El salto de Guillermo del Toro a los videojuegos que desapareció de la faz de la Tierra

Guillermo del Toro no se conformó con una carrera de éxito en el cine. Allá por 2014, el oscarizado director se lanzó al mundo de los videojuegos con un proyecto que no hizo más que levantar alabanzas y expectación, un título de terror de una de las sagas más icónicas del género para que el se asoció con uno de los maestros más admirados de las videoconsolas. Todo apuntaba a un éxito sin precedentes y a un nuevo logro en la trayectoria del mexicano, sin embargo, el rumbo se torció.

Se trataba de una nueva entrega de Silent Hill, la escalofriante franquicia que inició sus andaduras en la primera Play Station allá por 1999 y que tuvo su salto al cine en 2006 con una película protagonizada por Sean Bean. A lo largo de los años, estos títulos se ganaron el reconocimiento de los amantes del género, por lo que Konami, el estudio responsable de su desarrollo, quiso ampliar su universo con un nuevo enfoque: una nueva entrega con planteamiento más cinematográfico que estaría desarrollado por Hideo Kojima, el que también les dio una de sus saga más exitosas y rompedoras en lo narrativo con Metal Gear Solid.

Como se suele ver en redes sociales, Kojima es un fiel amigo de Guillermo del Toro. Ambos comparten pasión por el cine y el fantástico y es habitual ver conversaciones entre ellos o fotografías de sus momentos juntos. Por ello, no extrañó que este admirado maestro de los videojuegos quisiera contar con el director de El laberinto del fauno o La forma del agua para esta nueva y ambiciosa aventura.

El juego comenzó su desarrollo y el anuncio ocurrió de la forma más enigmática y original posible. A través de la tienda digital de Play Station, se liberó un misterioso videojuego gratuito que respondía al nombre de “P.T.”, un título que al comenzar a jugarlo nos encontrábamos ante un extraño juego de terror y puzles en el que un protagonista anónimo despierta en una casa desconocida.

A través de una experiencia jugable de aproximadamente media hora, controlábamos en primera persona a este misterioso protagonista en su intento de escapar del lugar. En su periplo, nos enfrentábamos a numerosos acertijos, sustos y sucesos escalofriantes para finalmente llegar a una extraña ciudad desierta, descubrir los nombres de Silent Hill, Guillermo del Toro y Hideo Kojima o ver que nuestro protagonista es interpretado por Norman Reedus, la estrella de The Walking Dead.

Es decir, estábamos ante un tráiler interactivo que daba el pistoletazo de salida a un proyecto que apuntaba alto, sobre todo valorando que esta experiencia jugable solo recibió alabanzas por su terrorífica y cinematográfica propuesta. Sin embargo, aunque era de esperar que esta reacción efusiva motivara a mimar el proyecto hasta el más mínimo detalle, lo cierto es que acabó siendo un esfuerzo inútil.

UNA OPORTUNIDAD PERDIDA

Por razones que aún no se conocen con claridad, Kojima abandonó Konami antes de que este Silent Hill viera la luz. La relación entre el creador de videojuegos y el estudio se habría enfriado durante un conflicto interno en medio del lanzamiento de Metal Gear Solid 5 en 2015, por lo que tomó la cruda decisión de marcharse y empezar a desarrollar videojuegos de forma independiente. Al tener Konami los derechos de la saga de terror, fue imposible que esta nueva entrega codesarrollada por Guillermo del Toro siguiera adelante, por lo que finalmente fue cancelada.

Afortunadamente, Kojima no se olvidó de su amigo en su nueva etapa. Cuando desarrolló Death Stranding, otro ambicioso juego en lo narrativo con enfoques cinematográficos, enrevesados conceptos filosóficos y un relato ambientado en un contexto postapocalíptico, volvió a contar tanto con el director mexicano como con Norman Reedus. No obstante, el responsable de La forma del agua esta vez no se puso a los mandos de la dirección, simplemente fue uno de los actores protagonistas de la historia, de la que también formaron parte el director Nicolas Winding Refn y otras estrellas de Hollywood como Mads Mikkelsen o Léa Seydoux. De hecho, del Toro ni siquiera puso voz a su personaje, simplemente hizo la captura de movimiento para aparecer en pantalla.

Desde luego, es doloroso el camino que tomó esta historia, porque era una oportunidad de oro para el cineasta de grabar su nombre en la historia de otro medio cultural como los videojuegos. Además, años después de su cancelación aún sigue hablando de su Silent Hill y de las grandes ideas que Kojima y él tenían para este título. En algunas de sus intervenciones, como la que dio en el Festival de Cine de Guadalajara en 2018, mencionó referencias a la cultura japonesa, al manga o al terror asiático con las que nos hacía la boca agua.

Lo peor de todo es que el tráiler interactivo que fue “P.T”, que muchos incluso lo consideraron como un videojuego completo y no una simple demo por la experiencia tan terrorífica y estimulante que ofrecía, fue eliminado para siempre. Al cancelarse Silent Hills, Konami lo eliminó de la tienda de Play Station y hoy en día es totalmente inaccesible, lo que hace que nadie más pueda descubrir y experimentar esta parte del que fue uno de los proyectos más interesantes y revolucionarios de la trayectoria de Guillermo del Toro.

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