'Los cazafantasmas' y el recuerdo gris que todavía acompaña a uno de sus protagonistas

De izquierda a derecha: Harold Ramis, Dan Aykroyd, Ernie Hudson (al fondo) y Bill Murray en una escena de la película 'Los cazafantasmas', dirigida por Ivan Reitman, 1984. (Foto de Columbia Pictures/Getty Images)
De izquierda a derecha: Harold Ramis, Dan Aykroyd, Ernie Hudson (al fondo) y Bill Murray en una escena de la película 'Los cazafantasmas', dirigida por Ivan Reitman, 1984. (Foto de Columbia Pictures/Getty Images)

Los cazafantasmas se ganó el título de ‘clásico ochentero’ por derecho propio. Fue la segunda película más taquillera de 1984 en Estados Unidos (por detrás de Un detective suelto en Hollywood) y un fenómeno de la cultura popular a nivel internacional. Desde los disfraces que seguimos viendo en Halloween (40 años después), a la canción principal que reconocemos en cuestión de segundos, a edificios, vehículos o personajes emblemáticos: Los cazafantasmas es el símbolo de una era, una producción que no solo fue influyente dentro del cine cómico de acción sino que dejó una huella indeleble entre los espectadores del mundo. Sin embargo, una de sus estrellas no alberga un recuerdo tan redondo, cálido y perfecto.

Se trata de Ernie Hudson, el actor afroamericano que dio vida a Winston Zeddemore, el cuarto integrante del grupo de caza espectros. Y es que si bien repitió en la secuela de 1989 y volvimos a verlo en el más reciente reboot, Ghosbusters: El legado (2021), su recuerdo lleva casi cuatro décadas teñido de gris por el desplazo que vivió durante el rodaje y la promoción de la película.

“No fue un camino fácil. Fue, probablemente, la película más difícil que hice jamás desde la perspectiva psicológica” explicó recientemente a The Howard Stern Show (vía IndieWire) al recordar su aparición en la primera entrega de la saga.

Porque además de ver cómo su personaje era reducido dentro de la historia, con una implicación menor y menos relevante en comparación con el guion original, tuvo que ser testigo de cómo el estudio lo hacía a un lado en la promoción de Los cazafantasmas.

Como bien recordarán todos aquellos que mantienen la película grabada en la retina nostálgica, el personaje de Ernie Hudson no formaba parte del trío original compuesto por Bill Murray, Dan Aykroyd y Harold Ramis, sino que se sumaba más tarde al responder a un aviso de empleo de los expertos en fenómenos paranormales.

De esta manera, Ernie Hudson entraba en la historia como el outsider del grupo, sirviendo como la voz de la razón en medio del caos. Y si bien destaca que todos sus compañeros lo hicieron sentir “bienvenido e incluido”, y solo tiene halagos para el director Ivan Reitman, no dice lo mismo del estudio.

El estudio no lo fue [inclusivo], ni lo sigue siendo. Me lo hizo muy, muy difícil porque era parte de ello pero fui selectivamente echado a un lado”, explica sin hacer referencia directa a Columbia Pictures, que fue el estudio encargado del filme. Hudson añade que el guion cambió considerablemente cuando lo sumaron al proyecto. “En el guion original, Winston estaba al principio de la película. Para cuando estábamos listos para rodarla, Winston aparecía a la mitad. Todo eso… definitivamente se sintió deliberado”.

Pero él no era el personaje famoso del grupo protagonista y aceptó las reglas del juego, haciendo de su personaje la voz de la razón y una figura clave para el legado de la saga. Porque, como bien recordó en otras entrevistas a lo largo de los años, fueron muchos los niños que le agradecieron su presencia en el filme, sintiéndose representados con un actor que daba lugar a las minorías en la gran pantalla. Sin embargo, a pesar de cumplir su labor y completar la película como el cuarto integrante de los Cazafantasmas, se llevó una desagradable sorpresa al ver que el estudio no lo incluía en la promoción de la película.

Cuando salieron los carteles, yo no estaba en el poster” explica. Y no hace falta más que hacer un repaso por internet para comprobar que tiene razón. Que los pósteres promocionales de la película en 1984 contaban con Murray, Aykroyd y Ramis vestidos con el famoso overol mientras él no aparece en ninguna parte.

