Jamie Dornan siempre tendrá una deuda pendiente con el fenómeno fan

LONDRES, INGLATERRA - 19 DE FEBRERO: Jamie Dornan asiste a los EE BAFTA Film Awards 2023 en el Royal Festival Hall el 19 de febrero de 2023 en Londres, Inglaterra. (Foto de Scott Garfitt/BAFTA vía Getty Images)
LONDRES, INGLATERRA - 19 DE FEBRERO: Jamie Dornan asiste a los EE BAFTA Film Awards 2023 en el Royal Festival Hall el 19 de febrero de 2023 en Londres, Inglaterra. (Foto de Scott Garfitt/BAFTA vía Getty Images)

Jamie Dornan sabía que se metía en terreno pantanoso cuando aceptó protagonizar Cincuenta sombras de Grey. Por ese motivo no fue una decisión que tomó a la ligera. La meditó y consultó con profesionales, familiares y otros actores porque era consciente del riesgo que acarreaba el proyecto. Después de todo, el intérprete sabía que los críticos habían detestado los libros de E.L. James y estaba convencido de que los especialistas cinematográficos afilarían sus lápices para verter la misma reacción contra las películas. Y no se equivocaba: las tres entregas fueron destrozadas por la crítica de manera unánime. Sin embargo, aunque pudo pronosticar el destino opinativo que arroparía oscuramente a la trilogía, aceptó convertirse en el amante sadomasoquista poniendo toda su confianza y destino profesional en los fans. Y una vez más, tampoco se equivocaba.

Porque a cinco años del final de la trilogía que amasó 1.32 mil millones de dólares en todo en mundo, Jamie Donan asegura sentirse agradecido de haber salido airoso del golpe de la crítica, demostrando ser consciente de la deuda eterna que siempre tendrá con el fenómeno fan.

Así lo dejó entrever en el podcast Happy Sad Confused, asegurando que era totalmente consciente de que los críticos iban a ridiculizar las películas de Cincuenta sombras de Grey antes de siquiera aceptar el proyecto. “No fue un ‘sí’ instantáneo de ninguna manera”, explica en la entrevista realizada antes de la huelga de SAG-AFTRA con motivo del estreno de Agente Stone en Netflix. “Era necesario hablarlo. Busqué el consejo de amigos, familiares, muchos actores”.

Y es que su nivel de consciencia en torno a la negatividad que rodeaba a la historia de amor dependiente entre el magnate y Anastasia Steele (Dakota Johnson), lo llevó a sentirse aliviado cuando los responsables del proyecto le dieron el papel a Charlie Hunnam. Sin embargo, el tiempo pasó y el actor de Hijos de la anarquía abandonó el proyecto, dejando el puesto vacante para Jamie Dornan que tuvo “menos tiempo para tomar la decisión”.

“Me eligieron cinco semanas antes de que empezáramos a filmar. Sabía que venía con todo ese bagaje... que la realidad era que ganaría muchísimo dinero y que a los fanáticos les encantaría y los críticos la despreciarían. Eso es lo que pasó con los libros y eso es lo que estábamos haciendo. Nos manteníamos fieles a los libros, y sabíamos lo que sería”, sentenció. Un proceso que en otra entrevista de 2021 con la edición británica de la revista GQ definió como “malditamente difícil”.

Jamie Dornan no tenía una bola de cristal, pero su intuición no se equivocaba. Porque Cincuenta sombras de Grey fue destrozada por la crítica con un desaprobado rotundo del 24% en RottenTomatoes. Una valoración que fue a peor con las otras dos entregas, bajando al 11% tanto para Cincuenta sombras más oscuras y como Cincuenta sombras liberadas. Un desastre literal que también repercutió en la opinión de los espectadores, que tampoco fue para tirar cohetes: en el mismo sitio de recopilación de criticas y puntuación, las tres películas cuentan con un porcentaje de la audiencia del 41%, 48% y 38% respectivamente.

Sin embargo, la taquilla fue otro cantar a través de una trilogía extremadamente rentable que había costado $150 millones para luego superar el billón de dólares de recaudación. La dicotomía entre la opinión y el resultado económico evidencian el nivel de curiosidad que provocaron las películas, repitiendo la misma experiencia que vivieron las novelas. Que a pesar de haber sido vapuleadas por los críticos fueron un fenómeno de masas. Incluso creo que muchos aquellos que las leímos sin ser seguidores de la literatura erótica podemos reconocer que no eran piezas literarias de gran calidad narrativa, pero que las buscamos y devoramos motivados por la curiosidad y morbosidad que rodeada al fenómeno. Y eso mismo pasó en el cine.

“Las películas que están hechas para los fanáticos, que los fanáticos adoran pueden verse como un éxito”, añadió Jamie Dornan en la entrevista mencionada para entonces reconocer el riesgo tomado con un agradecimiento personal. “Estoy agradecido de que Dakota y yo hayamos logrado salir [en los años posteriores] y hacer trabajos que a la gente todavía les gusta y que algunos de esos críticos hayan dado un giro de 180 [grados]”.

Y es que si ambos lograron salir airosos tras semejante fracaso de crítica es precisamente por esos miles de millones de dólares cosechados en todo el mundo, que los convirtieron en protagonistas de un fenómeno fan que todavía sigue generando curiosidad.

Él mismo lo reconoció a GQ hace tiempo, asegurando que “cada movimiento que hice en mi carrera, después de esas películas, solo fui capaz de hacerlo por esas películas”. “Porque todo, como Belfast, Beyond Private o cualquier cosa que fue bien recibida, cosas más independientes que hice en los últimos cinco o seis años, solo se presupuestan y solo se paga por hacer esas películas con mi nombre porque estuve en una saga que hizo $1.4 billones. Así es cómo funciona. Todo forma parte de lo mismo, me ha dado mucho, así que por supuesto no me arrepiento”.

Efectivamente, desde que concluyó la trilogía erótica en 2018, Jamie Dornan nos deleitó cantando y dejándose llevar en la deliciosa comedia absurda Barb and Star Go to Vista Del Mar, pisó los Oscar acompañando a la maravilla dramática que es Belfast mientras lo vimos lanzarse al vacío como protagonista de una serie diferente y visualmente potente como The Tourist. Y como él mismo reconoce, probablemente estas oportunidades jamás habrían ocurrido si no fuera por el peso millonario que arrastra la saga de Grey.

Después de todo, Cincuenta sombras de Grey habrá sido una película fallida (aunque no tanto como las dos que le siguieron) y la saga entera es un ejemplo preocupante de la dependencia emocional en una relación tóxica, pero fue el punto de inflexión de su carrera y la de Dakota Johnson. A pesar de las malas críticas, sus perfiles profesionales cambiaron de la noche a la mañana gracias al éxito comercial impulsado por el fenómeno fan y la curiosidad global, sin que a ninguno le salpiquen las malas críticas. Más bien, todo lo contrario.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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