Erika Buenfil y el fugaz encuentro con Luis Miguel que la marcó para siempre
En sus 50 años de carrera artística, Erika Buenfil ha sido no solo popular como protagonista de telenovelas — aunque no le llega al récord que ostenta 'La Queen' Victoria Ruffo— sino también por haber tenido algunos muy sonados (y documentados) romances y noviazgos con famosos que han acompañado a la rubia regia por décadas.
Quizá el más notorio, largo y sonado (porque tuvo muchas idas y vueltas, truenes y reconciliaciones, dimes, diretes y hasta una boda planificada que se canceló al cinco para las ocho, cosas que fueron reportadas en su momento por periódicos y revistas de la época) fue con el excantante Oscar Athié, que en los 80 tuvo un éxito espectacular en la radio con 'Fotografía' (¿recuerdan la frase 'Flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones'?) y fue pareja de Erika entre 1983 y 1987, aunque ese año, ya con la boda planeada en el puerto de Acapulco, se dejaron definitivamente cuando Athié se enteró, por reporteros, de que Erika había sido vista recibiendo las atenciones de Victor Hugo O'Farrill, uno de los más poderosos ejecutivos de la vieja guardia de Televisa, en restaurantes capitalinos, incluso obsequiándole un Ford Thunderbird del año, pintado en color rosa pastel (el color con el que en esa época la Buenfil andaba obsesionada) al estilo del carro deportivo de Penélope Glamur en 'Los autos locos'.
Athié cortó toda relación con la Buenfil y esta por algunos meses se erigió como la reina y señora de los foros de Televisa: fue el año en que al lado del 'Penichón' (Arturo Peniche) protagonizó la telenovela 'Amor en silencio', producida por Karla Estrada, que tuvo un éxito monumental cuando a media novela se casaban los personajes (se promovió mucho la boda para asegurar la audiencia) y en plena boda, ¡pum!, la orate interpretada por la magistral Margarita Sanz les vaciaba una pistola y los mataba.
Este ardid, que sirvió para abrir la segunda parte de la telenovela, aseguró un hit: y el tema fue que Erika (que interpretaba a la hija idéntica de Erika) se enamoró en las grabaciones de Omar Fierro, que era el galán de la segunda parte y estaba recién divorciado. Él aceptó tener un amorío con ella (que les dio mucha, mucha publicidad gratis) pero O'Farrill se enojó, se ofendió y la cortó de golpe, cambiándola por una entonces muy fresca, juvenil y divertida Salma Hayek, que se convirtió en reina de la telenovela modelo '89 con 'Teresa', mientras Erika pasaba al refrigerador de Televisa un rato (hasta 'Vida Robada', en 1991).
Lo peor de esto es que Erika, al caer de la gracia de O'Farrill, perdió el interés de Omar Fierro, que se fue a los brazos de Verónica Castro (que era la reina absoluta de la tele, no solo de las novelas) y acabó sola, con la carrera en pausa y ridiculizada por los medios (ese fue el año en que se le ocurrió participar en una eliminatoria del Festival OTI, cantando (sic) una horrible canción titulada 'Tu amor a medias no me interesa', que presuntamente estaría dedicada a Fierro, pero ustedes saben que los chismes viejos son prácticamente leyendas).
Fue en este tiempo en que ostensiblemente se dio la "relación amorosa" (como ella misma la llama) con Luis Miguel, misma que ha vuelto a adquirir relevancia luego de que la "Güera" posteara en su plataforma de Instagram una foto (la única evidencia que existe) de un encuentro con Luis Miguel, al que ha llamado en otras ocasiones "el amor de mi vida", como también lo hizo Lucía Méndez, que además se jacta de haber sido "la primera vez" de El Sol).
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Pero hay que ir por partes: se sabe que Luis Miguel ha sido un conquistador irredento por años y que se ha besado/andado/acostado/cenado/enfiestado y/o hablado con decenas (por no decir centenas) de mujeres guapas, que van desde Stephanie Salas hasta Mariah Carey, pasando por Sofia Vergara, Daisy Fuentes, Mirka DeLlanos, Sasha Sokol, Yuri, Lucerito, Aracely Arámbula, así como un largo, largo, larguísimo etcétera. Así que no sería raro que efectivamente hubiera tenido, en 1990, un encuentro con Erika Buenfil.
Ahora bien, de acuerdo a fuentes cercanas al Sol — principalmente, Jorge Van Rankin "El Burro", que fue su amigo íntimo en esa época, y en su momento quiso clarificar las cosas sobre este rumor para TVyNovelas y acabó haciendo un desbarajuste peor—, Luis Miguel, que es casi siete años menor que la Buenfil, la conoció en Acapulco en la mítica (y hoy destruida) discoteca Baby'O, donde bailaron, bebieron, se besaron y pasaron una velada juntos (aunque nadie afirma que hubieran tenido relaciones).
Unos meses después, tras intercambiar largas llamadas telefónicas, se volvieron a encontrar tras un concierto de la gira de 20 años de Luismi en Monterrey y es ella quien contó que sí hubo relaciones íntimas entre ambos en el hotel de lujo donde él se hospedaba (Luis Miguel, huelga decirlo, nunca ha dicho ni dirá nada al respecto como nunca lo ha dicho de nadie, no es bocafloja, y las mujeres que realmente importaron en su vida ya aparecieron, aunque disfrazadas, en las tres temporadas de su salaz bioserie).
Después de este encuentro, la Buenfil y Luismi no se volvieron a ver. Él inició una gira internacional y no regresó a Acapulco sino hasta fines de 1991, cuando en su columna 'El Fabricante de Estrellas', Leopoldo Meraz (el ya fallecido 'Reportero Cor', y todavía entonces poderoso en el mundo de la farándula) relató que la Buenfil se había apersonado en la discoteca del puerto donde se conocieron con la intención de entrar al privado permanente que tenía Luis Miguel. Pero él le mandó vedar la entrada con sus elementos de seguridad y aún cuando ella lo llamaba a gritos, el intérprete de 'Soy como quiero ser' nunca salió a recibirla y, humillada y ofendida, la Buenfil se fue a su casa con el corazón presuntamente roto.
Han pasado años de ese chisme (Van Rankin corroboró la nota) y mientras la actriz se ha convertido en madre soltera y ahora es la reina del TikTok (algo que ni su rival la Ruffo le pudo quitar), Luis Miguel ha caído en una época más bien parda de su carrera. Lo único cierto, entonces, es que ella lo recuerda con cariño, haya pasado lo que haya pasado, y así lo demuestra.