Las escenas postcréditos de 'Guardianes de la Galaxia Vol. 3' sacan a relucir el problemón que tiene Marvel

ATENCIÓN: Este artículo contiene spoilers de 'Guardianes de la Galaxia Vol. 3'

Como es habitual en Marvel, Guardianes de la Galaxia Vol. 3 no está exenta de escenas postcréditos que avanzan lo que está por venir en el universo de superhéroes de Disney. El estudio siempre usa este espacio para entusiasmarnos con nuevas incorporaciones, detalles de nuevas tramas, regresos de personajes y muchas sorpresas que nos hacen salir del cine aún más expectantes de lo que entramos. En pasadas fases esta estrategia les funcionó de maravilla, dejándonos pistas sobre las películas que estaban por llegar, uniendo piezas y preparando el terreno para la gran batalla final con Thanos que aconteció en Vengadores: Endgame. Sin embargo, desde hace una temporada Marvel se está enfrentando a un problema con estos pequeños avances finales.

No es ningún secreto que el estudio ha ido un poco a la desesperada con sus últimas películas. Después de dejar atrás a superhéroes estrella como Iron Man o Capitán América, con cintas como Viuda Negra, Eternals, Shang-Chi, Doctor Strange en el multiverso de la locura o Black Panther: Wakanda Forever les ha costado encauzar un rumbo narrativo para llegar a un destino, lo que se ha visto potenciado por la diversificación en otros formatos como series de televisión y por una producción masiva de contenido casi inasumible de seguir.

Al final de esta última fase quedó claro que fueron historias para explorar los dramas y consecuencias de los eventos de Endgame, pero no se puede negar que todo fue disperso y mal estructurado. Y un claro ejemplo lo encontramos en varias de sus escenas postcréditos, que lejos de seguir el esquema habitual de avanzar estrenos que están al caer, dejarnos sorpresas con impacto a corto plazo o fijar un destino para próximas películas, se han empeñado en avanzar historias y fichajes a largo plazo, sin cabida dentro de los planes actuales del estudio y que, más allá de la sorpresa del momento, no conducen a nada que podamos disfrutar próximamente.

Por ejemplo, Eternos avanzaba el regreso de sus personajes en próximas películas y nos daba la noticia bomba de que Harry Styles se unía el Universo Cinematográfico Marvel como Eros. Sin embargo, con los datos tan flojos que hizo la película en taquilla, ($400 millones), y la reacción crítica tan poco entusiasta que despertó, es difícil pensar que esto vaya a ocurrir a corto plazo. Y no hay más que ver que no hay nada relacionado con los Eternos a la vista.

Algo similar pasó con Doctor Strange en el multiverso de la locura, donde se mostró que Charlize Theron se uniría al personaje de Bennedict Cumberbatch en una próxima aventura. Pero viendo los proyectos a la vista de Marvel no hay certeza de que vayamos a disfrutar pronto de esta colaboración entre la actriz de Mad Max y los superhéroes de Disney.

Y lo mismo podríamos decir de Natalie Portman en Thor: Love & Thunder, que tras dejar bien cerrado el arco de su personaje nos dan una escena postcréditos donde se intuye que no ha dicho sus últimas palabras interpretando a Jane Foster. Pero Natalie Portman no tiene nada cerrado con el estudio y ni siquiera hay un plan cercano (al menos conocido) de volver a ver a Thor. Básicamente, estas escenas generan entusiasmo en el momento pero, con el paso del tiempo, contagian la sensación de ser palabras que se las lleva el viento.

Con Ant-Man y la Avispa: Quantumania parecieron tomar nota, puesto que sus escenas postcréditos nos daban un pequeño avance de la segunda temporada de Loki, y dejó fijado el rumbo de la Fase 5 mostrando las múltiples posibilidades que ofrecerá Kang, el villano interpretado (de momento) por Jonathan Majors y que se constituye como el nuevo Thanos. Es decir, una vuelta a cómo planificaban la Guerra del Infinito en las películas previas a Endgame, algo que se sentía orgánico y planificado. Pero con Guardianes de la Galaxia Vol. 3 parece que han vuelto a las andadas.

Es decir, en lugar de anunciar adelantos que generen expectación a próximas entregas aseguradas, como Captain America: New World Order (mayo de 2024), Thunderbolts (julio de 2024), Deadpool 3 (noviembre 2024), Los cuatro fantásticos (mayo 2025) o las siguientes entregas de Avengers (mayo 2025 y 2026), adelantan ideas de secuelas supuestas.

Esta última aventura de Marvel se constituye como el final del arco de los personajes de Peter Quill, Gamora, Rocket, Groot, Nébula o Mantis, convirtiendo su despedida y su viaje emocional en su mayor fortaleza. Pero una vez cerrado todo, una vez que dejan al público con los sentimientos a flor de piel, Marvel planta dos escenas postcréditos anticipando que no van a dejar marchar esta franquicia. En la primera vemos a Rocket o Groot liderando la nueva formación de los Guardianes junto a Adam Warlock y otros nuevos personajes, desde donde se da a entender que la película no ha sido un punto y final. Y por si no quedara claro, en la segunda nos confirman que Peter Quill (Chris Pratt) regresará próximamente.

De nuevo, el mismo esquema de querer mantener la atención futura del espectador a golpe de sorpresa pero cuando la ruta no parece estar tan clara. Y puede que en el instante de ver las escenas digamos, “qué alegría ver que los Guardianes de la Galaxia van a volver”, pero en frío es inevitable pensar en lo cuestionable que sería recuperar la franquicia en próximas entregas de Marvel.

James Gunn, que se marcha a DC a desarrollar la nueva franquicia de superhéroes para Warner Bros., no volverá al universo de los Guardianes cuando su voz, tono musical y visión es lo que hizo de esta saga un éxito. Mientras personajes clave como Gamora estarán ausentes tras la anunciada salida de Zoe Saldaña. Al final, la lógica nos dice que es mejor un adiós por la puerta grande que seguir alargando las cosas hasta la saciedad, o al menos hacer un descanso hasta encontrar un enfoque adecuado para traer la saga de vuelta.

Es posible que estos sean los planes de Marvel con Guardianes de la Galaxia, pero con esta tendencia de anunciar cosas todavía no definidas en el calendario del estudio a través de escenas postcréditos, y sobre todo al abusar tanto de ello como han hecho últimamente, terminan creando más incertidumbre que expectación.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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