Los colores de moda en tiempos de confinamiento (y cómo influyó la pandemia en nuestros gustos)
El 2019 dejó abierta una puerta de confianza hacia el futuro. La construcción en positivo de una nueva era no parecía lejana. Un ejemplo interesante es que, Pantone, organización que clasifica y cataloga el color, eligió como el color del 2020 el Classic Blue, argumentando que aportaba una sensación de paz y tranquilidad al espíritu humano.
Pero nadie imaginó que el pronóstico resultaría muy acertado dadas las necesidades emocionales que generaría el afrontar, entre muchos otros sucesos, una pandemia.
Los hechos ocurridos el primer trimestre del año han empañado todo entusiasmo y replantean una nueva realidad para muchas industrias, incluyendo la de la moda, una de las más afectadas por la caída de la demanda, la paralización de la oferta y las nuevas prioridades de los consumidores.
A principios de la primavera, los estampados florales, las líneas, los polka dots y otros clásicos que dictan las tendencias de esta época del año no trascendieron. No hubo vestido rosa claro ni volantes que distrajeran la atención de lo que pasaba –y continua pasando- en el mundo. Sin embargo, si algo se ha hecho sentir es el color.
El consumidor ha logrado expresarse a través de este elemento del diseño que tanto comunica y sus compras se han orientado, no a un estilo específico, sino a un mensaje: la esperanza, lo natural y la vuelta a lo básico.
El color del futuro
Lyst, plataforma de origen británico que reúne digitalmente miles de tiendas de todo el mundo y desarrolla investigaciones sobre la moda y su consumo, ofrece varios tipos de búsquedas clasificadas por tipos de artículos y por colores, con lo que pueden medir las tendencias según distintos criterios.
Francesco Girone, gerente de marketing y comunicación para los mercados internacionales de la plataforma apunta que los colores suelen ser una prueba fiel del estado de ánimo de los consumidores y los datos que arrojan sus más recientes informes confirman que el COVID-19 ha cambiado los intereses del público al elegir y comprar ropa y accesorios.
Girone relata, en un reportaje publicado por D, magazine del diario La Repubblica de Italia, el recorrido de los consumidores a través del color durante el tiempo de confinamiento. “Hasta finales de febrero, los tonos más oscuros e invernales como el gris, el café o el negro dominaban, junto con picos de solicitudes de tonos más modernos como el amarillo y el azul eléctrico. Sin embargo, en las primeras semanas de confinamiento, el público pareció enfocarse en tonos neutros y clásicos”. Para el experto, esto era un claro indicio de que la necesidad estaba orientada hacia la durabilidad de las piezas más que en las tendencias.
Adicionalmente, este interés por los neutros permeó hacia las categorías más exitosas de la cuarentena: ropa y calzado deportivos, los cuales registraron un aumento de 83% en las búsquedas en la plataforma.
Para el mes de abril, otro fenómeno interesante dejó en evidencia la importancia del color en el mercado británico. Los analistas de Lyst encontraron un aumento del 52% en las búsquedas de ropa y accesorios e color verde tras el discurso de la Reina Isabel II sobre el tema de la pandemia, que invitaba a los súbditos –y al mundo entero- a no darse por vencidos. Ella lucía un traje verde, color asociado frecuentemente con la esperanza. Lo que nos demuestra, una vez más, que la moda constituye una forma de expresión en la que se funden la actualidad, el entorno del consumidor y sus intereses.
Por otra parte, los arcoiris y motivos multicolores destacaron en el Reino Unido, porque se asociaron al apoyo para médicos y enfermeras que han trabajado en la lucha contra el coronavirus. Asimismo, creció la demanda de franelas blancas, pero no porque estas fuesen la tendencia sino por ser el soporte perfecto para el tie-dye, técnica recientemente fomentada por Victoria Beckham en sus redes sociales durante el confinamiento.
En la medida que ha transcurrido el tiempo, y nos hemos ido desplazando hacia la nueva realidad, se ha podido observar un acercamiento hacia algunos estampados. Girone explica que en Italia se vio interés hacia los patrones con logotipos, mientras que en otros lugares del mundo resurgió el animal print, relacionado con el éxito de la serie documental de Netflix, Tiger King.
El sol traerá un nuevo amanecer
Más recientemente, la plataforma de investigación de moda detectó un aumento en las búsquedas de motivos y colores más veraniegos que no se relacionan con la crisis mundial ni con ningún otro tema de actualidad.
Poco a poco se deja ver el interés por piezas clásicas de los días calurosos como vestidos y pantalones en colores claros, bolsos y otras piezas relacionadas con el clima, con lo cual Girone finaliza: “Hemos encontrado un aumento del 18% en estampados de margaritas: un clásico de la temporada… Creo que es una buena señal del regreso a la normalidad".
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