El proyecto que Isela Vega no logró cumplir: actuar en el filme de González Iñárritu

La actriz sonorense Isela Vega nunca marcó su retirada de los reflectores. De vez en vez sus reapariciones dejaban huella de su aplomo y daba cátedra de actuación, sin importar lo pequeño que fuera el papel que le asignaran.

Es por eso que se mantenía vigente ante las nuevas generaciones gracias a sus intervenciones como en "Cindy la regia" o "La casa de las flores" y aún a sus 81 años, Isela Vega tenía sus ilusiones centradas en su próximo proyecto: "Limbo", el título provisional de la película de Alejandro González Iñárritu, que el cineasta ganador de cinco premios Óscar comenzó a filmar hace unas cuantas semanas en la Ciudad de México.

Así lo dio a conocer Arturo, el primogénito de la actriz, quien tras el deceso de Vega detalló que el legado que su madre le deja es el de trabajar hasta los últimos días de su vida, pues su madre se fue con la ilusión que le provocaba participar en la nueva película del ganador del Oscar Alejandro González Iñárritu. "Su última voluntad era terminar su película con Alejandro (González Iñárritu) ya tenía todo preparado".

Arturo Vázquez y su mamá, la actriz Isela Vega (Getty Images)
Arturo Vázquez y su mamá, la actriz Isela Vega (Getty Images)

¿De qué murió Isela Vega?

Fue su hijo mayor quien detalló que a la actriz le había sido detectado un cáncer el pasado 9 de febrero. Tania Vázquez, su nieta, fue más específica, al mencionar que le había hecho metástasis en el cerebro y fue a la tercera quimioterapia a la que se sometió cuando comenzó su deterioro.

"De pronto decía cosas muy raras, un momento me dijo que ya no aguantaba su cuerpo. Yo esperaba que la tuviéramos más tiempo, pero no pudo, es un momento muy triste", añadió Tania.

Durante sus últimas horas de vida, Isela Vega no sufrió, pero si tenía momentos lúcidos y delirio, producto de la sedación que presentaba.

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Isela Vega, una niña que no sabía que sería actriz

El camión de redilas propiedad de su padre, al que le colocaba una sábana o trapo enfrente, para luego abrirlo como telón, fue el primer escenario de Isela Vega.

Era muy niña y, aunque no actuaba, si presentaba a otros chiquillos y tras ello se bajaba para reírse con ellos como parte del público.

"A mi me gustó siempre esto de la actuación, aunque era inconsciente mi gusto", relata Isela Vega en un libro biográfico editado por el Festival Internacional de Cine de Guadalajara.

La actriz de más de 130 producciones entre cine y televisión, murió tras luchar contra el cáncer, nació en un rancho de Hermosillo, Sonora, hace 81 años.

Ahí, la segunda de siete hermanos aprendió labores del campo; sus estudios los comenzó en una escuela de monjas y continuó en una pública. Aprendió comercio, trabajó como telefonista y en una compañía minera; por una agencia de modelaje ingresó en 1959 al entonces Televicentro.

En la empresa televisiva trabajó en programas como "Max Factor, las estrellas y usted" y "Miércoles a Go -Go", en donde salía con un gran reloj en la cintura a dar la hora.

Un día le preguntaron si cantaba, dijo que sí, y debutó en el Hotel Regis, derrumbado por el terremoto de 1985.

El 1960, tras tomar algunos talleres de actuación, es invitada a participar en la cinta "Tres tristes tigres", teniendo una pequeña escena en la que Luis Aguilar le canta a ella y otras chicas. Ya nadie paró a Vega.

Fue una mujer que pone en apuros a un cura en "La viuda negra"; la lépera Doña Lupe, dueña de un prostíbulo, en "La ley de Herodes"; la mujer sexy en "El oficio más antiguo del mundo" o la prima norteña en "Por mis pistolas", al lado de Mario Moreno "Cantiflas".

¿Algo más? Formó parte de ese cine que desafiaba las buenas costumbres en cuanto a sexualidad. Fue parte de "Las pirañas aman en cuaresma"; "Las apariencias engañan", "Naná" y "El llanto de la tortuga", donde sus desnudos arremolinaban a gente alrededor de la taquilla.

También fue elegida por Sam Peckinpah ("La pandilla salvaje") para integrarse a "Tráiganme la cabeza de Alfredo García".

Escena de la película "Bring Me The Head Of Alfredo Garcia", 1974. (Getty Images)
Escena de la película "Bring Me The Head Of Alfredo Garcia", 1974. (Getty Images)

"Sí ves que te has pasado mas de 100 películas, unas 150, en el set haciendo escenas, secuencias, inventando, estudiando, todo eso, es que te has pasado la mitad de tu vida en la ficción", dijo Vega previo a recibir en 2017 el Ariel de Oro, a su trayectoria.

También incursionó en la producción y dirección, esta última en "Los amantes del señor de la noche", hecha en los albores de los 80's.

Era apenas la octava directora en la historia del cine nacional y no fue una aventura placentera, pues los técnicos hasta huelga le quisieron hacer. Ese día los enfrentó y dijo que si no querían, estar se fueran. Nadie dijo nada.

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Cosa curiosa: Isela no veía sus películas más allá del estreno. Pero no por ego o falta de autocrítica, sino porque no le gustaba mirar al pasado, sino hacia adelante. "No me gusta la idea de convertirme en una estatua de sal", dijo en una ocasión a la revista "Playboy".

Prefería quedarse con las anécdotas de sus trabajos, las cuales contaba con gusto. Como cuando filmó "La primavera de los escorpiones", con Enrique Álvarez Félix.

"Era una escena de noche, hacía mucho frío y hacía lluvia. Le dije al director (Paco del Villar) que había agua y estaba helada. Entonces me respondió que ni modo que la calentara. Ya sólo hice después el trabajo", relató a El Universal durante el lanzamiento de la comedia "Más sabe el diablo por viejo".

Tuvo hijos con el cantante Alberto Vázquez y el actor Jorge Luke. A los dos los amó, afirmaba. Pero no necesariamente para vivir toda la vida con ellos.

Vega fue la niña que no sabía que sería actriz. Sólo era alguien que además de montar el escenario en el camión de redilas de su padre, le cantaba a una vieja muñeca que cargaba por todos lados.

"Y le cantaba: ven linda muñequita, ven a dormir en mis brazos, pobrecita, pobrecita, te hicieron pedazos", recordaba.

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