Yahoo Estilo El hielo la mejor herramienta de belleza: contrae los poros y disminuye las ojeras
Con la inminente llegada del verano, que parece querer adelantarse con los días haciéndose más cálidos en el tiempo, es tentador imaginarnos disfrutando del hielo en todas sus formas: en una refrescante bebida, dentro de la heladera enfriando un bol de frutas, o incluso en revitalizantes masajes en nuestro rostro. No es una locura. Es una antigua técnica de belleza casera que ha trascendido en el tiempo.
Desde la infancia hemos escuchado la frase “Ponle hielo para que se le desinflame” en caso de golpes por algunas travesuras y la mayoría de las veces funcionaba. Asimismo, el hielo es tratamiento frecuente para lesiones deportivas y es que además de adormecer, el frío contrae -al contrario del calor, que dilata- y reduce el flujo sanguíneo capilar con lo cual se frena y disminuye la inflamación, según una investigación alojada en Research Gate. Lo mismo ocurre en el rostro.
Amaneces con los ojos hinchados y la recomendación tradicional es aplicar un poco de hielo. La cuestión es hacerlo correctamente y aprovecharlo al máximo más ahora que es conveniente economizar. No en vano las tendencias han apuntado hacia los envases de silicona que se rellenan con infusiones o agua para congelar y que luego dispensan el líquido que va desprendiéndose al derretirse. Y es que el hielo es, desde hace mucho, sinónimo de bienestar.
Sin embargo, la dermatólogo Ana de Pablo advierte en una entrevista publicada por RPP de Perú, que no es conveniente aplicarlo directamente sobre la piel pues en lugar de ventajas conseguiremos quemaduras por el frío. De esta manera es conveniente utilizar siempre textiles muy limpios o discos de algodón para cubrir los cubos de hielo al aplicarlos.
Ventajas congeladas
Dana Yegres, especialista en cuidado capilar y maquilladora recomienda usar esta terapia casera de hielo en las mañanas para desinflamar el rostro y cerrar los poros. También lo recomienda antes de maquillarnos para algún evento especial, y en la noche. El hielo nos otorgará luminosidad al contraer los poros y ayuda a disminuir ojeras y rojeces ocasionadas por los mínimos vasitos capilares dilatados.
Además, el frío refresca el rostro y previene la aparición de puntos negros, pero es importante ser constante y disciplinado -como con todo tratamiento de belleza- para poder apreciar verdaderos resultados.
Es aconsejable aplicar el hielo en el rostro muy limpio y por zonas para no olvidar ningún sector. La técnica para aprovechar al máximo el poder del frío en nuestro rostro es hacer puntos de presión muy suave para luego mover suavemente. Es muy importante no tardar más de dos minutos en cada punto y estar atento a cualquier reacción adversa. Podemos hacerlo antes de aplicar tónico e hidratante, e incluso podemos potenciarlos haciéndolos con ingredientes especiales.
Hielos especiales
Así como las abuelas recomendaban usar las bolsitas del té frías para mejorar la inflamación de los ojos, es válido aprovechar todos sus beneficios incorporándolos a nuestra terapia de hielo.
Por ejemplo, el té verde, lleno de antioxidantes, puede aprovecharse haciendo cubitos de hielo con su infusión. El pepino y el jengibre también tienen poderosas propiedades desinflamatorias con lo cual serán excelentes ingredientes para esta terapia.
El agua de rosas, uno de los tónicos naturales más eficientes, aportara sus propiedades calmantes para la piel y en este caso puede dejarse secar y proceder con los siguientes pasos de la rutina diaria de belleza, mientras que con los demás ingredientes sí será necesario enjuagar rápidamente el rostro antes de exponernos a la luz solar.
El hielo, en este caso, se traduce en una terapia económica, que no contamina y fácil de aplicar, pero aunque no tiene contraindicaciones, amerita tacto y cuidado pues, como se indicó puede ocasionar quemaduras incluso a quienes no tienen la piel sensible. Además, aquellas personas que sufren de alguna condición específica deben consultar con el especialista antes de usar este o cualquier otro tratamiento casero.
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