Yahoo Estilo El día que Jacqueline Andere conoció a Marilyn Monroe: "nos quedamos de una pieza"
Pocos son los actores que tienen la fortuna de que su película debut se convierta, al paso del tiempo, en un clásico no solo del cine nacional, sino de la cinematografía mundial. El caso de la celebrada actriz mexicana Jacqueline Andere, es de esos.
Nacida en Villahermosa, Tabasco, el 20 de agosto de 1941, Andere ya tenía experiencia haciendo teleteatros —con Enrique Alonso, 'Cachirulo', donde fue la princesa ideal en numerosos episodios de su famoso programa infantil 'Teatro Fantástico'— y telenovelas, habiendo co-protagonizado 'La Leona' al lado de Amparo Rivelles (en aquella época, la reina de los melodramas, mismo título que la Andere ostentaría una década después), pero no sabía actuar en cine, por lo que cuando la invitaron a audicionar para la película dirigida por Luis Buñuel y producida por Gustavo Alatriste, su primera reacción, según recuerda, fue una mezcla de halago y terror.
"Fui a conocer a Don Luis en la oficina de Alatriste. Le habían mandado fotografías de varias actrices y me vio y dijo, 'esta'. Entonces me mandó llamar. Yo no había leído todavía el libreto ni nada, solo sabía que me querían ver. Por entonces no tenía mucha experiencia, mas que en televisión y algo de teatro, pero si te manda llamar un director, y más uno tan importante, tan famoso como Luis Buñuel, lo que haces es ir y sin rechistar."
"Yo sabía que Gustavo Alatriste era un empresario importante y además, el marido de Silvia (Pinal) en ese entonces; así que fui a su oficina en Paseo de la Reforma y ahí me presentó a Don Luis. Nos saludamos, me miró bien, me pidió que diera una vuelta, luego otra. Iba muy arreglada, porque así se estilaba entonces; usábamos guantes y tacones, sombrero y hasta abrigo. Don Luis me hizo unas preguntas: mi nombre, mi edad, cuánto medía y pesaba. Cosas así y yo estaba tan nerviosa, que a todo le respondía con voz temblorosa. Alatriste se reía, y Don Luis no dijo nada. Yo pensé, bueno, ya, me vio, seguro no me va a llamar. Nos despedimos, y salí de ahí toda apachurrada y me fui a mi casa."
Menuda sorpresa la esperaba cuando al día siguiente le mandaron por mensajería el libreto y el contrato para la película. "Luego Alatriste me contó que para el elenco de esta película, Don Luis buscaba un tipo específico de actores, para el tipo de personajes que quería retratar, gente que pareciera distinguida, de alta sociedad. Entonces figúrate cuando voy a la primera lectura de guión, y estaban los mejores actores de México: Augusto Benedico, Enrique Rambal y Lucy Gallardo, Ofelia Guilmáin, Bertha Moss, Nadia Haro Oliva, Claudio Brook que era encantador, Luis Beristáin, Rita Macedo, Tito Junco... y claro, Silvia. Me sentía así, chiquitita, chiquitita, pensando, no la vaya yo a regar. Eran los más grandes."
En la película, Jacqueline interpreta a 'Alicia de Roc', la aristocrática joven esposa de un director de orquesta que es muchos años mayor que ella (Enrique García Álvarez) y la trama (por así decirlo), gira en torno a un grupo de amigos pertenecientes a la alta burguesía que después de una cena quedan atrapados sin salida en uno de los cuartos de la elegante mansión.
Escrita por Luis Alcoriza y el propio Buñuel, con el título original de 'Los náufragos de la calle de la Providencia', la película busca retratar cómo, ante la adversidad inexplicable y siniestra, el comportamiento refinado de los invitados puede llegar a sus más humillantes límites de degradación, deviniendo en auténticos salvajes, como sucede en la novela de William Golding (Premio Nobel) 'El señor de las moscas', en la que pasa lo mismo, pero con un grupo de niños ingleses que sobreviven un accidente aéreo en una isla desierta.
Andere, que tenía entonces apenas 20 años, se presentó en los estudios a ensayar antes de filmar, y le tocó ver cómo la película iba cambiando orgánicamente antes de pasar frente a la cámara. "Primero se filmó la escena final, en una iglesia en San Ángel, y ahí todavía estuvo con nosotros Rita (Macedo), que se tuvo que despedir del rodaje, porque estaba embarazada de su hija Cecilia, que es también hija de Carlos Fuentes, el escritor, y como era un embarazo delicado, solo aparece en esa escena y la sustituyó Patricia Morán."
