La reinvención magistral de Hugh Grant para dejar atrás al héroe romanticón de los '90

Cuando pensamos en Hugh Grant, nos viene a la mente la imagen de un actor de carácter cómico y romántico que se ganó nuestros corazones con míticas rom-coms como Cuatro bodas y un funeral, Un lugar llamado Notting Hill, Mickey ojos azules, El diario de Bridget Jones o Realmente amor. Era uno de los galanes del cine de los '90 y 2000, y ver su rostro en una película era sinónimo de disfrutar de un rato ameno, divertido y romanticón. Sin embargo, ha llovido mucho desde entonces, y aunque Grant se empeñó en seguir explotando esta vertiente que tantos éxitos le ha dado a lo largo de su vida, lo cierto es que el tiempo y los cambios de paradigma de la industria le han ido desplazando de este estatus.

Solo hay que fijarse en que durante la década de 2010 sus virtudes lucieron agotadas con comedias que pasaron sin hacer mucho ruido, como Florence Foster Jenkins con Meryl Streep o ¿Cómo se escribe amor? con Marisa Tomei. Pero Hugh Grant no ha sido ajeno a que su carisma de caballero romántico se fue cuesta abajo, y solo hay que ver la forma en la que en los últimos años reorientó su carrera hacia otras vertientes de la comedia. Y no le ha ido nada mal.

Debemos remontarnos a películas como Paddington 2, donde mostró un marcado giro hacia un registro más excéntrico como villano pasado de rosca y rasgos de bufón, que nos dejó a un antagonista para el recuerdo. No es que esta faceta fuera nueva, ya que Grant suele arrastrar rasgos estrambóticos a la hora de construir sus personajes cómicos, pero este título familiar dejó claro que tenía mucho por decir en este tipo de papeles.

Por ejemplo, directores como Guy Ritchie, quien transita la comedia de acción y con quien Hugh Grant ya trabajó en 2015 con Operación UNCLE, vio en el actor un filón para los perfiles tan maniáticos que pueblan sus películas. De ahí que se convirtiera en uno de los protagonistas más estrafalarios de The Gentlemen y Operación Fortune, donde precisamente el carácter de galán fuera de norma le otorgó los recursos para lucir esta nueva vertiente interpretativa. Aunque no solo Ritchie puso el ojo en Grant, porque Hollywood no tardó en ver la posibilidad de explotarlo en sus blockbusters cómicos.

Es el caso de Calabozos y dragones: Honor entre ladrones, donde nos ofreció otro villano bufonesco al mismo estilo que en Paddington 2, elevando la propuesta de esta adaptación del juego de mesa que apostó por llevar la fantasía al terreno de la comedia familiar para todos los públicos.

Precisamente, el mismo género donde Warner Bros le ha dado una nueva oportunidad en Wonka, la precuela de Charlie y la fábrica de chocolate con Timothée Chalamet en la que interpretará ni más ni menos que a los Oompa Loompa, con los que vuelve a dar rienda suelta a su lado excéntrico como bien deja ver su primer tráiler. La escena final con su presencia no tiene desperdicio:

Es decir, ni rastro del caballero romántico inglés que nos enamoró antaño, que ahora ha mutado hacia un perfil mucho más burdo y excéntrico que está haciendo las delicias de muchas de las comedias del momento.

De hecho, si nos fijamos en sus próximos proyectos, solo la miniserie británica The Regime con Kate Winslet parece ser la excepción, porque en su agenda destacan películas como Unfrosted: The Pop-Tart Story, comedia sobre la rivalidad entre las marcas de cereales Kellogg's y Post que apunta a volver a hacer lucir a Hugh Grant en esta vis cómica bufonesca.

Habrá algún nostálgico que eche de menos a aquel romántico empedernido capaz de despertarnos una enorme sonrisa con su elegancia y vis cómica, pero no se puede negar que Hugh Grant ha conseguido evolucionar hacia un terreno donde vuelve a moverse como pez en el agua, que le ha vuelto a poner en proyectos de altura y en el que ha conseguido volver a fijar nuestra atención hacia su trayectoria, la cual llevaba tiempo estancada.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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