Eva Mendes pone su glamour al servicio de otro negocio muy diferente al cine
Eva Mendes habría descubierto que Hollywood es un universo lleno de oportunidades y, al igual que Cameron Diaz, Jessica Alba, Gwyneth Paltrow, Drew Barrymore y muchas estrellas más, no necesita de una carrera cinematográfica para hacer negocio. Porque mientras sus compañeras de profesión se convirtieron en empresarias en la industria del vino, los productos de limpieza, el wellness o los electrodomésticos (respectivamente), la estrella latina nacida en Miami hace negocio desde la cocina de su casa.
La actriz de Hitch: experto en seducción y Policías de repuesto lleva diez años sin rodar una película por elección propia. Decidió alejarse del mundo de la interpretación, los rodajes y las alfombras rojas, para centrarse en su nueva vida como madre de las dos niñas que tiene con Ryan Gosling después de que Lost River -el drama que dirigió su pareja en 2013- dejara el listón muy alto para ella. Porque entre la experiencia “soñada” que vivió con aquel proyecto, los personajes estereotipados que le ofrecían y su nueva faceta como mamá, optó por quedarse en casa y vivir de sus otros negocios. Así lo explicó en octubre de 2022 en su perfil de Instagram cuando varios medios aseguraron que había abandonado la actuación para siempre. Y lo curioso de esta anécdota es que Eva Mendes ya no bañará de glamur las alfombras rojas y eventos hollywoodenses, sino que utiliza esa elegancia natural para otro negocio personal: vender esponjas de cocina. Y es que nadie consigue que veamos la limpieza, el jabón y los trapos de cocina con el mismo glamur que le pone Eva Mendes.
Reconozco que le había perdido la pista. Que al estar desaparecida del radar hollywoodense no prestaba demasiada atención a sus movimientos y publicaciones en redes sociales, más allá de los vídeos que publica imitando con bromas a su madre cubana y la cultura latina, o sus paseos glamurosos por su casa. Hasta que recientemente me llamó la atención un vídeo donde aparece bellísima como siempre, mirando a la cámara junto a la frase “Numero Uno” en español y con una esponja en la mano.
La estrella de 48 años aparece agradeciendo a la revista Good House Keeping por haber votado su marca de esponjas de cocina como las número uno del mercado. Sí, como lo leen: marca de esponjas.
Y es que Eva Mendes no es solamente la embajadora oficial de Skura Style, una empresa que diseña y vende esponjas antimicrobios y productos de limpieza reciclables, sino que en mayo de 2022 adquirió parte de las acciones de la compañía -Skrubby Hub LLC (PRNewsWire)- convirtiéndose en copropietaria. Y desde entonces empezó a promocionar el producto como si fuera el objeto más deseado, necesario y perfecto para las cocinas del mundo. Sus vídeos promocionales fácilmente podrían confundirse por comerciales de maquillaje o perfumes gracias al glamur que desprende en cada uno, con la diferencia que lo hace con las manos bañadas de jabón o pasando el trapo.
La empresaria dice que es una loca de la limpieza, que se pasó la pandemia limpiándolo todo obsesivamente, descubriendo estas esponjas en el proceso. “No sé si algo cubano o qué es, pero me encanta una cocina limpia […] Lo que significa que cuando tengo una cocina limpia y una casa limpia, es como bienestar mental para mí” dijo a Variety. En su caso, limpiar la transporta a su infancia y los olores de productos de limpieza en el apartamento donde vivía con su familia de cinco en “un pequeño dormitorio y un baño”.
“Ella [su madre] ponía música cubana y yo olía a Pine Sol. No diría que se quedaba limpio por mucho tiempo, pero esos dos días me hacían sentir mejor y todos estábamos de mejor humor. Comenzó por aquel entonces y lo aplico en mi casa ahora. Tengo dos niñas pequeñas y el fregadero de la cocina siempre está lleno. No sé si me obligué a amarlo, pero para mí es meditativo lavar los platos y sentir la espuma. Tengo un lavavajillas, pero casi nunca lo uso.”
Y esa obsesión la pone en práctica a través del énfasis que le pone a cada vídeo promocionando estas esponjas que aparentemente te avisan cuando debes cambiarlas. Porque “tu esponja de cocina es más sucia que tu baño” dijo a Just Jared, definiendo a su producto como “revolucionario”. Y es que, en realidad, Eva sabe de negocios. Además de haber sido embajadora de Pantene, Calvin Klein, Revlon Estee Lauder y otras empresas, entre 2012 y 2020 fue socia de la marca de ropa New York and Co, y también diseño y vendió su propia línea de juegos de cama y mesa para VIDA.
Eva Mendes nació el 5 de marzo en 1974 en Miami, Florida, en el seno de una familia de migrantes cubanos. Comenzó su carrera con trabajo pequeños a finales de los 90s pero, después de varios intentos frustrados, consideró abandonar la industria del cine.
Tenía 26 años y se había aburrido de hacer películas terribles con personajes insignificantes como My brother the pig, Leyenda urbana 2 o ser el adorno femenino de Steven Seagal en Red de corrupción. Pero entonces el director Antoine Fuqua le devolvió las ganas con el papel de amante de Denzel Washington en Día de entrenamiento. Gracias a esa película decidió que seguiría adelante, desarrollando una carrera que le permitió bailar cómodamente entre el cine comercial -Hitch, Más rápido más furioso, Policías de repuesto- y apuestas dramáticas más interesantes -Los dueños de la noche, Holy Motors, El lugar donde todo termina o Lost river-. Sin embargo, las ganas no fueron eternas y hace diez años decidió apartarse de la actuación y el cine.
“Me cansé de pelear por los buenos papeles” le dijo a Variety en 2022 al intentar explicar su retirada, tal vez, momentánea. “Hay más oportunidades para actrices latinas ahora, pero cuando yo me alejé hace 10 años no me ofrecían cosas que no fueran específicamente para latinas” añadía mientras dejaba la puerta abierta al futuro. “Pero, por ahora, me quedo en casa con mis hijas”.
Y es que Eva Mendes y Ryan Gosling mantienen su relación bajo la más estricta privacidad, siendo pareja desde 2011 lejos de los focos de Hollywood. Jamás pasearon la relación ante los paparazis y evitan cualquier tipo de exposición mediática, manteniendo la privacidad familiar como meta en conjunto. Eva contó en entrevistas que, por ahora, sus hijas cuentan con una persona que les imparte clases escolares dado que viajan en familia continuamente debido a las obligaciones laborales de Gosling (The Daily Telegraph). Sin embargo, en los últimos meses Eva Mendes parece haber estado abriéndose más a sus 3.8 millones de seguidores, con vídeos en su cocina junto a sus preciadas esponjas enjabonadas, pero también exponiendo su amor de madre a través de los planes de almuerzo que prepara a sus hijas o vídeos hablando en español con burlas a su madre.
En definitiva, Eva Mendes deja claro que el glamur puede usarse para vender lo que haga falta. Desde la cocina y con los platos sucios, encontrando una vía diferente para hacer negocio con algo tan cotidiano como una esponja.
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