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