¿El frío enferma? Ha llegado la hora de desenmascarar uno de los mitos más comunes

Si bien protegerse del frío es importante para el cuerpo, la falta de un suéter o el cambio de temperatura no bastarían para enfermarte. Si no nos crees, basta recordar cómo es que nos enfermamos.

El frío no sería responsable directo de que te enfermes. Foto: Paulo Amorim / Getty images.
El frío no sería responsable directo de que te enfermes. Foto: Paulo Amorim / Getty images.

FOTO 1: Foto: Paulo Amorim / Getty images.

¿Por qué nos enfermamos?

Cuando hablamos de frío, solemos pensar en resfriados e influenza. Si bien hay una relación por la que nos enfermamos más durante los meses invernales, el frío no sería el directo responsable.

Para empezar, recordemos que las enfermedades son causadas por estar en contacto con gérmenes, como recalca el portal Healthline. Lo que ocurre es que si tu sistema inmunológico no está en las mejores condiciones para defenderse y combatirlo, las probabilidades de enfermarte son mayores.

En otras palabras, si hace mucho frío, pero no entras en contacto con los gérmenes del resfriado común, no podrías enfermarte de esto. Sin embargo, si tu sistema inmunológico está débil y entras en contacto con el virus, sí podrías contagiarte incluso estando bien abrigado.

¿Por qué el resfriado común y la gripe son más comunes cuando hace frío?

La respuesta a esto es simple: las bajas temperaturas favorecen la proliferación y supervivencia de ciertos virus. Específicamente, los rhinovirus, responsables de los síntomas del resfriado común, se propagan mejor con el frío, aumentando las probabilidades de entrar en contacto con ellos. Lo mismo ocurre con el virus de la influenza.

Además, el frío conlleva otros factores que debilitan nuestro sistema inmunológico y a situaciones que nos exponen más a los gérmenes:

  • Aire seco. La humedad del aire desciendo, ya sea en interiores o exteriores contribuiría a los brotes de influenza y resfriado, según recogen los Institutos Nacionales de Salud de EEUU (NIH por sus siglas en inglés). Esto en parte porque la cubierta de los virus se fortalece con el clima, haciéndolo más resiliente y fácil de transmitir. Además, el aire seco también secaría tus pulmones, de acuerdo con el pulmonólogo Ray Casciari para el diario The Atlantic. Lo mismo le ocurre a tus ojos, nariz y membranas mucosas. Esto te volvería más susceptible a los virus, que durante el frío sobreviven mejor.

  • Aire frío. La temperatura del aire que respiras inhibiría la habilidad de tus mucosas y vellos nasales de mantener a raya los agentes infecciosos, como explica el Además, un estudio de 2015, encontró que tu cuerpo no combatiría igual los gérmenes cuando la temperatura de la nariz y las fosas nasales superiores es más baja.

  • Pasamos más tiempo en interiores. Si bien los virus del resfriado y la influenza se propagan por el aire, es a través del contacto directo con otras personas que nos contagiamos más fácilmente. Y sucede que cuando hace frío solemos pasar más tiempo en interiores, aumentando la exposición, como sugiere el portal Very Health.

Vacunarte sería la forma más efectiva para evitar enfermarte. Foto: Jeffrey Hamilton / Getty Images.
Vacunarte sería la forma más efectiva para evitar enfermarte. Foto: Jeffrey Hamilton / Getty Images.
Entonces, ¿cómo evito enfermarme?

Ahora sí, después de taparte para quitarte el frío, puedes enfocarte bien en las cosas que sí servirían para evitar enfermarte, por ejemplo:

  1. Vacúnate. Sin duda es una de las mejores formas para evitar no solo enfermarte tú, sino que los demás a tu alrededor, incluidas las personas que por alguna condición médica no pueden vacunarse, se enfermen.

  2. Lávate las manos. Los virus que nos enferman también están en las superficies que tocamos, por lo que hay que lavarse las manos con jabón durante 20 segundos, o con sanitizantes con base de alcohol, como recogen los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC por sus siglas en inglés).

  3. Evita tocarte los ojos, nariz y boca, especialmente si no te has lavado las manos. Recuerda que los virus pueden estar en tus manos, pero necesitan entrar en tu sistema para enfermarte, y si les facilitas el acceso a estas zonas, aumentarías el riesgo, recalca el

  4. Evita acercarte a personas enfermas. Esto incluye incluso no darles la mano, como recomienda el portal WebMD, una práctica que, como mencionamos en el punto anterior, aumentaría tu riesgo de contagio.

  5. Usa un humidificador de aire. Además de evitar la resequedad de tu cuerpo, en 2013 un estudio publicado en la revista Virology Journal descubrió que usarlo durante una hora mataría hasta 30% de los virus que se transmiten por el aire en las escuelas. Sin embargo, no hay que abusar de ellos, porque hay otros patógenos que se transmiten gracias a la humedad.

Así que ya lo sabes, cuando se trata del frío y las enfermedades, serás más importante lavarte las manos que ponerte un suéter extra para evitar enfermarte.

¿Qué otros mitos de salud conoces?

@travesabarros

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