La Inteligencia Artificial decide lo que ves y lo que nunca podrás ver en Netflix

Netflix sabe lo que nos gusta. A todos nos ha pasado alguna vez: terminamos una serie o película que nos tuvo enganchados durante varios días u horas y, entonces, antes de que podamos preguntarnos ‘¿qué veo ahora?’, la plataforma nos presenta un puñado de sugerencias que pueden ser de nuestro agrado. Como si supiera lo que estamos pensando. Como por arte de magia.

Si no nos convencen, no pasa nada, el servicio se encarga de destacar propuestas inspiradas en producciones que nos gustaron, géneros que solemos ver con frecuencia o historias que están triunfando entre clientes con gustos similares, ya sea a través de su pantalla de bienvenida, notificaciones o, incluso, correos electrónicos esporádicos. Todo esto parte de un complejo algoritmo de inteligencia artificial que la empresa lleva puliendo desde hace años.

Sin embargo, esta estrategia no solo estaría pensada para apoyar el consumo continuado de los 269.6 millones de suscriptores de Netflix -según los datos del primer cuatrimestre de 2024- sino que, aparentemente, también para que la empresa decida en qué producciones invertir sus dólares. Al menos así lo revela un director que vio cómo su idea para desarrollar la secuela de un éxito de 2001 era descartada porque así lo sentenció el algoritmo.

Sin embargo, este detalle expone un posible cambio de táctica en Netflix porque, según declaró la directora de contenido actual de la compañía, Bela Bajaria, en 2021 a Fortune, no utilizaban sus algoritmos para dar luz verde a proyectos nuevos.

Y aquí surge una pregunta inevitable, ¿es posible prever con certeza el éxito en base a estadísticas y métricas modernas? Hollywood lleva décadas intentándolo pero nunca pudo controlar esta variable, como demuestran decenas de estrenos con resultados de taquilla que derivaron en fracasos inesperados o éxitos sorpresa. Más allá de lo previsible, como el cine de superhéroes, acción clásica, dinosaurios, animación, siempre existe el riesgo de saltar al vacío y esperar la respuesta final de la audiencia.

El proyecto descartado por la IA

El director Brian Helgeland se prestó para una retrospectiva de su carrera con Inverse, revelando que tenía ideas para sacar adelante una secuela de Corazón de caballero, la comedia de acción medieval que protagonizó Heath Ledger durante sus primeros años en Hollywood.

Estrenada en 2001, Corazón de caballero aprovechó el éxito que el actor australiano había conseguido con 10 cosas que odio de ti (1999) para captar la atención del público y crear una comedia con referencias modernas dentro de su historia del siglo XIV y con música de los ’70. Las críticas fueron mixtas pero la audiencia respondió con una recaudación global de $117.5 millones. Nada mal si tenemos en cuenta que 10 cosas que odio de ti cosechó la mitad.

El director cuenta que comenzó a pensar en una secuela a continuación, desarrollando dos ideas. La primera iba a ser una película de piratas, pero Sony Pictures la descartó. La segunda surgió a partir de una idea de dos actores de la cinta original, Paul Bettany y Alan Tudyk, que iba a contar con Heath Ledger. Sin embargo, tras la trágica muerte del actor, la reescribieron para introducir a una hija adolescente del protagonista que quería competir como su padre, pero no se lo permitían por ser mujer, dando lugar a un proceso de entrenamiento, escondiendo su identidad “a la Mulán”, etc.

“Se la propuse a Sony porque ellos poseen los derechos y parecía que estaban interesados en hacerla con Netflix, lanzarla como una película de Netflix”, explicó el director. “Tengo entendido que Netflix probó esta idea de secuela a través de sus algoritmos, lo que indicó que no tendría éxito. Corazón de caballero parece volverse más popular cada año que pasa; es lo más extraño”.

