Yahoo Estilo Jonathan Taylor Thomas, la estrella juvenil que tenía las cosas claras hasta abandonar la fama
Jonathan Taylor Thomas estaba en todas partes a mediados de los ’90. En Estados Unidos era un ídolo de masas mientras que en diferentes rincones de Latinoamérica tal vez no veíamos sus series o no teníamos idea de dónde provenía su fama, pero reconocíamos su rostro de forma instantánea. Porque este rompecorazones adolescente era una figura constante en las portadas y páginas de revistas de la época. Sin embargo, un buen día dijo ‘hasta la vista’ y desapareció del mapa hollywoodense.
En varias ocasiones me pregunté por qué. Es decir, ¿qué habrá pasado para que un actor que rivalizaba con Leonardo DiCaprio decorando habitaciones de adolescentes decidiera dar la espalda a una carrera aparentemente asegurada? Porque cuando les digo que desapareció es que se desvaneció por completo. Ni alfombras rojas, entrevistas ni posados de ningún tipo. Y más allá de algunos trabajos esporádicos prestando su voz a personajes o apareciendo en episodios sueltos de series como Smallville o Veronica Mars, Jonathan Taylor Thomas prácticamente se desligó del perfil de ídolo juvenil de la noche a la mañana.
Nacido hace 41 años el 8 de septiembre de 1981, la voz de Jonathan Taylor Thomas quedó inmortalizada como el pequeño Simba de El rey león (1994) cuando tenía 13 años, mientras arrasaba en la televisión como el hijo de Tim Allen en la exitosa sitcom Mejorando la casa (1991-1998). Su popularidad era tan grande que apareció en 179 de los 204 episodios que conformaron las ocho temporadas. Hasta protagonizó su propia película navideña en 1998, Estaré en casa para Navidad (aunque fue un desastre de crítica y taquilla). Sin embargo, ese mismo año comenzó su retirada. Justo cuando estaba en la cima, siendo un joven 17 años que acaparaba la atención de las revistas y adolescentes de la época sin importar si sus películas o series triunfaran o no.
La curiosidad me llevó a investigar un poco y terminé encontrando los motivos personales que hicieron que este rompecorazones de lo ’90 terminara su etapa de éxito y fama. Y es que a diferencia de otros actores infantiles que se vieron forzados al olvido cuando la industria dejó de darles oportunidades ante los cambios naturales producidos por la pubertad o adultez, o los casos de estrellas descarrilladas ante los excesos de la fama, Jonathan Taylor Thomas se alejó por decisión propia. Porque quería seguir su vida en la más pura y sencilla normalidad.
Para entender su despedida debemos tener en cuenta datos importantes. Y es que Jonathan había empezado a trabajar como modelo infantil a los 7 años, después de mudarse con su familia desde su Pensilvania natal a California. El éxito tocó a su puerta casi enseguida a los 10 cuando sus ojos azules y sonrisa pícara se ganaron a la audiencia como el hijo de un experto en bricolaje interpretado por Tim Allen.
A los 12 años ya se había consagrado como ídolo al recibir “cientos de cartas de fans” a la semana, según People. Pasaba jornadas de 9 horas y media en el set de Mejorando la casa, que incluían el tiempo necesario para sus tareas escolares. A su vez, cuando no grababa, era un estudiante modelo en una escuela publica de Los Angeles. “No puedo decirte cuántos programas he hecho con dolores de cabeza por migraña en toda regla”, decía en aquellos años al medio mencionado. Con apenas 12 años.
Pero entonces, cuando Mejorando la casa iniciaba su octava y última temporada, Jonathan Taylor Thomas tomó la decisión de tomarse un tiempo y terminar sus estudios. La serie lo hizo desaparecer enviando a su personaje a un programa medioambiental en Costa Rica y, sin que nadie lo supiera, iniciaba su despedida de la fama. Jonathan ni siquiera volvió para el episodio final de la serie en la que había participado durante más de la mitad de su vida.