En las primeras escenas, Jacqueline y todos los miembros del reparto tenían que lucir un vestuario suntuoso, pero conforme avanzaba el rodaje, los actores tenían que someterse a un riguroso tratamiento para ¡desglamorizarlos!. "Llegábamos al foro, y ya nos estaban esperando, para hacernos parecer náufragos, literalmente: nos despeinaban, nos iban rasgando la ropa, nos pasaban trapos con miel para que nos sintiéramos pegajosos, luego nos untaban tierra y era horrible. Estábamos de verdad muy incómodos, pero era lo que se requería y nos acostumbramos, aunque Don Luis tenía sus particularidades también."
Una de estas fue que, al rodar algunas escenas en la locación, una mansión en el elegante barrio de Polanco perteneciente a la familia Ávila Camacho (uno de los expresidentes de México), el director estrictamente prohibió a elenco y equipo usar los sanitarios en la locación. "En el estudio teníamos camerinos y baño, pero en locación no. En esa época no existían las casetitas que se rentan ahora en las producciones, así que estábamos muy incómodos, y el staff también. Pero una señora vecina de ahí, de Polanco, que había ido a ver cómo se rodaba la película, se apiadó de nosotros, y nos ofreció el baño de visitas en su casa y cuando hizo falta, ¡todo el mundo fue!", recordó entre risas.
Buñuel fue muy preciso en las indicaciones para dirigir a Andere, que nunca había hecho cine. "Una de las primeras cosas que me dijo fue que no parpadeara. Que cuando me tocara un acercamiento, procurara no mover ni las cejas ni los párpados y que no mirara a la cámara, sino a mi interlocutor. También que los movimientos debían ser más sutiles, menos expresivos, para la cámara. Y fue una enseñanza maravillosa, porque no cualquiera tiene como maestro al mejor director del mundo."
Otra gran sorpresa ocurrió cuando Pepe Bolaños, el director de 'La Soldadera', otra producción de Alatriste que había estelarizado la Pinal, llegó de visita a los estudios (donde ahora se encuentra Televisa San Ángel) acompañado de quien era su novia de ese momento, nada menos que... Marilyn Monroe.
"Nos quedamos de una pieza. ¡Era Marilyn! Así, tan natural, muy risueña, muy simpática. Como solo hablaba inglés, pues los que hablábamos el idioma la saludamos, y todos decían que Bolaños era un suertudo, porque ella era su novia. Recuerdo que nos daba terror que nos viera así, todos mugrosos por la película, pero a ella no le importó; fue amable con todos, y habló mucho con Gabriel Figueroa, que era nuestro director de fotografía y trabajaba en Estados Unidos. Era muy sencilla, muy guapa. Hay quienes dicen que ese día estaba borracha o drogada por como se ve en algunas fotos, pero a mí no me consta y no lo creo, yo no la vi. Aunque ahí sí brindamos con champaña que trajo Alatriste, porque los otros días brindábamos en escena con ginger ale, porque no teníamos mucho presupuesto, pero con Marilyn había que quedar bien, ¡cómo no!"
La diva conversó con los actores y vio rodar dos escenas, dejándole una huella a la entonces joven actriz "Nadie nos imaginábamos que unos meses después de verla, ella iba a morir. Era tan vital, tan risueña. Nos dejó muy impresionados con su sencillez. Fue muy triste y muy fuerte cuando leí en el periódico que se había suicidado en Los Ángeles."
Que 'El ángel exterminador' se convirtiera en una película de tanta importancia, es algo que Jacqueline Andere atesora, aún seis décadas después. "Sabía que era una película importante, porque era de Luis Buñuel, pero no pensé que fuera a ser tan famosa ni tan histórica. Para nosotros era una experiencia, pero no creíamos, ninguno — Rambal, Silvia, Mamita Ofe (Guilmáin), Benedico—, que iba a seguir siendo polémica aún hasta ahora."
De ese legendario elenco, ya solo quedan vivas Silvia Pinal y Jacqueline Andere, quien asegura que en su filmografía —que incluye algunas películas memorables, dirigidas por su marido, el difunto escritor y director José María Fernández Unsaín, con quien procreó a su única hija, Chantal, como "Los enamorados" o "Las bestias jóvenes"— su primera película ocupa un lugar muy especial: "Fue mi debut y todavía ahora me siento bendecida por ese regalo que fue hacer esa película, y siempre me sentiré orgullosa".
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