De esta manera, Brian Helgeland expone que el gigante del streaming habría testeado la idea de la secuela a través del algoritmo de su plataforma detectando, supuestamente, que el público no estaba interesado. No obstante, esta revelación no solo contradice lo que dijeron en 2021 sobre sus estrategias a la hora de dar luz verde a producciones, sino que abre un abanico de preguntas que puede llevarnos a la preocupación en torno a la libertad creativa, porque hay una variante que ninguna métrica o estadística puede pronosticar.

Y existen varios ejemplos en Netflix.

La contradicción de Netflix

El algoritmo de Netflix funciona de maravilla cuando se trata de “conocer” a los usuarios. Es el arma secreta más eficiente de la plataforma: un sistema de recomendaciones que se basa en un algoritmo de inteligencia artificial que se nutre con datos de consumo. En otras palabras, la plataforma almacena y recopila todos los datos de visualización de cada usuario para, entonces, predecir y sugerir.

Se trata de un algoritmo complejo que recopila desde lo que vemos, el género, qué actores, el año de estreno, cuándo nos conectamos, cuánto tiempo lo hacemos y desde qué dispositivos vemos el contenido, qué calificación damos, y lo contrasta todo con el comportamiento del resto de usuarios que disfrutan de una programación similar. Con todos estos datos, el algoritmo de inteligencia artificial personaliza la portada de cada espectador, adaptándola al tipo de historias que probablemente le puedan interesar.

Es tan complejo que, como explica un artículo detallado de Ariesbi, no solo diseña una interfaz personalizada, sino también cómo mostrarte el contenido. Por ejemplo, ordena los títulos empezando por los más recomendados y hasta personaliza la imagen que va a mostrarte según tus tendencias. Y ponen un ejemplo: hay quienes ven Mente indomable destacada con una foto de Matt Damon y Minnie Driver a punto de besarse porque consumen películas románticas, y otros una imagen de Robin Williams.

Evidentemente, se trata de un modelo sofisticado que influye en que sean líderes del mercado streaming. Sin embargo, descartar un proyecto basándose en este algoritmo abre un horizonte de influencia creativa en torno a la inteligencia artificial que, seguramente, disgusta a los artistas preocupados por el avance de la IA en el negocio.

Es cierto que una secuela de Corazón de caballero quizás no hubiera obtenido buen resultado sin Heath Ledger, sin embargo, todo siempre depende de la historia, calidad y el boca a boca. Y Netflix tiene experiencia en esto.

Previamente mencionaba las palabras de Bela Bajaria en 2021. Lo que dijo específicamente fue todo lo contrario a lo que ahora expone el director de Corazón de caballero: “Damos luz verde a programas basados en el instinto y el juicio humano. Es la idea, el tono y la alquimia de tantas cosas que se unen”, dijo a Fortune. "Simplemente no hay sustituto para eso".

Y puso ejemplos. Explicó que no tenían datos que les hubieran pronosticado el éxito que iba a tener Gambito de dama, que no solo arrasó entre usuarios sino que ganó 11 premios Emmy, como tampoco el éxito internacional de El juego del calamar. Que solo “sabían” que sería “grande en Corea porque tenía un director bien considerado con una visión audaz”.

El caso de la serie coreana es perfecto para ilustrar esta contradicción. Porque fue la serie más exitosa de la historia de Netflix pero, al momento de su estreno en septiembre de 2021, el servicio prácticamente no le hizo campaña promocional. Fue más tarde, cuando el titulo comenzó a ser ruido y las estadísticas crecían, que empezamos a verla por todos lados.

Reconozco que no soy el tipo de usuario que hubiera visto una secuela de Corazón de caballero, pero si esto forma parte de la "nueva" estrategia de Netflix y, quizás, se expanda a otras plataformas, no puedo evitar preguntarme cuántas ideas interesantes, quizás con el potencial de sorpresa inesperada de El juego del calamar, terminen siendo descartadas por la IA basándose en métricas y estadísticas externas que no tienen en cuenta el elemento sorpresa que solo el público puede aportar.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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