Lo peor fue que, cuando celebraron el 30 aniversario del estreno, volvieron a hacer lo mismo, utilizando imágenes de los tres actores caucásicos como representación visual de la promoción. Por ejemplo, en 2014 compartió con Entertainment Weekly que cuando viajó a Chicago para introducir la película en un cine, se encontró con que el recinto estaba ilustrado con carteles de sus tres compañeros solamente. O que durante una aparición en el programa The Today Show le entregaron una camiseta donde aparecían cuatro cazafantasmas, solo que el cuarto no era él, sino que habían incluido a Dan Aykroyd dos veces. No obstante, a pesar de lo insultante que resulten sus vivencias, Ernie Hudson se niega a ver la situación como respuesta a un prejuicio racial porque no quiere transmitir a sus hijos el rol de víctima.

Sigo tratando de no tomármelo como algo personal. Cualquier cosa mala, si eres afroamericano en este país, cualquier cosa mala que te pasa, siempre puedes echarle la culpa a ser negro” explicaba en el programa de Howard Stern. “[Pero] No quiero ir allí. Eso es lo último que quiero hacer. No tengo nada malo que decir de nadie, pero fue difícil. Me tomó 10 años superarlo y disfrutar la película y simplemente abrazarla. Fue realmente difícil hacer las paces con Los cazafantasmas”.

La dicotomía que sintió durante tantos años, entre el cariño a la película y la tristeza que le provocaba el desplazamiento vivido como si no hubiera sido uno más de la historia a la hora de vender el filme a las masas, es algo que lleva mucho tiempo retratando en entrevistas. Por ejemplo, también comentó a Entertainment Weekly que cuando recibió el guion pensó que el personaje cambiaría su carrera. Porque no solo aparecía desde el comienzo de la historia, sino que además, tenía un pasado más detallado e intelectual con un título de las fuerzas aéreas. Pero, al iniciar el rodaje, lo habían recortado.

Lo curioso de la anécdota es que nunca supo por qué. Nadie le dio una explicación concreta. “Creo que dijeron que para la historia, ya sabes, tenían tres tipos que estaban realmente establecidos en la industria y yo estaba comenzando. Pero no tengo ni idea, sinceramente” dijo a Yahoo! Entertainment en 2020.

Leyendo sus palabras resulta inevitable preguntarse si su historia tiene relación con el racismo sistemático que durante décadas convivió en la industria del cine. Sin embargo, que redujeran su presencia en la primera película puede deberse a diferentes motivos como, por ejemplo, a algo tan sencillo como que los tres actores caucásicos eran cómicos con experiencia, algo que Hudson no era. Sin embargo, viendo el lugar prominente que terminó teniendo en la trama, el desplazarlo de los materiales de marketing abre un debate diferente. Sobre todo cuando hablamos de campañas que tuvieron lugar décadas más tarde, cuando los cuatro cazafantasmas ya formaban parte y en conjunto del recuerdo que dejó la película. Aun así, Ernie Hudson prefiere darles el beneficio de la duda a pesar del dolor vivido como parte de una lección que quiere darle a sus hijos.

Como dijo a The Guardian en 2014, prefiere apreciar la lealtad de los fans y el cariño que existe en torno a su personaje. Porque, si se enfoca en la posible exclusión racial, entonces no estaría enseñando a sus hijos a vivir por encima de los prejuicios. “Si culpo al aspecto racial, me quita todo mi poder, porque si culpo al racismo no hay nada que pueda aprender y el mensaje para mis hijos se torna borroso. Les digo que pueden salir y crecer, ser y hacer y de repente digo que me excluyen por ser negro. Lo que tengo que decir es que quizás hay otras razones”.

Prefiere enseñarles a enfrentarse a las adversidades y estar por encima de ellas. “Les digo que hay muchas cosas duras y hay que seguir adelante. No puedo darles ese discurso si no lo vivo. Así que les digo, que estudié, entrené y estoy preparado para trabajar, así que espero que alguien me deje hacerlo, y alguien siempre lo ha hecho. Quizás esa es la lección que necesitaba aprender en esta vida”.

Los cazafantamas pasó a la historia como un fenómeno cultural pero, en el caso de Ernie Hudson, tardó en ver los frutos. El éxito económico de la película no repercutió en su carrera enseguida y, según cuenta en Howard Stern, pasaron dos años y medio hasta que volvió a trabajar delante de las cámaras. Mientras que no fue hasta 1992 que, en realidad, volvió a dejar huella en el recuerdo cinéfilo como el protector e inolvidable Salomón en La mano que mece la cuna.

El tiempo pasó pero evidentemente el actor no olvida lo vivido. Y después de aparecer en el reboot de Los cazafantasmas de 2021, ahora está negociando regresar en otra entrega más. “Estamos negociando una película nueva que está en marcha para rodarse en marzo, y les digo ‘chicos, no soy un añadido’. Si voy a hacerlo, tiene que tener sentido” explicó dejando claro que ya tiene la lección más que aprendida.

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