Al tráiler de 'Flash' le veo un problema que poco tiene que ver con Ezra Miller

Ezra Miller como Barry Allen en 'Flash' (Foto cortesía de Warner Bros. Pictures/™ & © DC Comics)
Ezra Miller como Barry Allen en 'Flash' (Foto cortesía de Warner Bros. Pictures/™ & © DC Comics)

La Superbowl ha vuelto a sacar la artillería pesada de los futuros estrenos de Hollywood, lo que nos ha dejado ver un nuevo tráiler de Flash en el que Warner Bros por fin ha lucido en todo su esplendor esta próxima aventura de superhéroes protagonizada por Ezra Miller. Tras un primer avance que nos puso los dientes largos, por fin hemos podido ver el regreso de Ben Affleck como Batman, la aparición de antiguos villanos como el General Zod de Michael Shannon, la introducción de Supergirl y, en especial, a Michael Keaton enfundarse de nuevo el traje del caballero de la noche de las películas de Tim Burton.

Sin duda, toda una sucesión de emociones fuertes para los fans del Universo DC, pero, pese a la potencia que desprende el avance, también deja anticipar un problema que, ya en varias ocasiones, ha sido todo un lastre para esta franquicia de superhéroes de Warner. Y no me refiero precisamente a las muchas polémicas que ha habido detrás de la saga, como aquí ha ocurrido con los escándalos de Ezra Miller.

En sus primeros compases, el tráiler de Flash pone el foco en su vertiente más emocional. La trama de la película, que adapta el arco argumental de Flashpoint de los cómics, girará en torno al intento del protagonista de viajar en el tiempo para evitar la muerte de su madre, lo que pondrá patas arriba las líneas temporales y sacará una fuerte vena dramática. Esto se traduce en un mucho tacto al presentar la relación y el reencuentro del personaje de Ezra Miller con su progenitora, dando una buena señal de que la acción y los efectos especiales no van a comerse la emoción de la historia.

No obstante, en cuanto el tráiler empieza a entrar en materia, a mostrarnos sus muchos cameos y apariciones, siento que todo se turna en un caos más centrado en el fanservice que en construir una película coherente y con el foco bien puesto. Desde luego, volver a ver a Michael Keaton como Batman es un sueño hecho realidad para los que crecieron con sus películas, y su trama como mentor de Flash en un universo donde las líneas temporales han colapsado es un gran punto argumental. Pero la idea principal sobre la que el tráiler anticipa que se sustentará Flash, la de ver versiones alternativas de los sucesos de las películas de DC como la destrucción de Metrópolis sustituyendo a Superman por Supergirl, me parece demasiado ambiciosa para una sola cinta.

Este problema fue justo el que palidecieron otras películas de DC como Liga de la Justicia, que en su ambición de construir rápidamente un universo cinematográfico como el de Marvel acabó perdida entre tanto personaje y codicia. Y no hablo solo de la criticada versión de realizó Josh Whedon, puesto que en el montaje definitivo de Zack Snyder, pese a ser mucho más coherente, también se tropezaba con una cambios de tono constantes a causa de demasiadas tramas que no terminaban de encajar entre ellas.

De hecho, sin ir muy lejos, también lo hemos visto recientemente con Black Adam, la película protagonizada por Dwayne Johnson que buscó reconfigurar el universo DC mediante la introducción de la Sociedad de la Justicia e incluso anticipando el regreso de Henry Cavill como Superman. Pero, de nuevo, los personajes se sentían sin desarrollo y la acción ruidosa se terminaba comiendo a una trama que, con más cuidado y sin tanta pretensión de marcar el rumbo futuro de la franquicia, podría haber dado para mucho más.

Y es que, aunque el tráiler de Flash solo haya presentado a Batman, Zod y Supergirl, es perceptible que Warner y DC se guardan sorpresas bajo la manga y que será una película que apostará por lucir la marca y a sus personajes de la forma más grandilocuente posible. Y doy por hecho que habrá más cameos, más reinterpretaciones y que la configuración del universo DC seguirá estando entre sus objetivos principales.

No hay más que ver que, aunque los planes de DC hayan cambiado por completo, James Gunn, ahora al cargo de la franquicia, ya anticipó que Flash seguirá siendo una pieza relevante para el reinicio que va a introducir en la saga. Y como digo, todo esto en una sola película, se puede traducir en un ritmo precipitado, un desarrollo ruidoso y en un caos narrativo. Y al final, si esta entrega ya parte con una percepción negativa por los fracasos previos de DC y, sobre todo, por los muchos escándalos que ha protagonizado Ezra Miller en los últimos años, un resultado irregular podría ser un clavo en el ataúd. Y sería una pena, porque estamos ante una de las propuestas más prometedoras de superhéroes.

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