La inexperiencia de Rupert Grint le pasó factura en Harry Potter a pesar de los años en la saga

Cuando Rupert Grint consiguió el papel del mejor amigo de Harry Potter apenas tenía 11 años y nada de experiencia. Tan solo había participado en obras teatrales del colegio cuando, siendo fan de los libros y tras conocer que había un casting abierto, decidió enviar un vídeo cantando su descripción en un rap inventado (su nombre, estatura, etc.). Y para su sorpresa lo llamaron, pidiéndole que se sumara al proceso de selección. Ron Weasley no solo fue el primer personaje que interpretó como actor profesional, sino que lo hizo durante 11 años y 8 películas, convirtiendo la experiencia en su propia escuela de arte dramático. Sin embargo, la falta de experiencia terminó pasándole factura.

Porque el éxito de la saga convirtió a Rupert en un Ron de carne y hueso. No solo los fans lo reconocían por el personaje, sino que lo llamaban por su nombre de ficción cuando lo encontraban por la calle. Además, tuvo que lidiar desde muy joven con la sombra del fenómeno y su falta de experiencia, viviendo una situación que lo llevó a sentir que no había distinción entre él y su personaje.

“Las líneas estaban borrosas” entre su personaje y su personalidad. “Sentía la dificultad de ser visto, de ser eclipsado” , dijo recientemente a Bustle. “En las películas, nos fusionamos en uno. Al final, me estaba interpretando a mí mismo”.

En la actualidad, y a más de dos décadas de comenzar a vivir el fenómeno mágico, asegura que todavía responde cuando alguien lo llama ‘Ron’, porque siente que se ha convertido en su segundo nombre. En consecuencia, esta confesión nos lleva a reflexionar sobre el peso de la inexperiencia en actores infantiles. Porque no tienen las vivencias profesionales suficientes como para saber desligarse de su personaje, distinguir entre la creación artística y su propia personalidad. Y esto es lo que habría vivido Rupert Grint durante tantos años.

Porque debemos tener en cuenta un factor importante. Y es que como dijo Chris Columbus, el director de las dos primeras entregas, en el especial por el vigésimo aniversario estrenado en HBO, el trío protagonista que completaban Daniel Radcliffe y Emma Watson dejó a los responsables del proyecto estupefactos ante la química que emanaban en la primera prueba de cámara. Pero, también, por las similitudes que había entre cada uno y las personalidades de sus personajes. “Rupert y Emma fueron muy fáciles de elegir porque parecía que saltaban de las páginas” explicó. En otras palabras, que existían parecidos entre la ficción y realidad que habrían hecho la confusión más profunda para un actor que no dejaba de ser un niño sin experiencia como intérprete profesional.

Sin embargo, la revelación de Rupert Grint lleva a una reflexión preocupante cuando tenemos en cuenta su carrera durante la primer década del nuevo siglo. Porque mientras rodaba las películas de Harry Potter fue abriéndose a otros proyectos. Si bien fueron películas menores, como Thunderpants (que rodó poco después de la primera cinta del mago), Driving Lessons (2006), Cherrybomb (2009) y Wild Target (2010), aun así seguía perdiéndose en el personaje de Ron cada vez que lo interpretaba.

Y a pesar del éxito, el reconocimiento y los salario millonarios, Rupert Grint afirma que la experiencia fue en ocasiones “sofocante”. “Potter me hacía estar muy ocupado [filmando] todo el año, luego promocionábamos el resto del tiempo. Fue bastante sofocante”, añadió en la misma entrevista. “Quería un respiro, reflexionar sobre todo… Fue una experiencia extracorpórea por un tiempo, pero creo que terminamos en el momento adecuado. Si hubiéramos continuado podría haber ido cuesta abajo” reconoce.

Rupert Grint vivió su adolescencia en los sets de estas películas, interpretando a un personaje carismático y travieso durante tantos años que lo llevó a borrar la línea divisoria entre ficción y realidad. Algo que debería servir para que estudios, directores y todos los implicados en las carreras artísticas de actores infantiles tengan en cuenta a la hora de ayudarles en el proceso.

Afortunadamente, el actor británico pudo abrir sus alas y encontrar un camino paralelo al éxito de Harry Potter. Porque su imagen siempre estará hilada al recuerdo de una saga emblemática para generaciones de espectadores, pero al igual que sus compañeros, pudo ponerse a prueba como actor con todo tipo de proyectos. Algunos pasaron más desapercibidos que otros ante el gran público, pero no por eso estuvo ausente de la industria. Y actualmente podemos verlo en un papel opuesto como elitista egocéntrico en la temporada final de Servant en Apple TV+, mientras vuelve a la cartelera con el nuevo thriller psicológico de M. Night Shyamalan, Llaman a la puerta.

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