El circo de ‘Bebé reno’ explota con un show mediático que pone a Netflix contra las cuerdas

La supuesta 'Martha' que inspiró la historia de acoso real que cuenta 'Bebé reno' se sumó al circo mediático contando su versión

Explota el circo mediático en torno a 'Bebé reno'. (Ed Miller/Netflix)
Explota el circo mediático en torno a 'Bebé reno'. (Ed Miller/Netflix)

Y al final sucedió. Tras la búsqueda furtiva de curiosos y medios que dieron con la identidad de la supuesta ‘Martha’ de Bebé reno, la mujer señalada como la presunta acosadora en que se inspira la serie de Netflix decidió exponerse al público. Lo hizo en una entrevista concedida al programa de YouTube de Piers Morgan, Uncensored, negando haber acosado al creador de la serie, Richard Gadd, mientras aseguró que tomará acciones legales contra el actor, Netflix y, quizás, el tabloide británico Daily Mail.

Fiona Harvey, el nombre real de la mujer metida en el embrollo, mantiene que no envió 41.000 correos electrónicos al cómico, ni tampoco 100 cartas, como asegura la serie. Que solo le envió una carta y que, como mucho, mandó “menos de 10 emails” de tono “bromista”. Sostiene que tampoco envió audios porque no tenía el número de teléfono de Richard Gadd, que tampoco le escribió por Facebook ni le mandó regalos, como señala la serie. Declaró que si esos audios existen serán grabaciones que el actor habrá realizado a escondidas en el pub donde trabajaba. Sentenció que solo lo vio “unas dos o tres veces”, que no sintió atracción por él porque “no le gustan los jovencitos sin trabajo apropiado” y que fue el actor quien le ofreció “colgar sus cortinas” -el eufemismo que usa la serie para referirse a relaciones sexuales- pero que ella lo rechazó porque tenía novio.

Admitió haberle puesto el apodo de ‘bebé reno’ como una “broma” porque el actor se había rapado la cabeza, mientras aseguró que nunca fue a prisión por acoso como señala la serie. “Es completamente falso y muy perjudicial para una carrera. Quiero refutar eso. No soy una acosadora. Es simplemente una completa tontería”, dijo. A su vez, mantiene que es Gadd el que está “mentalmente enfermo”, que es un “psicópata” y, al momento de conocerlo y apoyar su trabajo como cómico enviándole mensajes en Twitter, “no sabía que me iba a atacar de esta manera”.

Por decir, dijo muchas cosas más, como revelaciones que han despertado la fiebre viral y las sospechas en redes sociales, como decir que tenía seis cuentas de email y cuatro teléfonos diferentes. La verdad es que la entrevista causó furor. No solo acumula 3.8 millones de visualizaciones desde su lanzamiento, sino que redes sociales como X (antes Twitter) están desbordadas de comentarios, bromas y memes de todo tipo donde destaca la tendencia a no creerle.

Sin embargo, debajo de todo este circo se esconde un análisis que pone a Netflix contra las cuerdas.

A lo largo de los siete episodios de Bebé reno, Richard Gadd pinta el retrato de una acosadora diferente a las que solemos ver en cine y series donde expone el trauma que le provocó el acoso constante pero, a su vez, realiza un análisis empático sobre el efecto de la soledad, la falta de amor y los demonios internos. Tanto en Martha como en él mismo tras ser víctima del acoso pero, también, de abuso sexual por parte de un productor.

En la serie deja clara la conexión y empatía que siente por su acosadora, mientras que en una entrevista con Independent reconoció que la persona real estaba “mentalmente enferma”. Sin embargo, todo esto ahora pasó a un segundo plano. Porque al comienzo del primer episodio, un rótulo indica de manera directa: “Esto es una historia real”. Una revelación que sumada a los extremos de Martha como acosadora, terminó encendiendo la llama curiosa en los espectadores. El mundo se lanzó a revisar los perfiles de Richard Gadd en redes sociales y enseguida encontraron a la presunta Martha de la vida real. Supuestamente, Fiona Harvey.

