El fracaso de Angelina Jolie con un asfixiante thriller que mereció más atención

Angelina Jolie estuvo años alejada de uno sus géneros predilectos. Tras Salt en 2010, donde interpretó a una agente de la CIA acusada de espionaje, estuvimos más de una década sin verla encarar la faceta de heroína de acción, esa que consolidó su carisma de estrella gracias a títulos como 60 segundos, Tomb Raider o Sr. y Sra Smith.

La actriz se centró en proyectos personales como directora como En tierra de sangre y miel, Inquebrantable o First They Killed My Father, no dándonos si quiera oportunidad de verla en pantalla. Solo en Maléfica, su secuela o Frente al mar disfrutamos de su trabajo frente a la cámara, pero ni rastro de cintas de acción en su agenda.

Cuando en 2021 se anunció que Jolie regresaría al género con un thriller de acción de la mano de Taylor Sheridan, el creador de Yellowstone y guionista de Sicario, pudo parecer una cita indispensable para cualquier fan de la actriz y aquellos cinéfilos que deseaban disfrutar de un icono hollywoodense en una de sus mejores vertientes. Sin embargo, esta película se convirtió en uno de los mayores fracasos de su carrera. Y fue verdaderamente injusto.

Aquellos que desean mi muerte tuvo la mala suerte de lidiar con la pandemia del COVID-19. Además de la baja asistencia a las salas que se vivió en aquella época, fue una de las víctimas de la estrategia de Warner Bros. de estrenar toda su producción de 2021 de forma simultánea en cines y HBO Max. Y por si esto fuera poco, la crítica la recibió con reacciones tibias que no motivaron a cambiar el salón de casa por la sala de cine, como bien demuestra el regular 62% de reseñas positivas en Rotten Tomatoes o la no muy alta puntuación de 59/100 en Metacritic.

Como resultado, su taquilla se saldó con una desastrosa recaudación de 7,4 millones de dólares en Estados Unidos y un total de 19,1 en todo el mundo. No se desveló el presupuesto de la cinta, pero valorando la mera presencia de una estrella de alto caché como Jolie, el tener a uno de los directores y guionistas que más éxito cosechan actualmente en la televisión de EE.UU. y el alto coste de construir secuencias de acción, hacen prever que una recaudación tan baja habría generado un agujero amplio en las cuentas de Warner Bros.

Y es una pena, porque fue un regreso por todo lo alto de Jolie a la acción, tratándose de un thriller de investigación de altos vuelos que recordaba a la edad de oro del género en los 90 y en el que el creador de Yellowstone no renunció a ninguna de sus virtudes, como la tensión y dilemas con los que nos sorprendió en Tierra de nadie, Sicario o Muerte misteriosa o los códigos del neowestern que le llevaron al éxito masivo con la serie de Kevin Costner.

La cinta adaptaba la novela del mismo título de Michael Koryta, que también trabajó en la película como coguionista junto a Sheridan. Su historia giraba en torno a un niño perseguido por dos asesinos a través de las tierras salvajes de Montana, quien había sido testigo del asesinato de su padre después del intento de este de destapar una conspiración. El joven se encontraba con Hannah, el personaje de Jolie, una agente forestal que vive con el tormento de no haber podido salvar las vidas de tres personas que murieron en un incendio hace un tiempo. Y en su misión por salvar al pequeño y destapar los trapos sucios del suceso, intenta encontrar la forma de calmar sus demonios.

Como decía, el aroma de Aquellos que desean mi muerte es de thriller noventero, recuperando la estructura de las cintas de investigación policial que tan bien funcionaron por aquella década. Pero, además, su carácter de western moderno por los bosques de Montana le da un componente de acción verdaderamente trepidante, con los sicarios emulando a aquellos forajidos sin piedad del salvaje oeste y con personajes como el de Jolie erigiéndose como heroínas de armas tomar, recurriendo a la acción, pero también a un fuerte talante dramático.

La suma de todos los ingredientes resulta en un entretenidísimo producto que te deja al borde del asiento, con tensión y momentos asfixiantes. Pese a que la trama pueda resultar arquetípica y en algunos puntos caiga en lugares muy trillados del género, la ejecución de la acción y lo bien que Sheridan vuelve a jugar con las obsesiones de su obra nos deja una experiencia audiovisual que mereció mucha más atención de la que tuvo. Además, hablamos de una historia con un fuerte componente femenino. Y sumado al placer de volver a ver a Jolie dar lo mejor de sí misma en este género en el que tanto la echábamos de menos, creo que Aquellos que desean mi muerte merece una clara reivindicación como la obra mayor que es.

Aquellos que desean mi muerte está disponible en el catálogo de HBO Max y Amazon Prime Video.

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