Lisa Jakub: el trauma que llevó a la actriz de 'Papá por siempre' a abandonar Hollywood
Lisa Jakub fue uno de los rostros juveniles que dejaron su huella en el Hollywood de los '90. Debutó con solo siete años en la gran pantalla, cuando en 1985 se dejó ver en el drama Eleni con John Malkovich, aunque el papel que le daría la fama le llegaría casi una década más tarde cuando en 1993 fue elegida para acompañar a Robin Williams en el clásico familiar Papá por siempre.
Jakub, quien estuvo acompañada por otras estrellas infantiles de la década como Mara Wilson o Matthew Lawrence, fue la encargada de dar vida a una de las hijas del personaje de Williams, que interpretaba a aquel entrañable padre que, tras su divorcio, se hacía pasar por una señora mayor para colarse en su antiguo hogar como niñera.
La película, todo un éxito de la época con más de $441,2 millones en la taquilla mundial, propulsó la carrera de la joven actriz, llevándola a trabajar con otros reconocidos directores como Joe Dante en Matinee o en clásicos de ciencia-ficción como Día de la independencia. Sin embargo, su fama no fue ningún camino de rosas y la condujo a problemas por los que se vería obligada a abandonar Hollywood.
Lo cierto es que el ritmo de vida de la meca del cine fue demasiado para ella. En un texto publicado por la actriz en la web de uno de sus proyectos actuales, reconoció que poner el foco en la interpretación y dejar de lado la escuela y las actividades habituales de la infancia le generó serios problemas sociales.
“No andaba en bicicleta, no tocaba ningún instrumento y no asistía a las Girl Scouts, por lo que no sabía cómo hablar con niños de mi edad”, resaltaba Jakub, quien reconoce que se vio obligada a ir a terapia desde los 6 años cuando dio sus primeros pasos en la industria rodando comerciales.
“Debido a esta incomodidad social, a la gente que me rodeaba le preocupaba que ser una actriz infantil me arruinara la vida y potencialmente me convirtiera en una buscadora hedonista de atención. No se equivocaron al preocuparse”.
Jakub contaba que desde los 11 años empezó a experimentar ataques de pánico y que con 13 vivió su primera crisis grave, lo que le hizo imposible apreciar el éxito que estaba cosechando en Hollywood con Papá por siempre o Día de la Independencia. Con el tiempo, la situación se complicó y la idea del suicidio pasó por su cabeza, momento en el que se percató de que necesitaba ayuda urgente y optó por una huida de aquel mundo tan cruel para infancias vulnerables como la suya.
“Si la taquilla se correlacionara con la salud mental, me habría ido muy bien. Pero no fue así y yo no estaba bien. Mi ansiedad, depresión y ataques de pánico me estaban debilitando y mi vida ya no la sentía como mía”, continuaba relatando. “Sentí que la vida se derrumbaba a mi alrededor. Me senté en el borde de la bañera con una hoja de afeitar en la mano. Me di cuenta de que, si quería sobrevivir, necesitaba ayuda”.
Y así, en el año 2000 cuando tenía 22 años, tomó la decisión de abandonar Hollywood y buscar una vida centrada en la meditación para ayudar a curar su salud mental. Se mudó a Virginia y empezó a trabajar en terapias de conducta cognitiva a través del yoga, técnicas con las que logró salir adelante y que la motivaron a tratar de ayudar a otras personas. Se formó profesionalmente en meditación y abrió su propio centro de yoga y salud, a lo que también se sumaron libros y textos en prensa y web sobre sus experiencias y reflexiones.
“La vida de Hollywood no era para mí, con su superficialidad, misoginia y competencia interminable. A los 22 años me mudé y me moví por todo el país para encontrar una vida que no me dejara acurrucada y sollozando. Cuando llegué a Virginia, pensé que todo sería diferente. Pero cambiar tus circunstancias externas no soluciona tus problemas internos”, reflexionaba sobre este cambio radical en su vida.
“Entonces comencé a hacer el trabajo interior. Terapia de conducta cognitiva. Meditación. Yoga. Escritura terapéutica. Fui muy, muy honesta acerca del trabajo que necesitaba hacer. No fue fácil. Llevó mucho tiempo. Y me salvó la vida”.
Hoy en día, a sus 44 años, Lisa Jakub continúa apostando por su salud mental y realizando todas estas actividades terapéuticas a nivel personal y profesional. Si observamos sus redes, donde se define como "autora, oradora y actriz retirada", podemos ver que disfruta de una vida sana y feliz cuidándose a sí misma, compartiendo sus experiencias y sin intención de regresar al mundo que tantos problemas le generó en su infancia y adolescencia. Aunque eso sí, se ha dejado caer en reencuentros con sus compañeros de Papá por siempre y nunca ha dudado en participar en convenciones de cine o actividades relacionadas con este clásico de Robin Williams.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VÍDEO
Sam Neill dice que Robin Williams fue la 'persona más triste' que conoció
La valentía de Meg Ryan volviendo a Hollywood es para darle una medalla
Mel Gibson y la pelea juvenil sin la que nunca hubiera alcanzado la fama