Richard Gadd como Donny y Jessica Gunning como Martha en 'Bebé reno'. (Ed Miller/Netflix)
Richard Gadd como Donny y Jessica Gunning como Martha en 'Bebé reno'. (Ed Miller/Netflix)

Y aquí llegamos al problema que pone a Gadd y Netflix contra las cuerdas. El autor y víctima de la historia dijo a GQ en abril que su “enfoque estaba en capturar la verdad emocional, no en crear un perfil fáctico”, dijo. “Hemos hecho todo lo posible para disfrazarla que dudo que se reconozca en el programa”.

Sin embargo, no era del todo cierto o acertado porque resultó muy fácil encontrar a Fiona. No solo comparte un parecido físico con Jessica Gunning -la actriz que interpreta a Martha- y el mismo acento escocés, sino que también tiene un título de Derecho como el personaje y posee un historial mediático en donde una mujer casada con un político también la acusó de acoso. Como muestra la serie.

A su vez, sus publicaciones en Twitter del año 2014 a la cuenta de Richard Gadd suenan muy similares a las que vemos en la serie, tanto en la gramática como narrativa. Hasta en uno de ellos le dice que necesita colgar sus cortinas.

Las similitudes rozan la casualidad, resultando tan evidentes que ponen en entredicho lo que dijo Richard Gadd. Y entonces surge el debate: ¿por qué Netflix y Gadd no tomaron las medidas necesarias para proteger la identidad de las personas involucradas? ¿Por qué asegura Gadd que lo hizo si después resultó tan fácil encontrar a Harvey y descubrir tantas similitudes con Martha?

A fin de cuentas, estamos hablando de una historia real pero, como tal, siempre existen diferentes versiones según la experiencia de cada persona. Pero, sobre todo, se trata de una historia real que expone las tácticas y abusos de una presunta acosadora. Ya sea Fiona Harvey u otra persona, nadie sabe qué fue de ellas, si tal vez aprendieron de sus errores o reconstruyeron sus vidas. Sin embargo, con esta exposición tan directa se termina llevando a un anónimo a la vida pública, con el odio viral que conlleva, los mensajes privados, el acoso online, el posible perjuicio profesional, etc.

Fiona Harvey dice que demandará a Gadd y Netflix. Piers Morgan la presionó para que reconociera que, en caso de un juicio, saldría a la luz si miente a través de la búsqueda de evidencias que podrían corroborar si envío los famosos 41.000 emails. Y ella mantuvo que no existen. Que no seguiría adelante si no estuviera segura. Sin embargo, más allá del circo mediático que un juicio de este tipo podría provocar (hasta daría pie a una segunda temporada de Bebé reno), existe una verdad paralela y es que la vida de una persona anónima se está viendo afectada. Haya sido culpable o no (que si lo fue, según la serie, fue condenada a nueve meses de prisión, aunque Harvey lo niega), tenga problemas mentales o no, como dicen algunos.

Según Fiona Harvey, está viviendo acoso mediático y odio online. “Ya se ha apoderado bastante de mi vida”, dijo. “Lo encuentro bastante obsceno. Lo encuentro horroroso, misógino. Algunas de las amenazas de muerte han sido realmente terribles online. La gente me llama por teléfono. Ya sabes, ha sido absolutamente horrible”.

Resulta evidente que si Fiona Harvey fue la inspiración de Richard Gadd, entonces Netflix y el cómico no hicieron los deberes correctamente. Pero, ¿por qué? ¿No habría sido más fácil crear una Martha con otro acento, con otra profesión, sin incluir tantos detalles identificables con una persona de la vida real? ¿Por qué jugársela de esta manera? ¿Por atención mediática? ¿Para generar publicidad a la serie o fue pura inocencia de principiante por parte de Richard Gadd?

Solo ellos lo saben. De momento ni la compañía streaming ni el creador de la serie han respondido a las alegaciones de Fiona Harvey. Pero viendo el furor viral, no parece que el asunto vaya a quedar en el aire.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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