'Griselda': la oportunidad de oro para Sofía Vergara de brillar sin explotar su belleza

Netflix acaba de revelar las primeras imágenes de Griselda, la nueva serie de Sofía Vergara desde el final de Modern Family, donde la colombiana se muestra casi irreconocible con prótesis en el rostro. Sin embargo, mientras las fotografías circulan en redes sociales y nos toca esperar hasta enero de 2024 para ver el resultado, no creo que lo más llamativo sea precisamente el cambio físico de la actriz, sino lo que representa para ella. Porque Griselda esconde en sus entrañas una oportunidad de oro para la estrella de Barranquilla.

Griselda contará la vida de Griselda Blanco, la líder de un cartel de Medellín y pionera en el tráfico de la cocaína entre los 80s y los años 2000s en Miami. Una mujer colombiana fundadora de uno de los cárteles más rentables de la historia que, según la descripción facilitada por Netflix, pudo desenvolverse en este violento negocio con “inteligencia, ambición, encanto y brutalidad” hasta ganarse el icónico apodo de ‘la Madrina’. Como si hubiera sido la versión femenina de Don Corleone.

Sin embargo, existen detalles muy relevantes a tener en cuenta a la hora crear expectativas en torno a la producción más allá del cambio físico de Sofía Vergara. Y muy interesantes por cierto. Por un lado, que cuenta con Eric Newman entre sus implicados, el productor de una serie de éxito como fue Narcos y su spin-off, Narcos: México. Así como Ingrid Escajeda, la productora y guionista de series aclamadas como Silo o Empire, entre otras. Aunque lo que personalmente atrae mi atención es el hecho de que Sofía Vergara pasara ocho años desarrollando el proyecto como productora ejecutiva.

Es decir, mientras triunfaba con Modern Family y sementaba su posición en la comedia estadounidense transitando por la delgada línea de los estereotipos, también estaba creando una oportunidad para romper su propio molde. Y con una serie que no solo se adhiere al fenómeno del true crime, sino que le sirve para demostrar que es mucho más que una actriz atractiva, cómica y con un fuerte acento latino al hablar en inglés.

Porque no vamos a negar que Sofía Vergara no tiene una imagen perfilada en Hollywood. Sus películas y series son mayoritariamente comedias en donde su identidad latina suele ser parte esencial de cada personaje. Ya sea por su acento, la espontaneidad de su tono cómico o sus rasgos físicos, lo cierto es que ha alcanzado el éxito en tierras estadounidenses haciéndonos reír. Después de todo, así lo demuestran sus nominaciones a los premios Emmy, Globos de Oro, el Sindicato de Actores, los People’s Choice, etc.

Es cierto que apareció en algunos dramas y cine de acción, desde Cuatro hermanos (2005) a Lords of Dogtown (2005) y Jugada salvaje (2015). Sin embargo, se trataba de proyectos donde su participación era diminuta o de secundaria pasajera. En cambio, Griselda supondría su primera incursión absolutamente protagonista y en un género que no la vimos explotar al máximo hasta ahora. Es decir, se trata de una historia que le ofrece un lienzo nuevo donde dar a conocer su potencial dramático lejos de la comedia, los estereotipos o su belleza.

Griselda Blanco nació en Cartagena, Colombia, en 1943. Su ascenso como madrina de la mafia comenzó a mediados de los años ‘70, afincándose en Miami y trazando rutas de narcotráfico que más tarde Pablo Escobar utilizaría (BBC).

Su asentamiento en la ciudad del sol coincidió con el incremento de la violencia y el tráfico de las drogas mientras la policía y la DEA no lograban contener la epidemia criminal. En ese escenario, Blanco asentó su posición como matriarca cumpliendo un rol clave en la historia del tráfico de cocaína en la ciudad y el país. Su red de distribución reportaba decenas de millones de dólares al mes y su estilo violento en el negocio le generó muchos enemigos que intentaron asesinarla en varias ocasiones, llevándola a huir a California en 1984.

Su red enviaba más de una tonelada y media de cocaína al mes a EEUU, siendo de las mujeres más ricas de su tiempo. Incluso ella misma diseñó formas para esquivar la ley, por ejemplo, fundando una marca de lencería en Colombia que producía ropa interior con compartimientos secretos donde transportar la mercancía (vía The Guardian).

Pasó casi 20 años en la cárcel por delitos de narcotráfico, aunque se sospecha que fue la responsable de ordenar decenas de asesinatos. Fue arrestada en febrero de 1985 e intentaron procesarla por tres muertes, pero un escándalo sexual telefónico que relacionaba al testigo principal y las secretarias del fiscal, hizo colapsar el caso. Fue liberada en 2004 y deportada de regreso a Medellín. Finalmente fue asesinada el 3 de septiembre de 2012 a los 69 años de dos disparos mientras estaba en una carnicería.

Sofía Vergara no es la primera en contar su historia. Catherine Zeta-Jones protagonizó Cocaine Godmother en 2018, aunque su formato tele novelesco y las malas críticas no permitieron que hiciera mucho ruido, mientras Jennifer Lopez estuvo asociada a un largometraje en los últimos años aunque hace tiempo que no se sabe nada del proyecto.

No obstante, teniendo en cuenta la historia y la carrera de Sofía Vergara, podríamos estar ante una serie que podría suponer la catarsis definitiva de su carrera como actriz. Ya sabemos que a los premios les encantan las historias reales, como también somos conscientes de la debilidad que tiene parte del público (yo incluida) por personajes del true crime que permiten analizar la naturaleza criminal. Solo hay que ver el fenómeno que fue Narcos para Netflix para imaginar la expectación que puede provocar ver a Sofia Vergara en un personaje tan rico y con tantos matices como este.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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