Con el tiempo reapareció en episodios sueltos de otras series. Incluso se reunió con Tim Allen en un puñado de capítulos de Last Man Standing entre 2013 y 2015, y hasta se colocó detrás de la cámara para dirigir tres de ellos. Pero en ninguna ocasión hizo el ruido mediático que pudiera igualar el fenómeno vivido en los ’90.
Y no parece que a Jonathan Taylor Thomas le importara. En 2013 dijo a People que después de comenzar a trabajar siendo un niño quería “ir a la escuela, viajar y tener un descanso”. Pero entonces descubrió una vida nueva que le satisfacía lejos de los focos. “Estar sentado en una gran biblioteca entre libros y estudiantes fue genial”, dijo. “Fue una experiencia novedosa para mí”. Y no les hablo de bibliotecas cualquiera. En realidad, Jonathan estudió en universidades de prestigio, pasando por Harvard, Columbia y St. Andrew en Escocia.
Incluso ya había anticipado su desinterés hacia la fama en sus inicios cuando le dijo a la revista Premiere en 1993: “No puedes quedar atrapado en esta burbuja llamada industria de la actuación”. “La industria es neurótica y extraña, así que cuando voy a casa juego baloncesto con mis amigos. No soy Jonathan Taylor Thomas. Solo soy Jonathan. No me gusta salir con otros actores y actrices”.
Es decir, habría sido tan consciente del peso de la fama y su posición privilegiada que, al ver que un grupo de fans lo había encontrado durante un rodaje, le dijo a The New York Times en 1997: “Eres parte de sus vidas [de las fans], y se les debe mucho. Pero es difícil porque quieres hacer felices a todos, pero si intentas hacer eso, te estás preparando para el fracaso”. Unas declaraciones que sugieren que, a pesar de ser un adolescente, sabía la responsabilidad que arrastraba con tantas portadas de revistas. Y es que tenía fans por lo ancho y largo del planeta. Hasta Dakota Johnson confesó en The Late Late Show with James Corden que era fan y que un día lo encontró en un aeropuerto cuando ella tenía solo 8 años. A pesar de estar acostumbrada a ver estrellas de cine a lo largo de su vida, se quedó estupefacta y cuando su madre, Melanie Griffith, le hizo señas para que se acerara, Dakota recuerda esconderse detrás de una planta petrificada de puro fanatismo. Así de famoso era Jonathan Taylor Thomas a mediados de los '90.
A su vez, y con solo 12 años, expuso su madurez en la entrevista de Premiere con un desapego que más tarde quedaría reflejado en su lejanía de Hollywood. "¿Qué tan en serio te tomas estas cosas?” dijo al hablar de otros niños actores. “Quiero decir, debes concentrarte en hacer un buen trabajo, pero… todo trabajo tiene un final. Creo que la mayoría de esos niños no están preparados para el final. Quiero decir, ¡no es el final de tu vida! No puedes basar tu vida en una sola cosa. Por eso me enfoco en la escuela, practico deportes, aprendo el lado técnico [del cine]. Porque en algún momento cambiaré y tendré mi educación a la que recurrir”.
El tiempo pasó y Jonathan Taylor Thomas se escabulló del mundo mediático. Estudió y volvió ante las cámaras cuando le dio la gana sin promocionarse a lo grande. Según Fox News, desde entonces ha producido y escrito proyectos además de ser elegido miembro de la Junta Nacional SAG-AFTRA, que lidera el sindicato de actores, en 2017. A su vez, en 2021 generó titulares tras ser captado por paparazis dando un paseo a sus perros en Hollywood. Una noticia insulsa que refleja el impacto de su pasado en la industria y el imaginario colectivo del mundo, habiendo optado por el estudio por encima de la fama que abrumaba su vida y sin los dolores de cabeza que le daban los rodajes. En cierta manera, Jonathan Taylor Thomas resume el ejemplo de otro tipo de estrella hollywoodense. Una que no tenía interés en la fama, que dijo adiós cuando le dio la gana, diseñando su camino por cuenta propia.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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